Es inevitable que al pasear por las calles, nos encontremos
en cada paso, muchos montones de hojas secas, cada una de ellas con ese color
tan característico que les da el otoño... Las observamos y soy de las personas
que no puedo evitar sentirme fascinada por sus formas.
Es uno de los tantos detalles que me gusta de esta temporada, esos colores
cálidos que invaden todos los rincones, dándole un toque romántico... ¿y porque no? hasta podríamos decir que tienen ese algo nostálgico, que nos atrae.
Y cuando cae el atardecer, podemos apreciar como suele teñirse de ese cobrizo
que lo hace especial, es como si la misma tierra diera rienda suelta a todo su
encanto.
No os negaré, que es una estación que suele relajarme, darme esa calma, después
de toda la locura del verano; personalmente la considero como un soplo de brisa
fresca; aunque tampoco nos engañemos, que tal como va el tiempo (y no existe
forma de atinar en las predicciones meteorológicas); más de uno
llevamos noches que abrimos todas las ventanas para que corra el aire y así
podamos conciliar el sueño, ya que el calor y el bochorno aún se
siente en algunos lugares.
Es una época perfecta para salir a dar largas caminatas, es de aquellos
momentos en el que el tiempo no influye en nuestros planes, es una estación que
nos permite tener otra perspectiva de lo que nos rodea, crear momentos que nos
llenen de felicidad.
Así que dejemos que aflore nuestro lado sensible, vivamos cada instante con la
idea de sacar el mayor partido al día a día...
“Los hombres no sucumbimos a las grandes penas y a las grandes alegrías. Y es
porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de
pequeños incidentes. Y la vida es esto, niebla. La vida es una nebulosa.” -
Miguel de Unamuno
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Tejanos: Zara
Calzado: Zara
Reloj: Festina
Model: Ariel Chacón Belliard
Photographer: Karina Casquero