El virus que nos dejó en casa


“El número de contagiados por coronavirus en España
se ha incrementado en tan solo 24 horas en 80.100 personas…”  El Mundo.es


            El número de contagiados por coronavirus en España se ha incrementado en tan solo 24 horas y con él la preocupación de cada uno de nosotros por el provenir de nuestras familias, amigos y sin duda el pensamiento también se inclina a nivel social e incluso económico. Sabemos que lastimosamente la situación que vemos frente a nuestros ojos puede convertirse en un agobio, y así también viendo como el planeta por su parte nos agradece el ‘parón’.

elmundo.es
        Asimismo, los resultados del virus nacido en China en la ciudad de Wuhan y se ha ido expandiendo como pólvora por el mundo y lo que parecía una realidad terminó llegando a zonas con altas temperaturas en América y Australia, donde en principio se decía que no afectaría y hoy rompe toda predicción. Las cifras pueden ser alarmantes a nivel mundial, más de 732.700 casos de infectados y hasta 34.018 muertos en 192 países, siendo nuestro país el tercero en la posición de riesgo, el conocido COVID-19 se presentaba como una gripe común que rompió los patrones convirtiéndose en el virus que nos dejó en casa.

           Es así, como queremos darle ‘la vuelta a la tortilla’, convertir lo que parece una pandemia incluso emocional, pueda ser a partir de hoy (desde el inicio), el motivo para demostrarnos a nosotros mismos que a una sociedad no la mata un virus, la mata la falta de empatía, solidaridad y sobre todo la irresponsabilidad con los demás. Las muestras de afecto resaltan estos días, añoramos abrazos que a veces no damos y hemos llegado a hacer videollamadas con amigos del otro lado del planeta, no todo podía ser malo; son sentimientos encontrados para familias que están lejos o parejas que viven en diferentes casas o incluso países, nos han separado físicamente, pero nos han unido más en ganas, los padres han tenido que reinventarse con sus hijos, que resumieron su infancia unos días a unos cuantos metros cuadrados. 


              Les comento, sí a un enfermo terminal de cáncer de pulmón le dicen que no puede fumar, ¿serias capaz de regalarle cigarrillos?, pues el mundo tiene una enfermedad a cuestas, y tú puedes ser sin duda el alcohol sobre el fuego, o el agua fresca y abundante. Mientras tanto, por mi parte, hacía mucho tiempo que no usaba las redes sociales como ahora, y decidí escribir con toda el alma un post en Facebook, que les comparto:

Nunca pensé que, con 31 años de vida,
viviría un ‘Paro Petrolero’ dentro del país de mayor exportación en el Mundo (Venezuela), que viviría más de 10 años en ‘dictadura’ (Socialismo, Chavista),
que marcharía en las protestas más grandes de sur América, que tendría que emigrar (sola, en España)
y que viviría una pandemia Mundial
que obligaría al planeta a vivir en cuarentena y en lo más parecido a un ‘toque de queda’.
En fin, supongo que a esto se refería mi abuela cuando me decía: “¡Si yo te contará!, es que la Vida es muy corta,
pero seguro tendrás mucho que contar”
Agregaría que tuve que saber que la perdía
en la distancia, y si hoy extraño sus abrazos, estoy segura de que esto también pasará...
Y ya podremos darnos todos unos abrazos…
Cuídense, ahora eso... ¡cuídense!
Alexa Rug, 2020.

          Sin duda, unos de los posts con más conversación de mi perfil, muchos familiares que tenía años sin hablar aparecieron y mis amigos de siempre ya pedían la primera ‘call’ en grupo, que somos ocho regados por el mundo y que por diferencia horaria se nos hace prácticamente imposible pautar y hoy nos damos el “gusto” de sentirnos cerca y apoyados. Se han creado juegos en línea, mi pareja desempolvo sus antiguos videojuegos y mi compañera de piso puso a diez personas a jugar en ‘houseparty’, mi amiga de Madrid pautó con amigos con ‘Monopoly on line’, mi vecina descubrió que podía lavarse el cabello sin ir a la peluquería y que sus nietas podían postearle fotos por ‘WhatsApp’ para hacerla sentir bien, que mis padres en Venezuela me pedían la clave de Netflix para ver películas conmigo y reírnos para pulsar ‘Play’ al mismo tiempo, y millones de amigos usando ‘Zoom’ y otras aplicaciones para trabajar desde casa.


          Sin embargo, muchos aún deben trasladarse a sus sitios de empleo, usar sus vehículos y moverse por carreteras para seguir con la logística de un mundo que no se puede parar entero, médicos y ayudantes sanitarios que con lágrimas en los ojos despiden a algunos pero escuchan y agradecen nuestros aplausos a las ocho de la tarde y por qué no nombrar a los políticos que al igual que nosotros tienen familia y que hoy cualquier decisión es juzgada, pero lo difícil que será tomarlas.

           Por mi parte, he decidido emprender, ¡Yuju! quién lo diría pues en “época de lluvia, construye paraguas” o “en primavera deberías vender pañuelos” y sí, Alexandra se atrevió quizá en el momento menos oportuno de lanzar su propia marca, ¡señores! el mundo está caminando  lentamente, en lo que normalmente vemos correr y era justo parar a tomar un descanso, obviamente sin lamentar vidas humanas, y pido que si alguno de mis lectores está pasando por un mal momento debido a la pandemia, todos los demás que me leen puedan dedicar un pensamiento, oración e incluso una sonrisa o una pequeña frase para ellos, estamos juntos en esto y ¡lo lograremos!
  
             Las mujeres le han demostrado un poco a los hombres y viceversa, lo que es “hacer mil cosas al día”, porque estar en el hogar no es solo ser ama de casa, es cuidar a los niños y trabajar, el ‘multi-tastin’ se ha multiplicado sin importar raza, edad y sobre todo sexo; con esto no soy machista ni feminista soy una persona que deja claro que todas las labores mutuas de casa se han multiplicado y que ahora todos hemos limpiado hasta los viejos trasteros que nunca por tiempo o pereza dejamos aplazados, o como en mi caso que he hecho un tsunami en el salón y limpiado hasta debajo del parqué al estilo más propio de Mary Kondo, libro que por cierto recomiendo y me terminé ¡vaya crack!. ¿Cuántos libros deberíamos leernos al año?, dicen que deben ser mínimo 12, uno por mes, si no te gusta leer ya este sería otro tema, pero con 30 páginas al día, seguramente habremos logrado un poco más. Hay millones de cursos en DomestiKa a menos de 20€ me he ido apuntando a varios y dedicarles el tiempo que normalmente no tendría en mi rutina normal.

StyleLovely
         Desde una clase de yoga online, hasta un vecino que te canta desde el otro balcón, desde ‘challenge’ de hacer rutinas de ejercicios, hasta carteles en los ascensores para ayudar a nuestros abuelos, dejo esta reflexión:

“Si la mayoría de las personas jóvenes
 fuéramos las realmente afectadas
y vulnerables al virus,
seguramente nuestros padres
y abuelos cuidarían de nosotros,
seamos ejemplo y colaboración”.

            Muchos han descubierto lo bonito de trabajar con su pareja al lado, cada uno en lo suyo, tener a tu mascota en los pies, y algún: ¡maaamáaaaaaaaa a lo lejos…! Es sin duda, el comentario más bonito que he leído en internet, y sí, porque no nos damos cuenta de que esto es una oportunidad, que del otro lado de virus hay una cara valiosa de valores que a veces tenemos perdidos, y hasta donde hacer nada también está bien.


         ¡Sabías qué hay visitas a museos digitales!, hay millones de webs de moda por leer, hay consejos de belleza increíbles y un millón de series en plataformas digitales, graba tu propia peli en casa, cuéntame tu historia, pero lo más importante es el que te reto postear un enorme gracias a todos los que puedan leerte… ¡Por esto, yo hoy te doy las gracias por estar ahí!




Redacción  Alexandra Ruggiero

Comparte artículo:

 
Copyright © THE WORLD KATS MAGAZINE. Derechos Reservados