Redacción. Aurora Ubiña
Pura, auténtica y salvaje. Así es Menorca. Paraíso balear. Se le conoce como el paraíso español. Es la isla más oriental del archipiélago balear. A la segunda isla más grande de las baleares se la conoce también como la isla encantada.
Con una geografía tan diversa que es considerada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Hay que recorrer y disfrutar toda la isla, sin excepción.
Sus playas vírgenes de aguas turquesas contrastan con el ambiente rústico que impera en el interior. Un mar y tierra que tiene su paralelismo en la magnífica gastronomía menorquina. Comer en Menorca dicen que es un auténtico festival para los sentidos, el lema culinario de la isla es, el respeto al producto local. Y no es para menos dada la calidad suprema del género y la inmediatez con la que llega de su lugar de origen a la mesa. Frutas y hortalizas, ternera roja y cordero, el afamado queso de Mahón, embutidos como la sobrasada y el botifarró, dulces como los pastisets o la ensaimada, y una variedad infinita de pescado y marisco. El resultado es una cocina mediterránea, equilibrada y refinada con cierta reminiscencia de los árabes, ingleses y franceses que pasaron por la isla.
¿Te vienes a recorrer conmigo la isla de abajo a arriba? ¡Vamos a planificar todos los imperdibles juntos!
Uno de los más conocidos de la costa es Restaurante Sa Llagosta, por su nombre, te darás cuenta cuál es su producto estrella de este afamado restaurante.
Desde los platos más tradicionales hasta las recetas más innovadoras. Hay un plato del que tengo mucha curiosidad, es la langosta cocinada en resina.
Otro restaurante conocido donde se cocina el producto local es Restaurante Rais, si buscas platos modernos y divertidos, éste podría ser una buena opción. Dicen que el producto local lo presentan de la manera más innovadora, sobre todo producto de mar. ¡Habrá que ir a probarlo!
Si hay un embutido que se asocia a baleares, ese es la sobrasada, aunque la "carnexua" es un embutido aún más antiguo y con más tradición que el anterior, por difícil que parezca. Todavía hay fincas en Menorca donde se sigue preparando de manera tradicional. Y te preguntarás que es la carnexua, es como un salchichón elaborado con carne magra y tocino molido condimentado con sal y especias diversas.
La mahonesa es probablemente la salsa más consumida en el mundo. Lo que mucha gente no sabe es que su origen se encuentra en Menorca, concretamente de Mahón, su capital, de la que recibe su nombre. ¿Sabías que su origen era de este lugar? Debido a un error de imprenta y que se popularizó en Francia, muchas personas creen que su nombre es Mayonesa y que su origen es francés, nada más lejos de la realidad.
El queso de Mahón tiene denominación de origen protegida y forma parte de la cultura de la isla. Utilizan un método de tradición milenaria. Es uno de los productos más prestigiosos de Menorca. Dicen que hay que probarlo con mermelada de higos que compagina y marida muy bien con este queso.
En Agroturismo Son Vives, aparte de hospedarse y estar unos días en completa tranquilidad, convivir con los animales, la naturaleza, … Además, puedes ver y conocer todo el proceso de elaboración de este queso y comprarlo y disfrutarlo.
Otro de los productos conocidos de Mahón es su mejillón.
¿Te preguntarás donde probar todas estas delicatessen? Además de en restaurantes. Muy sencillo, los mercados, siempre los mercados locales.
En Mahón está "Mercado de pescados"/ "Mercat d'es Peix" tiene la mayor variedad de pescado fresco que se puede encontrar en Menorca, además de otros productos locales.
¿Vamos de mercado en mercado?
Las laberínticas calles de Ciudadella acogen dos días a la semana un mercado de producto local. El mercado de Ciudadella es otro de los lugares imperdibles de la isla que no hay que perderse.
Otro restaurante a probar muy recomendado es Es Tast de Na Silvia. Con productos de kilómetro cero y una filosofía slow food, es un lugar que no nos podemos perder.
En Menorca no solo se come bien, también se bebe bien. Desde la época de los fenicios, en la isla se cultivan vides. Ha día de hoy existen unas diez bodegas.
Comer en Menorca debe ser como adentrarse en su historia, adentrarse en sus campos y navegar por sus costas. Es poner en valor el producto, paladearlo en su versión más genuina. Es contribuir a la pervivencia de las tradiciones y la cultura local.
La belleza de sus paisajes es lo primero que cautiva de Menorca, pero es su gastronomía lo que enamora de verdad, quizás por eso en este artículo solo te he comentado sobre comida.
Aunque como no solo de comida vive el hombre te diré más lugares que descubrir en Menorca.
Una de las peculiaridades de Menorca es su distribución de las playas y calas en dos zonas principales. La zona Norte, con relieves accidentados y una roca más bien oscura. La zona Sur con un paisaje más regular, con más vegetación y unas rocas y arena más claras.
Lo que tienen en común son las aguas cristalinas con una visibilidad muy clara perfecta para hacer snorkel.
Lo de las calas era una excusa para mencionarte algún chiringuito. ¡Sí, más comida! ¡Lo sé! ¡Estoy obsesionada con el buen comer!
Y es que los chiringuitos son lugares donde nos sirven platos que nos alegran para todo el año, ¿no crees?
Chiringuito Susy Macarella. Imprescindible visitar la cala donde está situado este chiringuito. Hay decenas de playas de postal. Dos de las más famosas son Macarella y Macarelleta, la segunda aún más espectacular que la primera. Calas absolutamente paradisíacas, que enamoran a primera vista. Junto a estas calas hay un chiringuito que, me indican por pinganillo, que hay que visitar. Uno de los chiringuitos más emblemáticos de la isla, este de Susy Macarella. Su especialidad, el cordero asado. A mí ya me han ganado.
Después nos podríamos desplazar a otra cala, a los pies de cala Blanca, encontrarás un chiringuito en el interior de una cueva y a pie de playa. Se trata del chiringuito Sa Cova. Y ya te he descubierto la curiosidad del lugar, ¡sí! La de estar ubicado en una cueva, que aún más curioso es que antiguamente era una vivienda. Su especialidad, la dorada con alcaparras.
Otros lugares interesantes…
Faro de Sa Farola, situado en el paseo Marítimo de sa Farola, a 1 kilómetro de Ciudadella. Si decides visitarlo, lo ideal es complementarlo con una caminata por el paseo marítimo parando en alguno de los miradores que hay en frente de los acantilados.
El Pont d’en Gil, es un puente “colgante” en medio del mar en la zona de Ciudadella. Se trata de un agujero en los acantilados por debajo del cual pueden pasar pequeñas embarcaciones. Es posible visitarlo a pie o en bici, por el Camí de Cavalls, aunque intuyo que la mejor forma de llegar sin duda debe ser por mar. Uno de los lugares donde más se debe de disfrutar de una puesta de sol en toda la isla, a parte de Cavalleria y Punta Nati, otros dos lugares a tener en cuenta.
¿Conoces la Cova des Coloms? Se trata de una cueva de grandes dimensiones, situada en el barranco de Binigaus. Dicen que llegar hasta aquí no es fácil, pero que sin duda merece la pena. Desde la playa de Binigaus, me indican que son unos treinta minutos de recorrido hasta la cueva, y que con los letreros y las marcas de pintura para ir señalando el camino no tiene pérdida.
Al final solo te he comentado sobre restaurantes, playas y calas, de tanto en tanto está bien desconectar y sin preparar tantas visitas y puntos que visitar, y además, la vida es fabulosa en bikini, y que mejor lugar que este para lucir todo el día entre la arena y la sal de la playa.
Te espero en el próximo artículo, quizás sea el destino de tus sueños…
