Redacción. Aurora Ubiña.
¡Helado! Me encanta tanto el helado, que no sabría decirte mi sabor preferido ¡me gustan todos! Bueno en realidad si que tenía un sabor favorito, pero luego te cuento mi tragedia.
Estaría todo el día comiendo esta delicia, no solo en verano, sino todo el año ¿te ocurre a ti lo mismo?
A mucha gente le gusta ¿sabes cuánto helado se consume durante todo un año en todo el mundo? Se consume hasta cinco mil piscinas olímpicas llenas de este dulce ¡hasta ese punto nos gusta!
Así que no me extraña que tenga su propio día, hoy 24 de marzo, día europeo del helado, quería cederle el protagonismo del artículo a la estrella del día ¡el helado!
Le gusta tanto a niños como a adultos. Yo todavía cuando lo como sigo maravillándome como si fuera una niña, hasta ese punto lo disfruto. Apetecible a cualquier hora y presentado de mil formas diferentes, de crema, sorbetes, polos, semifríos, en cucurucho, con forma de tarta o incluso salados, nadie se resiste al refrescante placer de un helado artesanal. Tiene algún tipo de misterio este delicioso alimento ¡puede ser!
Los helados tienen un poder especial para hacernos recordar ¿estás de acuerdo conmigo?
Siempre lo asociamos con recuerdos felices porque te aporta mucho placer. No solo tiene un sabor placentero, además se asocia a las vacaciones y a irse de viaje, es un capricho. Es como una máquina del tiempo ¿a qué se deberá?
Seguro que te haces muchas preguntas, como de donde viene, cuál es su historia… hoy en día lo podemos conseguir casi en cualquier parte. Pero no siempre fue así.
En la Antigua Grecia y para los romanos, para tener helado dulce, tenían que bajar hielo de las cimas de las montañas y después picarlo con miel. Unos cientos de años después, en China, el emperador disfrutaba de una especie de granizado con nieve, leche y especias. Y por fin llegamos a los renacentistas italianos, ellos fueron los que descubrieron que, si mezclabas nieve con sal, causaba una reacción química que ayudaba a enfriar toda la mezcla sin congelarla, lo que fue un paso importante.
Puede que sea un producto caro y que engorde, pero rara vez la culpabilidad sabe tan bien ¿no crees? Además, las heladerías son el negocio de la felicidad. Sus productos y trabajo hacen feliz a la gente. Así que eso lo compensa todo.
¿Me acompañas en este dulce viaje? Ven conmigo de ruta por algunas de las heladerías de Europa, que maravillan a cualquiera que pase por delante. Hubo un tiempo que el helado era sencillo, pero eso ha cambiado, ha evolucionado.
Comenzamos esta ruta, como no podría ser de otra manera, por la zona de Florencia y la Toscana.
Florencia.
Badiani. Esta heladería la recomiendan mucho ya que tienen la patente de un helado que se crea aquí en Florencia, Buontalenti. Es una heladería que está apartado del centro. Y la pregunta es ¿es necesario ir a una heladería fuera del centro para comerte un buen helado? La respuesta es no.
Te voy a dejar un listado de otras heladerías buenísimas de Florencia para que cuando puedas, hagas ruta: Sbrino, Passera, Strega nocciola, Santa Trinita, Edoardo, Vivoli.
Sbrino, tienen la heladería, su propio laboratorio en el centro de Florencia, y su particularidad es que los helados son fabricación propia, realizan la producción de su leche propia en su finca en Toscana, en Volterra. Un sabor que piden mucho en esta heladería es Speculoos.
Gelateria de la Passera, su sabor más característico, cualquiera de frutas.
La Strega Nocciola, sabor característico, lavanda.
Gelateria Santa Trinita, el sabor más curioso es el de sésamo negro y uno de los que más venden, el de pistacho.
Edoardo, aquí recomiendan probar los sabores de miel y lavanda ¡juntos!
Vivoli, si tu helado favorito es la crema, esta es tu heladería. Es una heladería que recomiendan muchos lugareños. Y fue la que te recomendé en mi artículo ¡Una mirada a la esencia de Florencia! Que, si no lo leíste, o lo quieres recordar, te lo dejo aquí.
San Giminiano.
En la zona de la Toscana, se encuentra una de las mejores heladerías del mundo, Gelatería Dondoli, no en vano se le ha otorgado varios premios y reconocimientos.
Te la mencioné en mi artículo La Toscana ¡Esencia de un verano mágico!, te lo dejo de nuevo aquí, así podrás recordar el paseo por toda esta zona, donde también estaban ciudades como Cortona, Volterra, Montepulciano,…
Roma.
Venchi. Su cascada de chocolate en la pared principal no te va a dejar indiferente.
Gelatería La romana, es una de las mejores heladerías de Roma, y como te comenté en mi artículo ROMA ¡Museo a cielo abierto! Tienes que probar los cinco tipos de nata de pastelería que tienen, lo puedes volver a leer aquí, entre otras localizaciones y curiosidades de la ciudad.
Venecia.
Boutique del Gelato. Es un local muy pequeño, su dueña, Alessandra, prepara y vende el helado, así que esta mujer prácticamente vive en la heladería.
Módena.
Heladería Emilia. Tienes que probar el helado fiore de latte. Y acercarte a la tienda de al lado, donde venden Vinagre de Módena, y echarle unas gotas de vinagre de cereza. ¡Si has leído bien! La mezcla igual es chocante, pero hazme caso. Y por supuesto compra la botella para llevártela a casa, compra mejor dos, y una me la traes cuando pases por Barcelona.
Irlanda.
En mi anterior artículo, justo te recomendé una heladería de sabores salados y muy particulares de Irlanda, ubicada en la zona de Dingle. Se llama Murphy’s. Te dejo el enlace del artículo completo aquí, llamado Cuando viaje a Irlanda ¡la isla Esmeralda! ¡Lugar de mitos, leyendas y Leprechauns!
Barcelona.
De la Crem, regentado por un prestigioso heladero italiano. Ha tenido tanto éxito en la ciudad condal, que además del local ubicado en Enric Granados, tiene otro en calle Sant Joan. Sus ingredientes frescos, de temporada, te enamorarán. Todo apto para celíacos.
Rocambolesc, el pequeño de los hermanos Roca no necesita presentación, pero te tengo que decir que tienes que probar el “panet”, un brioche que rellenan con helado y luego lo ponen en la plancha. El contraste de caliente y frío te va a encantar.
Taiyaki Born, te menciono esta por la particularidad de que el helado se sirve en un gofre caliente en forma de pez. Su masa es casera y deliciosa ¡sé atrevido y combínalo con sus sabores más originales!
Hay tipos de comida que reconfortan mucho. Y el helado es ese sabor que nos recuerda al hogar. ¿Sabías que dicen que lo asociamos a la leche materna? Nuestra pasión por lo dulce comienza muy temprano, estando dentro de nuestras madres, los bebés consumen más líquido amniótico cuando es dulce.
Pero no solo se trata de azúcar, no solo él es el protagonista, la mezcla con la grasa hace que sea una poderosa aliada. Y cuando ambos se encuentran en el equilibrio correcto eso manda un mensaje a nuestro cerebro. Por eso cuando comemos helado nos sentimos felices, y no es producto de nuestra imaginación ¡somos felices de verdad!
Uno de los recuerdos que tengo de comer helado es preparar una tarrina entera de helado de nueces con trozos de nueces y rociarlo de caramelo líquido por encima y comer hasta que se acababa junto con mi madre. Era nuestro helado favorito hasta que dejaron de venderlo, desde entonces lloro por las esquinas, ya que ahora solo encuentro nata con trozos de nueces, y para mí no es lo mismo.
¿Echas de menos algún helado que hayan dejado de producir? ¿Cuál era tu helado favorito de tu infancia? ¿Qué te hace rememorar?
¡Cuéntame estoy deseando saber!
Redactora. Aurora Ubiña
Fotografía Portada. Taryn Elliott