“Aprendí que es mejor una decisión
incómoda tomada a tiempo,
que toda una vida de incomodidad”
Con firmeza he de contarles que: ¡hay Rosa
para rato!, sin duda esta venezolana construye una historia entre pañales y
proyectos, donde en una esquina del salón de su hermosa casa nos sentamos y decidimos
‘echarnos un cuentico’, (lo que en coloquial venezolano sería: una conversación
larga y tendida). Rosa Virginia, aparte de ser mi amiga es una de las personas
más inspiradoras que conozco, de esas que siempre tiene una sonrisa en su cara
con sabor a alma; hoy es mamá y tal como ella lo describe es el rol más
importante que ha llegado a su vida, su pequeña Charlotte es un ingrediente en
cada uno de sus nuevos experimentos, además se describe emprendedora, enamorada
de la vida, de todo lo que le hace crecer y evolucionar; lo más bonito es que
hoy, somos dos emigrantes que hemos sabido decir: ¡Sí se puede!.
Así
es, vaya par de ‘cotorras’ que se sentaron a hablar de emigrar y de proyectos,
y después de algunos ‘jalones de oreja’ de los que me gusta y me hacen
reflexionar,
-todos necesitamos amigos así- Rosa entre
risas me decía: ¡sí, somos emigrantes!, pero somos orgullosamente de las pocas
personas que han tenido está oportunidad; bien aplaudimos de pie todo el camino
que atraviesan nuestros paisanos y las ganas que muchos tienen de seguir
construyendo país, nosotras por el contrario nos sentimos en la necesidad de
mirar lo mucho que nos queda por aprender y llenarnos de experiencias por
vivir, es nuestra forma de decidir.
Asimismo,
esta mujer me hacía retroceder el tiempo y recordar que definitivamente nos tocó
empezar la vida al revés, en Venezuela hay que tener actitud desde pequeños,
iba en nuestro ADN y todo lo que sucedió tenía un motivo mayor, teníamos que
sacar lo mejor de lo que estaba sucediendo. Y sí, muchos decidimos arriesgar
sin saber que había del otro lado, pero bien cita Rosa, con su nuevo proyecto: “…
es mejor una decisión incómoda tomada a tiempo, que toda una vida de
incomodidad”.
Sabíamos, que emigrar no sería sencillo y
que quizá sería un ‘golpe bajo’ pero sin heridas, no debía ser traumático y
Rosa nos transmite que lo mejor de una decisión es no centrarse en lo que
puedes perder, sino en lo que llegarás a aprender: cultura, experiencia,
comidas; ella no lo miraba como desprendimiento sino como crecimiento. No había
sido fácil su decisión, había perdido todos sus ahorros en un primer proyecto
que seguidamente fracaso, trabajó feriados y millones de horas extras en eso
que muchos hemos caído, el no saber para que sirviera todo eso; a mí todavía me
queda mucho, hay días en donde siento que ella metió el ‘turbo’ y yo debo pisar
más fuerte, pero está claro que cada uno lleva su ritmo ¿no?, -ja ja- ¡eso espero!
Capturapasos |
Nacimos, en un concepto que no conocíamos, en una historia que no nos habría gustado escribir, pero bien en una realidad paralela donde nuestros padres tomaban decisiones a su ritmo y nosotras seguidamente a un ritmo mucho más veloz, es que ya lo he dicho antes: Emigrar no es para todo el mundo, pero Rosa Virginia me lo reafirmaba con un: “…no lo es, como casarse tampoco es para todo el mundo, como ser madre para algunas no lo es”. El mundo de hoy está diseñado a nuestra medida, y estas decisiones solo nos animan a surgir en cualquier faceta, a ser fiel amante de la vida, de las experiencias y como no, compartir lo aprendido; es así como nace su perfil en Instagram, su canal en YouTube y seguidamente sus más recientes proyectos, todos con un sello muy humano, con su toque de indudable empatía y creyente de la luz que todos llevamos dentro y que pocos sabemos encender, he aquí su aporte.
Es
que, “emigrar es caer en un limbo, cuando hablas con tus amigos de allá eres
muy española, cuando hablas con tus amigos de aquí eres muy venezolana”,
entonces es mejor decir que somos del mundo, y convertir cada lugar de tu
camino en tu hogar, donde tengas una vida plena, donde tus hijos puedan crecer
compartiendo tus valores y tú te sientas dichoso de ello, no me cabe la menor
duda que cada uno de nosotros se esfuerza a diario con conseguir esa paz
interior que nos hace sentir cada día más libres y dueños del destino, de lo
contrario queda alguna decisión pendiente.
Continuamente,
nos dicen: ¡eres venezolana! y nosotras que coincidimos en ello, lo definimos
en: “ser venezolana, es de donde vengo y estoy agradecida de haber nacido ahí,
pero la identidad es más que eso, es llevar mis valores, mi familia y lo que
celebro de mi país, sus tradiciones, es eso lo que me hace venezolana, no es
llevar la bandera cuestas” en cada acción, es un sentimiento intrínseco.
Entonces, si tanta identidad debíamos sentir, Rosa crea @Barcelonakeepers un
concepto catalán para los de aquí y para compartir con el resto del mundo, es más
que un souvenir lleno de valor, concepto o pasión, era regalar una marca a
Barcelona, “la ciudad más bonita en donde decidí vivir, y yo quería agradecerle
las mil oportunidades que me ha dado, el lugar donde conocí al amor de mi vida
y donde nació lo más grande de mí, mi hija”, así lo describe.
Barcelona Keepers |
Reflexionando, en una vida completamente imperfecta pero donde tenemos todas las herramientas para jugar a nuestro favor, después de mucho pensar en esa montaña rusa de emociones, nuestra emprendedora se convirtió en escritora, y sí, Rosa que había toda la vida querido escribir un libro, decidió despertar un día y no seguir esperando - el momento perfecto-, ese tiempo que pasaba y consumía días y horas en el calendario y lo que parecía un sueño de colegio y solo compartido con sus amigas más cercanas se iba a hacer realidad. ¡Vaya caja de sorpresas! una persona que decide emprender y compartir sus experiencias desde adentro, crea finalmente su primer libro:
Ella que decidió.
Ella que decidió |
“Yo soy una fiel creyente de que todo
lo que nos pasa en nuestra vida
tiene una razón,
que, aunque pensemos que no es la justa,
lo termina siendo a la larga para obtener
un aprendizaje,
y ser motivador para impulsarte a lo próximo”.
Ahora bien, si las personas nos detuviéramos
por un momento a pensar que a todos nos pasan las mismas cosas desde diferentes
situaciones, la redacción de Rosa nos enseña que la finalidad de todo se resume
en tomar esas pequeñas lecciones de la vida y comenzar a aplicarlas en
reinventarnos, para renacer de la necesidad de crear nuevos procesos viables
que hacen realidad nuestros sueños, pero así mismo, sin temor a equivocarnos
debes comenzar por tomar fieles decisiones.
Antes
de terminar, le propuse a Rosa resumir en solo tres palabras lo que había sido
la experiencia de escribir Ella que decidió, a lo que con un profundo ¡woao! se
le adelanto su bebé Charlotte con un: “¡Gracias!”- en idioma bebé, y es ahí donde
Rosa afirmó: ¡sí!, sin duda de la experiencia diría que hay mucho de
agradecimiento, aprendizaje y empoderamiento, de esto último mi mayor y
profundo apoyo; sin pensar siquiera que su libro en solo días estaba siendo leído
en España, Estados Unidos, Australia y hasta en Bali, es que los sueños dejan
de serlo cuando aún despierto los puedes contar.