Cada camino
os llevará a cumplir diversos objetivos, pero muchas veces hay que romper con
todo lo establecido para realizar aquello que realmente nos apasiona. Es el
caso de Mayte Mejía; la directora del Centro de
Salud y Estética Cuida´t.
Ella se ha
formado en el mundo de la estética y las terapias holísticas.
Nacida en
Santo Domingo, desde pequeña ya apuntaba maneras que la encaminaban hacia lo
que hoy es su pasión.
Cuando era
pequeña, siempre tenía cosas guardadas por si alguien las pudiera necesitar, en
un cajón de su abuela guardaba de todo y cualquier cosa que se necesitara,
sabían que Mayte lo tendría. Era muy precavida, le gustaba ayudar a la gente.
Era una
época en la cual también disfrutaba perderse entre libros, los cuales fueron
sus mejores aliados. Aunque en esos momentos en casa no los tenía, no fue un
impedimento para que no buscara formas de acceder a ellos.
Los
alquilaba para poder conseguir dinero y también vendía helados… Había un
quiosco delante de casa donde alquilaban los libros, los comics, y el
quiosquero se dio cuenta de que me gustaba leer y que era muy
rápida. Fue el primero que me lanzó un reto, me dijo que, si leía un
libro en un tiempo limitado, no pagaría el siguiente y desde ahí los retos me
gustan...
Definitivamente,
Mayte fue una niña que creció rodeada de una familia con una energía muy
humana, colaborativa y eso influyó en ella, pero hubo una persona que marcó su
vida y a la cual considera como su padre.
Mi tío es
juez y es el referente más importante en mi vida, la persona que me enseñó a
ser tenaz, disciplinada, a ser lo que soy hoy en día.
Si uno
quería estudiar tenías que demostrarle que querías hacerlo y él te ayudaba a
alcanzar tus sueños. Él, para mí ha sido un referente en cuanto a lucha,
al no decaer cuando tienes altibajos, fue quien me enseñó a poner cada cosa en
su sitio.
También está
mi madre, pero ella me aportó otras cosas.
Por otro
lado, las mujeres de mi casa son muy importantes. Para la época, estaban muy
avanzadas, ellas son vitales en mi vida y aunque ninguna tenía una carrera
siempre te daban lo mejor.
Después de
mí, todas comenzaron a estudiar en las universidades, fue una generación que
cambió todo en mi familia. Soy hija única y a las mujeres de mi casa las amo, para mí ellas
son la fuerza. Ser hoy en día ejemplo para mis primas me hace sentir bien y
saben que pueden confiar en mí.
Cuando cierra los ojos y rememora los momentos de su
infancia, parte de su adolescencia en su país junto a los suyos, sólo siente
amor, recuerda a la gente maravillosa que la rodeaba, siente la música y la
alegría de esa época. Una época en la cual soñaba con ser tantas cosas.
Quería ser bailarina de ballet clásico, cantar ópera, no es
que sepa, pero me gusta, pero lo que más me sedujo fue estudiar derecho que, es
una espinita que tengo clavada.
Cuando terminé el colegio me vine a Barcelona, salimos de
Santo Domingo porque necesitábamos dar un cambio a nuestras vidas.
Aunque cuando estaba aquí me sentía perdida, no sabía hacia
dónde ir, estuve así durante un año, me costaba encaminarme, hasta que un amigo
de mi madre se dio cuenta de que no era feliz y le aconsejó que me dejará
estudiar aquello que me apasionaba.
Su madre decidió apuntarla a una escuela de modelaje
profesional, fue una experiencia que la ayudó mucho, pero también fue una etapa
en la cual decidió cambiarlo todo.
Me sentía muy feliz y cómoda en la pasarela, aunque no era
alta. Durante ese tiempo vi que todas mis compañeras buscaban su sitio, yo
decidí frenar y volver a estudiar algo que me gustara, porque creí que ese
mundo no estaba hecho para mí…
Me decanté por estudiar para esteticista, porque yo desde
los quince años iba a mi esteticista con mi madre.
Gracias a ellas me sumergí en el mundo de la estética, pude
ver los cuidados, la pasión que le ponían y la asesoría que me dieron, me
encaminaron hacia esta profesión, ellas son unos referentes para mí.
Fue así como comencé a estudiar estética, pero me desvié
otra vez porque soy una persona que se guía por las sensaciones y durante la
formación de estética descubrí que me gustaba el masaje y estudié para
quiromasajista holística.
Al terminar la carrera, comencé a trabajar y caí en muy
buenas manos, trabajaba con personas exigentes y mi última jefa me animaba a
ser propietaria de un centro, recuerdo que cuando ella cerró su negocio me
envió a sus clientes, para mí, ella fue la mejor.
Después de un tiempo en el cual tuvo que paralizar sus
actividades por situaciones que no podía controlar, decidió retomar su
profesión y llegó al centro Cuida´t donde comenzó a dirigir el
proyecto.
Era un espacio que necesitaba más energía, existieron muchos
cambios y aunque nos pilló la crisis y a pesar de la falta de inversión,
existían personas que apostaban por ese espacio y fue así como poco a poco
comenzamos a crecer y gracias a las personas que confiaban en mí logramos salir
adelante.
Por todas esas personas, mi principal objetivo fue lograr que
Cuida't fuera el mejor centro de Sabadell. He trabajado con esa visión desde
hace más de diez años, logrando que Cuida´t sea un centro basado en la
excelencia.
Mayte es una mujer muy positiva, tiene una forma de ver la
vida que hace que cada instante tenga un valor importante para ella y eso lo
transmite a todos los que la rodean.
Amo lo que hago y al transmitirlo a las personas me llena y
la verdad es que me llevo muchas sorpresas positivas.
Siento que a pesar de lo duro que es el momento es un buen
momento, hay que aprender a darle la vuelta a las cosas. ¡Es necesario renacer,
reinventarse, creer en uno mismo y pensar que puedes! y no esperar que alguien
venga a salvarte, ¡Tú tienes que tirar hacia adelante con tu fuerza, con todas
las herramientas que te ha dado la vida!
Cuida´t es un espacio destinado a la estética y al
bienestar, donde la visión que manejan de la estética es muy personal.
Mayte nos comenta cual es la esencia de su marca.
El nombre de cuídate es un nombre acertado y fue adoptado,
es un nombre que puede tener diversas formas de interpretarse; para mí es amor,
es cuidar a los demás y a uno mismo, pero sobre todo es pasión.
Nos caracterizamos por saber escuchar, analizamos el movimiento
de cada persona; me gusta indicar que mi equipo trabaja el alma. Al final el
cuerpo transmite un mensaje porque puede verse afectado por diversas
alteraciones y nosotros siempre buscamos ir más allá.
Es una profesión que nos conecta con las personas. Trabajar
aquí no es fácil, pero tengo suerte de haber formado un equipo como el que
tenemos.
Nos comenta que no suele desconectar porque para ella su
trabajo no es un trabajo, le apasiona tanto que le cuesta no estar pendiente de
ello. Aunque de vez en cuando tiene que bajar su ritmo por las recomendaciones
de su familia.
A veces desconectar me es imposible, pero al final mi pareja
y mi hija siempre piensan como aportarme algo diferente, siempre están
pendientes de mí.
Aunque suelo hacer pilates, no soy buena en los ejercicios, hago pilates, pero nada más.
Por otro lado, me gusta viajar, pero no en los aviones
porque me agobio mucho, adoro los barcos donde hay mucho espacio.
Para disfrutar de esos momentos, siempre tengo un libro
junto a mí, los últimos que estoy leyendo son “Brújula para Navegantes
emocionales “de Elsa Punset, un libro de consulta que siempre tengo presente es
“El secreto” y luego de Masaru Emoto, "The Hidden Messages in Water"
(Los mensajes ocultos del agua).
Soy de sentirme muy del mar, aunque no nado muy bien, pero
me da vida y energía, cuando estoy mal, necesito ver el mar, me aporta todo lo
que tiene, me llena.
Las experiencias que ha vivido han hecho de Mayte una
mujer más fuerte y agradecida por todo lo que tiene, segura de dar saltos,
porque no le gusta conformarse con nada, busca crecer y que los que la rodean
también lo hagan. Para ella es vital que cada persona busque lo que le
apasiona.
Hay que tener objetivos claros y a corto plazo, eso de hacer
las cosas y decir que ya las harás ¡no!, lánzate, no tengas miedo.
Se está usando mucho la palabra empoderamiento, pero es
necesario creerlo de verdad.
Y lo importante, es tener a personas que no te pongan
trabas, la persona que está a mi lado desde hace siete años, es el hombre
de mi vida, porque me potencia, me hace crecer.
Soy una mujer muy inquieta, creo en las hadas, en la magia,
me gusta ser feliz, aunque no siempre es así, me gusta que todas las personas
de mi entorno estén bien.
¡El día que no sea feliz haciendo lo que hago, me puedo
preocupar!
Ha sido muy interesante poder conocer a Mayte Mejía y
descubrir mucho más de una mujer camaleónica y apasionada que nos invita a
cuidarnos en Cuida´t.