De las pasarelas a la calle; el fenómeno imparable de la Semana de la Moda

De las pasarelas a la call; el fenómeno imparable de la Semana de la Moda
 

Cuando hablamos de las Semanas de la Moda, solemos pensar de inmediato en grandes casas de lujo presentando sus colecciones en escenarios espectaculares: Chanel transformando el Grand Palais en una playa imaginaria, Dior recreando jardines de ensueño o Balenciaga mostrando su propuesta en escenarios distópicos que parecen salidos del cine. Sin embargo, quienes vivimos la moda desde dentro sabemos que estos eventos son mucho más que la exhibición de prendas; son una experiencia cultural y estética que atrae a creadores, editores, compradores, influencers y soñadores de todo el mundo.

Las capitales clásicas —París, Milán, Londres y Nueva York— han sido durante décadas el epicentro del calendario fashion. No obstante, ciudades como Copenhague, Seúl, Ciudad de México, Madrid, Barcelona o São Paulo están ganando terreno y aportando frescura, nuevas voces y una mirada más inclusiva y sostenible a esta industria. Cada Semana de la Moda tiene su propio latido, su estilo y su filosofía. Pero todas coinciden en una cosa: la moda se vive dentro y fuera de la pasarela.

Las calles como otra pasarela

Uno de los grandes fenómenos que han ganado protagonismo en la última década es el llamado street style. Hoy, muchas cámaras se enfocan tanto en el front row como en la acera de enfrente. El fenómeno comenzó tímidamente a inicios de los 2000, pero con el auge de las redes sociales y los fotógrafos de moda como Scott Schuman (The Sartorialist) o Tommy Ton, las calles se transformaron en un espectáculo paralelo, vibrante y auténtico.

Durante las Semanas de la Moda, el exterior de los recintos se convierte en una galería viva de estilos, mezclas arriesgadas, guiños a las tendencias de temporada y homenajes al ADN de las firmas que están desfilando. No se trata solo de vestir bien, sino de narrar una historia personal a través de la ropa. El estilismo urbano ha cobrado tal relevancia que muchos diseñadores encuentran en estos looks callejeros una fuente de inspiración tan poderosa como las musas clásicas.

El poder de la narrativa visual

La moda ya no se presenta únicamente a través de los desfiles; ahora se expande en múltiples direcciones: activaciones en tiendas, cenas privadas, colaboraciones con artistas visuales, cápsulas limitadas para redes sociales e incluso experiencias digitales en el metaverso. Las firmas ya no venden solo ropa, venden un universo completo que debe conectar con la audiencia de forma inmediata y emocional. Esta narrativa se refuerza con los asistentes, que muchas veces son embajadores involuntarios (o estratégicamente seleccionados) de la marca.

Una editora con décadas en la industria puede coincidir en primera fila con una it girl de 20 años con millones de seguidores en TikTok. Ambas miradas son valiosas, ambas generan opinión. Ese cruce generacional y estético es lo que hace que las Semanas de la Moda sean tan fascinantes. Ya no hay una sola voz que dicta las reglas; el poder está más repartido y la conversación es más rica.

Moda, identidad y pertenencia

La atracción que generan estas semanas va más allá del glamour. Para muchos, asistir a ellas es una forma de encontrar una comunidad, de expresarse sin restricciones, de pertenecer a un universo en el que la creatividad y la libertad son la norma. La moda tiene esa capacidad transformadora: nos permite jugar, reinventarnos, experimentar y sobre todo conectar con otros.

Ver a alguien cruzar la calle con un estilismo que mezcla alta costura con piezas vintage, sneakers de culto y un bolso artesanal de una diseñadora emergente, es un recordatorio de que la moda está viva, en constante evolución, y que su fuerza más genuina está muchas veces fuera del foco principal.

En resumen, las Semanas de la Moda nos seducen por sus colecciones, sí. Pero también por el arte de vestirse, de comunicarse a través del estilo, de celebrar la diferencia. Porque la moda no solo se mira; se siente, se habita y se comparte. Y en esas calles donde el mundo se convierte en una pasarela, es donde realmente sucede la magia.


De las pasarelas a la call; el fenómeno imparable de la Semana de la Moda
ph. Vanessa Pozos

De las pasarelas a la call; el fenómeno imparable de la Semana de la Moda
Ph. Aymane Hanni


Por. Karina Casquero Ch.
Imagen. Jacob Godisable

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