Por. Silvia Minguella
Quizás no entiendas del todo qué hay en el ambiente ni
puedas especificar el qué, pero puedes sentir que el mundo entero está
cambiando; Tú estás cambiando y sientes que algo más está por llegar. ¿Te pasa?
¿Lo sientes?
En tiempos en los que estamos todos transitando por un
cambio de paradigma y transformándonos en todos los niveles: social, mental,
personal, emocional… es momento de abrir nuestra mente ya a nuevas ideas,
perspectivas y campos de conocimiento que nos pueden proporcionar una inmensa
información y re-conexión con quienes somos realmente con el fin de adoptar una
apertura de conciencia para nuestra vida.
Aquí, ahora es donde quiero introducir la astrología como
herramienta de autoconocimiento.
Durante muchas generaciones esta práctica, que no es más que
un lenguaje universal ha sido erróneamente malinterpretada, manipulada y en
algunos casos vetada. Sin embargo, afortunadamente en los últimos años está
empezando a re-integrarse en la sociedad y cada vez está siendo más aceptada y
expandida como la divina herramienta de conocimiento que es.
Existe la astrología mundial, social que estudia y nos habla
de tránsitos y configuraciones que pueden influirnos a todos como colectivo y
nos ayuda a comprender situaciones globales que estamos viviendo (como la caída
de estructuras sociales que se dio en 2020 con la unión de planetas en Capricornio)
o los problemas que tenemos en las telecomunicaciones (la fama de Mercurio
retro, muy presente este mes de octubre, por cierto).
De igual modo, también existe la astrología psicológica y
esta es la que me interesa presentar porque por experiencia propia y
testimonios de clientes puedo confirmar que es una de las mejores herramientas
de autoconocimiento y crecimiento personal.
El estudio de nuestra carta astral / natal es un diagrama en
el que se muestran la posición de planetas a la hora de tu nacimiento.
Esta posición de planetas, distribuidos alrededor de la
rueda zodiacal muestra tanto las constelaciones/ signos y casas en las que cada
planeta se encontraba en el momento de tu nacimiento, marcando así unos
patrones psicológicos de personalidad con los que consciente e
inconscientemente vas a ir afrontando diferentes situaciones y experiencias a
lo largo de tu vida.
Estos rasgos de personalidad detallan tendencias de
comportamiento y emociones de las que a veces podemos ser inconscientes.
Conociendo estas tendencias y patrones podemos empezar a entendernos mejor y a
trabajarlas para nuestra evolución espiritual y humana. De ahí, que cada vez
más profesionales utilicemos la astrología como herramienta en terapias
psicológicas.
En lugar de pensar que la astrología te marca un destino
inamovible, es maravilloso comprobar cómo, bien empleada, es una maravillosa
guía de autoconocimiento que nos ayuda a evolucionar al reconocer tanto
nuestros bloqueos como virtudes, en muchos casos infravalorados.
No se trata de tener que ser todos estudiantes de astrología
ahora pero sí de aceptar la práctica como un lenguaje universal de conciencia y
acompañamiento.
Te invito a cambiar la idea de “creer o no creer” en la
astrología a entender que simplemente es ese lenguaje que nos habla de la vida
tanto a nivel general como personal.
Recuerda la Ley de la Correspondencia: “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”.