Siempre he pensado que por sobre todas las cosas, uno tiene que aceptarse así mismo y no tiene que estar pendiente de la aprobación de los demás, porque al final no hay nada como ser originales y auténticos.
Es cierto que no siempre soportamos la idea de ser rechazados por los demás, que afloran los miedos y según lo que nos atrevamos a
hacer, nos invade la vergüenza sin razones reales, ya que todo cuanto se hace
con pasión no tendría por que hacernos sentir menos que nadie, al final son
nuestros sueños.
Debemos aprender a actuar ante los demás siendo nosotros
mismos y no lo que ellos esperan que seamos, porque a la larga no podemos
mantener una imagen irreal... ¡Recordarlo!
Tenemos que entender que estamos diseñados de una manera u
otra, para estar rodeados de personas o formar parte de grupos; pero que
eso no obliga a actuar dejando de lado nuestra esencia, lo que nos caracteriza,
lo que nos hace diferente a los demás, no nos abandonemos por el simple hecho de querer hacer
felices al resto del mundo.
Necesitamos aprender a buscar nuestra felicidad, nuestro
equilibrio, lo que nos mantiene despiertos, lo que nos permite ver la vida de
otra manera, aquello que nos da la libertad de ser lo que queramos ser, sin reprimirnos a mostrarnos tal cual somos y tal cual deseamos ser.
No hay nada como ser libres y felices, con todas las cualidades que
poseemos, siendo reales con nosotros mismos, dejando de lado lo que digan o
esperen los demás, al final lo que somos nos diferencia de las máquinas.
"La felicidad se enamora del amor,
que se enamora de la libertad,
que se enamora de la paz,
y todos viven enamorados
de la vida."
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Model: Melissa Gleizes
Photographer: Karina Casquero