Los Kimonos, esta prenda ligera con cuerpo y sin cuello,
parecida a un batín con diferentes largos, de mangas rectas o abiertas en
tejidos como las sedas o gasas, de colores lisos o estampados florales que
simulan a la prenda tradicional nipona y que se abre un hueco en todo los
armarios, no solo porque todo lo que tenga que ver con el país del sol naciente
nos atrae de algún modo, su versatilidad a la hora de combinarla con otras
prendas, a cualquier estilo e incluso a cualquier género, hacen del kimono un
básico indispensable para las épocas de calor en cualquier armario.
No negaré mi falta de objetividad ya que si es cierto que
siento auténtica pasión por Japón, su gastronomía, su cultura, su folklore y su
moda, más allá de lo “tradicional” los japoneses y japonesas tienen un sentido
de la moda que no te deja indiferente, no solo la usan como medio de expresión
o protesta como algunas de sus “tribus urbanas”, si no que tienen un sexto
sentido muy especial para combinar prendas a priori “sin sentido” pero que en
conjunto todo combina y queda en armonía, una sensibilidad única para combinar
innovación y tradición.
No os voy a contar toda su historia porque es larga y muy
extensa, así que resumiré mucho con algunas curiosidades como que, el kimono originalmente
se llamaba gofuku, que significa literalmente (ropa de Wu) y que deriva de la
ropa tradicional china, país que invadió japón durante mucho años en el pasado,
que en un principio eran prendas lisas y de campo, pero con la invasión de
china se introdujo la seda al país del sol naciente, y con el tiempo los
nipones fueron adaptando hasta convertirlo en una prenda para cada tipo de
tradición evento y estatus social.
No hay un solo modelo de kimono los hay con pantalón llamado
Hakama como en los de hombre, más cortos como los Yukatas o de niño, aunque
todos están dentro del mismo concepto.
No hay solo una manera de vestir el kimono, dependiendo de
su color, línea, estampado, la edad, el sexo, el estado civil, la tradición
familiar o el estatus social, tiene una manera distinta de vestirse, así como
si su función es seducir o acudir a ceremonias, dependiendo de sus colores, pudiendo
ser lisos, estampados o escudos, si son de alta cuna o de origen humilde. Existen
muchísimas y distintas maneras de vestir, muchas de ellas sujetas a la
prefactura o regiones donde se viva, es un arte que tan solo conocen algunas
personas japonesas y que se pasa como tradición de madres y padres a hijos e
hijas y a día de hoy los japoneses que no tienen ningún familiar que les haya
enseñado, tienen clases gratuitas que proporciona el país para a aprender a
ponerse los kimonos, ya que se considera parte de la cultura nacional y hay
momentos en la vida de todo japonés en los que tiene que vestirlo como dress code,
así como una pedida de mano, un nacimiento, una boda, un funeral, ir a dar las
gracias a un templo el primer día del año, y el día del solsticio de verano, en
donde se celebran festejos y es tradición que chicos y chicas vistan el kimono,
aunque sea de la manera más “básica”.
Realmente hay toda una cultura y tradición extensa alrededor
del kimono, que es complicada de acceder si no eres japones, pero en el mundo
de la moda tenemos la versión “comercial” que nos encanta y que podemos
combinar con lo que queramos.
Cuando vemos un kimono, además de japón lo segundo que nos
viene a la cabeza son los festivales, prenda estrella de Coachella no hay
festival que se precie sin un buen look con kimono.
De flores, con flecos, largos o a media pierna combinados
con tus shorts denim favoritos, un top, tus sombreros de ala ancha y tus
botines cowboy, y no hay festival o fiesta playera que se te resista.
Puedes cambiar el top por un bikini de crochet y el sombrero
por diademas de flores, complementalo con bolsos sacos de ante y flecos,
collares con adornos de plumas o turquesas con plata, cinturones en cuero, y
algunos motivos del folklore nativo americano.
Son perfectos para la playa, tanto en gasa como en seda,
mejor si son largos te cubren del sol y te valen para ser la reina de cualquier
chiringuito, pero no solo eso, ponte un cinturón con hebilla joya, unas
sandalias planas de tira en tonos cromados como dorado, plateado o cobre, un
collar llamativo y tienes un vestido lleno de glamour para salir a cenar o
tomarte algo.
Son el sustituto perfecto para un blazer, en verano hace
calor, aun así, hay ocasiones en las que se nos requiera cierta etiqueta al
vestir, bien sea por trabajo o por algún tipo de evento, un kimono es tu mejor
aliado.
Para estos casos es mejor que sea uno corto, a la altura del
muslo. Combínalos con tus pantalones culotte, cinturas altas, jeans, paper bag,
con bermudas, faldas, todas las combinaciones que se te ocurran con una blazer
puedes adaptarlas al kimono.
Si decides combinarla con un pantalón o falda de cintura
alta, un crop top, o camiseta corta, alarga tu figura.
Conjuntarlo con bolsos de mano grandes, o bandoleras de
hombro, mules o sandalia de tacón medio sin demasiados complementos o
complementos únicos, como un brazalete, unos pendientes grandes o un
collar.
Son nuestro mejor amigo en las BBB, bodas, bautizos y
comuniones, perfectos para un vestido de gala si quieres probar una opción
distinta al foulard.
También son ideales en looks de noche, tanto largos como
cortos, combínalos con sleep dress, juega a mezclar los dos tejidos en seda o
satén, jugando al “conjunto de dormir” pero ten en cuenta que, en estos casos,
tendrás que usar un tacón fino, unas sandalias de tiras altas y bolsos y
complementos joya que destaquen y denotan que es un look de noche para
alejarnos de la idea de pijama.
Como ya he dicho también es una prenda que en moda como en
japón, usan hombres y mujeres, y en el caso de los chicos, es una buena opción
usarlos como sobrecamisas, encima de camisetas de manga corta o tirantes, con
bermudas o piratas complementados con sandalias de cuero, deportivas y
bandoleras o riñoneras a modo de bandolera.
A modo de camisa abierta para la playa con el bañador
completa el look con un sombrero panamá o fedora en mimbre.
Un kimono corto con un pantalón chino de lino, o de corte
recto, sandalia de cuero o zapato ligero de verano y una camiseta en punto
frío, te dan un look elegante, al igual que en el caso de las chicas son un
buen sustituto de la blazer.
En los kimonos podemos jugar con su tejido, su largo y sus
estampados para adáptalo a todas nuestras necesidades, en los looks más
informales atrévete y mezcla tejidos con estampados y prendas más sport
contrastando con las de vestir, mientras que si buscas un outfit más arreglado
elige sedas, sartenes y estampados no demasiado llamativos o colores
lisos.
Opciones hay muchas tantas como kimonos, ahora solo queda
elegir una o varias opciones, ¿por qué quedarse solo con una?
Tanto si ya los conocías y estas rendida o rendido a ellos,
como si aún no sabías que era un kimono, ya tienes un montón de razones para no
quedarte sin el tuyo.
Redacción: Anie Rodríguez Labrador