¡Nunca dejes de bailar!


29 de abril, día internacional de la danza. En tiempos de covid-19 y aunque tu vida no resulte la fiesta que esperabas justo en este momento, ¡nunca dejes de bailar! Bailar es soñar con los pies. ¡Y hay tantos motivos para hacerlo! Bailar, te mantiene joven. El estrés y las penas se van bailando. Cuando estés triste, ¡baila! Cuando estés feliz, ¡también! Porque igual que la risa, nunca se baila lo suficiente. Baila como tu quieras bailar, pero baila. Y ya que estamos de paso, por lo menos, que dejemos huellas bonitas.

¿Sabías que bailar previene el envejecimiento cerebral? Y eso es por las decisiones rápidas que tenemos que tomar, que no hacemos en otras actividades. Así que ya sabes, que, hasta el fin del mundo, te encuentre bailando. Porque la vida es una canción que no de debes dejar de bailar.
Bailar no tiene edad, no tiene momentos, no tiene condición… porque no se baila con los pies, se baila con el corazón. Y esa es la intención del bailarín, bailar con los pies en la tierra, y el corazón elevado.


¿Te he contado alguna vez que yo de pequeña hacía danza clásica? Te enseñaría fotos, pero las tengo confinadas en casa de mi madre, y además son de hace tantos años, que no tendrían mucha calidad de imagen. Acabo de descubrirme con la edad, ¡lo sé! No pasa nada. Tengo muchas ganas de volver a ver esas fotos y recordar aquellos tiempos. Aunque te confieso que más ganas tengo de abrazar a mi madre. De todas las personas del mundo que tienes lejos, o incluso cerca y no puedes abrazar en este momento, ¿quién es la persona que más echas de menos? ¿No te pasa que las videollamadas ya te saben a hierro oxidado? Aún debemos tener paciencia, y he de decirte que tengo bastante. Aunque a veces la incertidumbre me hace preguntarme, ¿cuándo tendrá fin esta situación?


No tengo esas fotos de pequeña, aunque si tengo otras para mostrarte, no las de cuando era bailarina de ballet. Sino de hace menos tiempo, cuando hacía danza tribal. Me encantaba todo el proceso, los ensayos, el armar el vestuario, los nervios antes de empezar, compartir los momentos con las compañeras. Lo dejé momentáneamente, y se me está haciendo eterno el momento de volver.
Dicen que el momento que da más miedo es siempre justo antes de empezar ¡Ese, que no cambiaríamos por nada del mundo!
Mi plan siempre ha sido bailar hasta que todo se solucione, porque la danza te hace ser quién eres. Porque cuando  el cuerpo baila, la mente olvida. Aunque cuidado con la danza, ¡es un vicio!

Bailemos porque fuera el mundo se destruye, se etiqueta, se vende, se compra, se consume, … Bailemos sin ponernos a la venta, bailemos porque somos dueños de nuestro cuerpo, bailemos porque lo llevamos dentro…


¡Feliz día internacional de la danza!
¿Bailamos?


Redactora Aurora Ubiña

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