De la diversidad de estilos, formas y colores el accesorio
que siempre ha llamado mi atención es el turbante africano o Guelé,
una prenda que posee una herencia cultural y un mensaje social muy importante.
Su estética colorista y sofisticada, convierte a los turbantes africanos en
piezas irresistibles.
No es solamente un adorno que puede llevarse en ceremonias
religiosas o en actividades cotidianas; es una pieza que
ha inspirado a muchos apasionados de la esencia afro.
Este accesorio ha formado parte de la indumentaria de
mujeres como Lupita Nyong’o, Beyoncé, Rihanna, Alicia Keys entre
otros reconocidos personajes públicos.
Pero si nos remontamos a los años 90, entre las primeras
mujeres que abanderó el uso del turbante africano, fue la cantante
estadounidense de R&B Erykah Badu.
Verla lucir está pieza milenaria fue un homenaje a sus
orígenes, a la fuerza de sus raíces, a su herencia ancestral. Para el pueblo afrodescendiente fue toda una inspiración.
Una de las características del turbante africano son
los estampados que cuentan la historia de la tierra, el alma de su gente, la
vida diaria y esa es la fuerza que se reflejan en sus diseños. Muchas de estás
piezas femeninas transmiten energía y desprenden la belleza de sus raíces
gracias a las telas Wax, Aso-Oke, Batik o la Kente.
Esta pieza tienen diversos usos y significados en los
afrodescendientes, dependiendo de la región y también varia de nombre por esa
razón.
Ha sido durante muchos siglos, parte de la cultura
afroamericana y afro-latinoamericana, pero su repercusión ha traspasado
fronteras y también ha inspirado en las más importantes pasarelas de
moda.
Los turbantes africanos son los accesorios con
mayor personalidad y se han convertido en uno de los más deseados por las
mujeres en todo el mundo.
Erykah Badu |
Redacción: Karina Casquero Ch.
Fotografías: Pinterest