Por este motivo y porque es una de las bases que utilizo tanto en mis programas de coaching como en mi comunidad, creo que es interesante que definamos este concepto “tan de moda” actualmente y entendamos realmente en qué consiste y cómo puede aplicarse en el día a día.
Bien, empecemos por el principio pues. El concepto en sí se traduce del inglés MIND (mente) FULLNESS (lleno). Al unir ambos conceptos viene a significar riqueza de mente que al relacionarlo desde un punto de vista holístico define ese estado mental de plena atención y conciencia en el momento presente.
Seamos realistas; quizás en este último año, con todo lo que hemos vivido colectivamente quizás sí que hay una mayor apertura a que las personas prestemos más atención a las pequeñas cosas y sepamos apreciar los pequeños momentos, pero realmente hasta ahora - y aún hoy- el ser humano, desde que empezó la era industrial, como mínimo, ha estado enfocado en producir continuamente y escalar en el sistema capitalista, poniendo como prioridad su estatus social (externo) más que su estado interno de salud, tranquilidad y paz.
El hecho que esta dinámica de producción masiva de bienes materiales haya ido en aumento constante y a un ritmo frenético, sobre todo en los últimos 50 años, ha hecho que como colectivo lleguemos a un punto en el que vivimos en piloto automático, programándonos unas metas sociales, laborales muy honradas que, - sí, efectivamente enriquecen a la sociedad y a la economía mundial, pero- nos desconectan totalmente de nuestra esencia como seres humanos. Aquí es donde y cuando el Mindfulness debe adentrarse e incorporarse en el día a día; no solo como una práctica para gente “hippie” “yogui” y “espiritual” sino como rutina de bienestar humano.
Aleksey Kuprikov |
Afortunadamente hoy en día la práctica del mindfulness se utiliza mucho para tratar una multitud de enfermedades entre las que se encuentran la ansiedad, depresión aguda, traumas, estrés crónico, trastornos alimenticios, adicciones o/y trastornos compulsivo-obsesivos.
Como ves, en el campo psicoterapéutico se utiliza mucho distintas técnicas de mindfulness, pero lo que siento que aún falta potenciar más y aquí mi misión, es expandir y acercar todas estas técnicas a todo ser humano que sin necesidad de sufrir (afortunadamente) alguna de estas enfermedades al punto de ser diagnosticados con tal enfermedad, sí ha sufrido o sufre en niveles leves algún síntoma de esas enfermedades.
Si queremos evolucionar como sociedad, debemos evolucionar nuestra calidad humana y esto requiere que estemos conectados con nosotros mismos, con nuestra esencia y nuestras emociones, liberándonos de patrones y exigencias externas que no nos permiten reconocer quiénes somos, qué queremos y hacia dónde queremos ir.
Nick Werhli |
- Mayor capacidad de vivir con calma y claridad mental.
- Aumento de la energía física y optimismo frente a la vida.
- Disminución de ataques de ansiedad o/y recaídas en depresión.
- Mejora en el sistema inmunitario.
- Expansión del sentimiento de amor y compasión por uno mismo y el entorno.
Algunas actividades que puedes hacer sean cual sea tu práctica actual de mindfulness:
- Cada día da las gracias por algo que aprecies de ese día.
- Empieza tus mañanas haciendo estiramientos y respirando profundamente.
- Camina descalza/o en la naturaleza.
- Cuando acabes de hacer ejercicio físico piensa en cómo te ha hecho sentir ese ejercicio.
- Cuando comas, pon tu móvil en silencio y si es necesario boca abajo sobre la mesa. Disfruta y saborea la comida, que es tu alimento.
Jhonatan Borba |
Para más información y prácticas de mindfulness puedes entrar en www.silviaminguella.com y descargar gratuitamente desde la página de inicio 3 dossiers prácticos que te ayudarán a conectar e incluir el mindfulness en tu vida.
Por. Silvia Minguella
Foto de Portada. Zhanna Fort