Imaginar disfrutar de un espacio que te permita
desconectar de todo el bullicio de la ciudad, un espacio ubicado en un lugar
céntrico donde la armonía de su interior hará de tu estancia... ¡Una experiencia inolvidable!
Ese lugar, es el Hotel Pulitzer, localizado en la calle Bergara
junto a Plaza Catalunya; es un punto de referencia que tienes que conocer si visitas Barcelona.
Tenemos que confesar que es nuestro lugar de encuentro tanto
a nivel profesional como para desconectar de un día ajetreado. Es perfecto porque
su Lobby Bar es un espacio que se encuentra abierto para los visitantes del
hotel como para locales.
¡Es agradable! con un ambiente cuidado al mínimo detalle, la
iluminación y decoración de su interior combinan perfectamente dándole ese
toque acogedor y sofisticado. Cuenta con diversas estancias que tienen su
propio estilo y eso le da a tu visita un ambiente distinto en el mismo espacio,
según tus necesidades. Además, el equipo del Hotel Pulitzer se adapta a lo que necesites,
ya sean reuniones empresariales, diversos eventos o lo que desees realizar.
Es un ambiente ideal, perfecto para disfrutar del menú Lobby;
una carta elaborada con productos locales, artesanos y de temporada. El cual te
presenta cuatro entrantes, cuatro principales y cuatro postres; aunque a simple
vista pienses que no será nada complicada la elección, ya te aseguro que es difícil
decantarse por uno en especial; ya que todos están realizados con productos de
alta calidad y muchos de ellos son productos de kilómetro 0, no olvidemos el
toque que le da el Chef.
Nosotras nos decantamos por el Tartar de salmón, mostaza,
eneldo y aguacate y el segundo entrante fue la Ensalada de tomate, espárragos,
aceitunas y albahaca; entre los principales elegimos el Topinambur confitado,
holandesa de perejil y limón, y ajo frito, sin olvidar la explosión de sabores
de la Carrilleras de cerdo con miel, puré de patata y cebolla escalivada; y
terminamos con la dulce locura; Cheescake de Marc y Panacotta de café con crujiente
de avellana. ¿Se te hace agua la boca? ¡Pues tienes que probarlos!
La frescura de los productos se siente en el primer bocado,
el equilibrio con las especies resalta el sabor de cada uno de ellos sin quitar
protagonismo a ninguno y si a toda esa experiencia gustativa, incluimos la
belleza del espacio, la calidad en la atención; lo convierte en un momento
perfecto para disfrutar con los sentidos.
Por otro lado, no puedes irte sin probar sus deliciosos tés orgánicos,
es una de nuestras debilidades. Te recomendamos que después de la comida, pases a una de las
estancias a relajarte, disfrutando de una platica amena, mientras te deleitas
con el té y de fondo un hilo musical perfecto para desconectar.
Estamos seguras que tu visita al Hotel Pulitzer en Barcelona, no será la primera ¡Volverás!
Redacción y fotografías. Karina Casquero Ch.