La lectura recomendada para este mes de marzo es “La ladrona de libros” de Markus Zusak.
Las críticas eran fantásticas y todo el mundo hablaba de lo
bueno que era este libro. Me leí “La ladrona de libros” después
de “La
tabla esmeralda” y “El legado”,
y os tengo que confesar que después de leer estas dos novelas, que me habían
fascinado, “La ladrona de libros” no me pareció nada del otro mundo.
Así que decidí leerla por segunda vez porque pienso que
miles de personas no pueden estar equivocadas en que es una gran novela.
En esta segunda lectura mi opinión ha variado y es por eso
que os la recomiendo.
La historia se sitúa en la Alemania anterior a la Segunda
Guerra Mundial, en ese momento el partido de Hitler está en auge y sus
seguidores crecen día a día. Es en ese contexto, que la novela nos describe las
aventuras de una niña alemana de 9 años, llamada Liesel Meminger, que es dada
en adopción por su madre cuando su padre “abandona” a su familia. Su hermano
menor, Werner, morirá de camino al encuentro de su familia adoptiva, los
Hubermann.
Lo peculiar de esta novela es que está narrada por la
Muerte, que nos cuenta en primera persona la historia de Liesel.
Los Hubermann, Hans y Rosa, son gente sencilla que no
simpatiza con el nazismo. Residen en Molching, un pueblo cercano a Munich, y
serán precisamente ellos los que enseñarán a leer a la niña.
Con el tiempo Liesel se encariña con su padre adoptivo y
tendrá una relación tensa pero cariñosa con Rosa. Se hace amiga de Max, el
judío que los Hubermann esconden en el sótano; así como de la esposa del
alcalde, que permite a Liesel leer, pedir prestado y robar los libros de su
biblioteca.
También se hará amiga de los otros niños de su barrio (Himmelstrasse),
entre los cuales destaca Rudy Steiner, que se convertirá en su mejor amigo.
A lo largo de toda la historia, se muestra el interés de
Liesel por la literatura y la escritura. La niña recoge todos los libros que
encuentra y los convierte en sus posesiones más preciadas. A través de los
libros la niña logra distraer a sus vecinos durante los bombardeos y a combatir
la tristeza. Los libros precisamente salvaron su vida, puesto que cuando
bombardearon Himmelstrasse ella estaba en el sótano de su casa escribiendo.
El sótano era el lugar que eligió para pasar el tiempo,
puesto que allí fue donde aprendió a leer y a escribir y donde compartió el
amor por las palabras con Max.
No dejéis de leer…
Hasta pronto y disfrutar de la lectura.
Carmen