Fely Campo: “Hay que aparcar egos y mantener la ilusión”

Entrevista a la diseñadora Fely Campo 2023


Aprovechando la 78ª edición de la Mercedes-Benz Fashion week, la diseñadora salmantina que se ha posicionado como una de las propuestas más interesantes del panorama nacional, nos abre las puertas de su nuevo atelier situado en Madrid y nos habla sobre su marca, su inspiración y manda un regio consejo para la nueva generación de diseñadores


Diseño de Fely Campo

Las doce del mediodía, un sol que torra y Madrid en pleno apogeo de gente. Me paro en seco, alzo la vista y observo “Fely Campo 1º derecha”. En efecto, aquí es. Al entrar, me detengo para visualizar la escena que en pocos instantes estaba a punto de reproducirse y que tanto había planeado. Detrás de mí, una mujer de vestido abullonado y de tacones finos como alfileres, me coge ventaja y pica al primer piso. Un santiamén más, y decido subir las escaleras. Miro al reloj. Es la hora. Me recibe su asistente y me dice amablemente que tendré que esperar a la vez que me acompaña hacia una sala repleta de vestidos. Se me hace difícil no rendir culto a esas siluetas, patrones y estampados al unísono que reconozco piezas de colecciones pasadas como de la Tempore Autum 23-24. 

En el atelier se respira un ambiente de vuelta al colegio. Se abre una puerta y sale Fely, tras ella, una clienta con un rostro que me resultaba aparentemente conocido. Se trataba de la mujer que hacía escasos instantes había visto subir por las escaleras al mismo estilo que el de las mujeres propias de la era victoriana. A estas alturas, ver el atelier apresurado de gente no me sorprende, pues son los primeros días de septiembre y la diseñadora ha vuelto (si es que alguna vez se ha ido) al trabajo en serio antes del desfile de la colección spring-summer 2024 que tendrá lugar este sábado.

Una vez despacha a la clienta, se apresura a acercarse hacia mi. Si esta nerviosa no lo muestra. Tampoco parece estresada. Otros diseñadores a escasos días de la presentación de sus desfiles estarían enérgicos, inquietos y con cara de pocos amigos. Nos acomodamos en otra sala más iluminada y damos rienda suelta a la entrevista.

¿Cómo va todo, Fely? ¿Preparada?

Mmm..sí. A mi me gusta tenerlo todo preparado mínimo quince días antes de la presentación de la colección para poder vivir esa semana de la moda más intensamente y solo tener que preocuparme por disfrutarla.

¿Cúal es la importancia de poder venir a mostrar su colección aquí en la capital?

Este hecho es realmente importante porque es la moda nacional y estar ahí, ya de por sí, es importante. La Mercedes, además, es como mi recreo, en el que la pasarela me permite poner toda mi creatividad a través de mis colecciones. Luego también, al montar el atelier aquí, pues es una buena forma para darme a conocer.

Hemos visto su trayectoria pero, ¿Qué podemos esperar de la nueva?

Pues hay algo que quizás resulte sorprendente y es que no he incluido ningún vestido negro. Un color que se postula como mi favorito y que ha quedado sustituido por un gran surtido de color y de formas. Puedo decir que es una colección bastante estudiada.

Normalmente, a última hora, siento que mis colecciones no han sido suficientes, pero con esta no. Tengo expectativas muy buenas y eso me preocupa.

¿Cuál sería la pieza que podríamos considerar la joya de la corona?

Quizás el primer vestido que sale en la colección, ese vestido posee muchas cosas. Para empezar es blanco y, después, tiene unas formas arquitectónicas que ya he hecho en el pasado pero que van mucho con la temática de esta nueva colección.

¿Cómo ha sido el proceso creativo? ¿Cuál es el concepto o la sensación que hay detrás de esta nueva colección?

Pues detrás de esta nueva colección hay mucho. Sin ir más lejos, una puesta en escena muy especial que une un vídeo, una música y una pintura propia. Hasta el nombre de la colección “Zigurat “ está trabajado cautelosamente en equipo.

Sabemos que el año pasado rescataste un boceto que hiciste a los veinticinco año para incluirlo en la colección de alta costura, ¿Será un acontecimiento que volverá a reincidir en futuras colecciones?

Sin lugar a dudas, sí. Además en ese primer vestido que te comentaba hay una parte de este vestido y que también se repite en otros. Es un evento canónico muy interesante, puesto que realice el primer diseño como en el noventa y ocho o dos mil y que incluyó ese detalle que he querido traer de vuelta y que aun no quiero desvelar.

¿Eres de las que siguen tendencias a la hora de crear o de las que las imponen?

No me gusta ni seguir ni imponer. Simplemente me gusta trabajar el tejido y el patrón para que el cuerpo de la mujer se sienta favorecido. Esto es por lo que me rijo.

¿Es sencillo crear algo nuevo cuando trabajas con un legado de más de 40 años?

Yo pensé hace treinta años que iba a ser difícil y que llegaría el punto en el que superaría la edad de mis clientas y que eso haría que me sintiera alejada de ellas y que no podría trabajar para ellas a causa de esa diferenciación. A día de hoy me parece increíble pero cada vez pasa más tiempo, aprendo más y mi creatividad se vuelve inagotable. El año que viene celebraré cincuenta años en el mundo de la moda y puedo decir contundentemente que las ideas no se agotan, sino que se potencian.

¿Qué importancia tienen entonces los archivos de Fely Campo en tu trabajo en la firma?

Tienen mucha importancia. Cuando veo un vestido o una fotografía de un modelo de hace veinticinco años veo siempre que hay una parte de mi. Sé que es mio aunque no pusiera el nombre o ni me acordará de ese archivo. Eso es muy importante. Sin ir más lejos, el detalle del vestido del boceto que rescaté, hace años estaba bien, y ahora, también lo continúa estando. Ese hilo conductor que siempre he querido mantener durante todos estos años me gusta.

En varias ocasiones has mencionado que tus referentes son Cristóbal Balenciaga y Coco Chanel, ¿En qué se ven reflejados en tus colecciones?

De Cristóbal Balenciaga admiro ese amor por la costura, por el patrón, por el perfeccionismo y por la mujer. Sin duda, compartimos la misma filosofía. Respecto de Coco Chanel, fraternizo con sus principios y reivindicaciones por el mundo de la moda. Fue una mujer empresaria en una industria promovida por hombres. Asimismo, le rindo culto a su impecable estilo y que como bien decía ella: “La moda pasa de moda, pero el estilo jamás”.

Sabemos que en tu nueva colección has incluido tweed, un tejido referente para Coco Chanel…

Sí. Me gustan los tejidos fuertes al tacto y el tweed lo es. Siempre ha sido un tejido del que he echado mano pero ahora de manera más colorista. Aparentemente, el tweed parece que solo sirve para hacer traje de chaqueta pero, de repente, puedes conseguir un traje de noche y queda igual o incluso más espectacular.

De todas tus colecciones Tempore, Nagare, Diafonía o Zigurat, ¿En cuál de ellas te has sentido más inspirada?

No sabría decirte bien. En cada momento, cada colección me pareció la mejor. Aunque en esta ocasión, Zigurat cuenta una historia propia a través del patrón que me recuerda a una parte importante de mi vida. Es por esto que me atrevería a decir que en esta.

¿Cuáles son los aspectos que más te gustan de trabajar en la industria de la moda? ¿Y cuáles son los que menos?

En la industria de la moda me gusta el tema empresarial y la toma de decisiones arriesgadas en momentos puntuales. También me gustan los retos y saber que el modelo que voy a presentar de la talla 38 en una mujer maravillosa tiene que estar igual de estupendo que en una mujer de la talla 48. Respecto a lo que menos me gusta, se podría decir que la contabilidad, aunque de eso no me encargo yo.

¿Hay mucha rivalidad en la profesión?

Si la hay, yo no la noto. Yo hago mi camino sin pararme a mirar al del resto. Además, el tiempo que puedes llegar a perder pensando en que hacen los demás es tiempo perdido irremediablemente y que puede llegar a perjudicar a tu equipo. Es importante acordarse que detrás de ti hay puestos de trabajo que pueden correr el riesgo y que no podemos jugar con ellos.

La diversidad se ha vuelto un aspecto imprescindible para la mayoría de firmas, ¿Cómo se refleja en tu visión de la firma?

Antiguamente pensaba que el tema cultural podía llegar a separarnos por el exterior. Pero, fue en el 2003-2004, cuando presenté mis primeras colecciones en París, cuando me di cuenta de que mis diseños podían llegar gustar del mismo modo a una mujer arabe que a una mujer americana. Sí, me asombró esa globalización que en ese momento no estaba tan interiorizada y que, actualmente, sí lo está. Diseño para cualquier mujer sin que la cultura sea una barrera o un punto de diferenciación.

¿Cómo han cambiado las prioridades de la industria a lo largo de la carrera de Fely Campo para llegar a ese cliente común denominador?

Han ido cambiando mucho. Podría decir que ha sido un poco un cúmulo de conocimientos que se han ido adaptando a los tiempos de ahora. No puedo quedarme en la mujer de hace diez años, porque ya no existe. Es un constante caminar en el que tenemos que prestar atención a cómo se vive y eso se plasma en nuestros diseños. Si miro hacia atrás ha sido todo un aprendizaje.

¿Cómo podemos hacer para que la industria se modernice y cada vez sea más competitiva?

Llevábamos años en el que las grandes cadenas se estaban apoderando de la industria, pero hasta hace poco está habiendo un retroceso hacia los ateliers. En los años ochenta, yo tenía un atelier, el cual tuve que dejar porque pasamos a la industrialización. Después vino la fiebre de los showrooms, y empecé a diseñar para mujeres que no conocía. La atención personalizada y exclusividad que derrochaban esos atelieres está volviendo con mucha fuerza y empieza a destronar al gran monopolio cómo es el de la industrialización. Así es como creo que se empieza a modernizar.

¿Cómo están respondiendo las nuevas generaciones del diseño a esta creciente homogeneización de la industria?

Es triste, pero las nuevas generaciones nada más pisar la carrera ya se creen diseñadores.

Ese ego hay que trabajarlo, porque es una profesión larga que no se aprende de la noche a la mañana. La vida está llena de fracasos y son pocos los que aprenden de ellos. Porque de los fracasos se aprende, y mucho.

¿Qué consejo le daría a la nueva generación de diseñadores?

Mi consejo es el mismo que les doy desde hace años: “Hay que aparcar egos y mantener la ilusión”.

En abril te hiciste con las llaves de tu nuevo showroom en Madrid, ¿Consideras futuros proyectos de apertura de tu firma por Europa?

El showroom lo tenemos desde abril, aunque nos lo hemos tomado con tranquilidad. Ahora hemos lanzado una campaña de fotografías con una bailarina como protagonista para dar pie a una inauguración que tendrá lugar a partir del 15 de octubre. Por ahora, eso es todo.

Atelier de Fely Campo
Atelier de Fely Campo

¿Qué opinión te merece la moda española?

La moda española tiene una creatividad impresionante. Aunque por desgracia, estamos mejor considerados fuera del país. En España, si no pasamos por ciertas pasarelas no somos nadie. Nos ponemos nuestras propias zancadillas y no valoramos lo que tenemos.

Las instituciones también deberían preocuparse más por los talleres de confección y los ateliers que dan pie a la economía circular.

¿Cuáles son las metas para la firma a corto plazo? ¿Y a largo?

A corto plazo, poner en marcha este nuevo atelier y que nuestra central en Salamanca continúe funcionando sola. Y a largo plazo, seguir manteniéndome en la moda. Puedo decir que llevo cincuenta años en la moda y mantenerse es todo un reto.

¿Un sueño por cumplir?

Pues mira, no tiene nada que ver con la moda, pero me fascinaría coger una caravana y viajar tres meses por Europa.



Entrevista. Estrella Ortiz.
Imágenes cedidas. Fely Campo.

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