La Toscana no deja indiferente a nadie. La Toscana es
armonía, es equilibrio. Equilibrio entre paisajes y ciudades medievales.
Equilibrio entre el ruido de turistas y la calma de sus bosques y sus hectáreas
infinitas de viñedos. Equilibrio entre sus delicias gastronómicas y su
exquisito arte. Tienes que recorrer esta fabulosa región mientras vas probando
los helados más deliciosos de Italia.
Este pedacito de tierra prometida donde el sol lo baña todo,
desde sus amaneceres… ¡Sí, amaneceres! Creo que es de las regiones donde
amanecer duele menos y hay que disfrutarlos. Hasta sus atardeceres de película.
¿Quién no ha visto, Bajo el Sol de la Toscana de Audrey Wells? Yo confieso que más
de 3 veces. ¿Y tú? ¿Cuántas?
La Toscana es un gusto para todos tus sentidos y yo te
recomiendo que agarres tu espíritu viajero y que la recorras en coche. La
Toscana es la más italiana de todas las regiones del país, y es uno de los
placeres de la vida que tienes que probar.
En el artículo anterior dejamos atrás Roma, sino lo pudiste
leer, te dejo el enlace aquí.
Un viaje que organicé desde Barcelona hasta Civitavechia en barco y desde allí
en coche. Pasando por Roma 3 noches, varios pueblos de la Toscana, tomando como
sede central de hospedaje un hotel de Siena por dos noches, que te menciono más
adelante, y por último 2 noches en Florencia y de bajada de nuevo hasta
Civitavechia, aproveché para visitar los pueblos de la Toscana Norte.
Hoy nos centramos y soñaremos en la Toscana central.
Uno solo llega a conocer esta región apartándose de los
caminos trillados. Utiliza carreteras secundarias para ver y descubrir pequeños
pueblos como San Gimigniano, Monteriggioni… Son una mezcla casi de lo
primitivo con la antigüedad clásica que yo encuentro, ¡Irresistible!
Assisi
Ciudad natal amurallada de San Francisco de Asís. Su
basílica, Basílica de San Francesco, Patrimonio de la Humanidad, son dos
iglesias construidas una encima de la otra. No olvides visitar ambas, ya que
son excepcionalmente bellas por igual. Bajo el templo inferior se encuentra la
cripta donde está enterrado el cuerpo del Santo Francisco.
La entrada a los templos es gratuita, descúbrelos, te
sorprenderán.
Assisi tiene calles repletas de encanto, escalinatas
estrechas, flores por doquier, todo digno de ser recorrido con calma.
Además, tiene otras dos basílicas, Basílica di Santa Chiara
y Basílica di Santa Maria degli Angeli.
Cortona
Pequeña villa, aunque con un gran encanto. Dentro de las
murallas de la ciudad, encierran un laberinto de callejuelas y desde sus
miradores puedes contemplar unas vistas maravillosas.
Visita la Piazza della Republica. El museo dell’Accademia
Etrusca e della Città di Cortona, entre sus curiosidades encontrarás una tumba
etrusca reconstruida. A través de un encantador jardín amurallado se accede a
San Niccolò. Fuera de las murallas está el templo Santa Maria del Calcinaio y
la Fortezza Medicea, una fortaleza en ruinas de los Medici. Allí se contemplan
sensacionales vistas del Lago Trasimeno y varias colinas.
Se hizo especialmente conocida desde que se convirtió en el
escenario de la película anteriormente mencionada. Cortona es una ciudad
cargada de historia que ofrece una excelente combinación entre arte, belleza y gastronomía.
San Gimignano
Casi todo el mundo ha oído hablar de este pueblo, considerado
el Manhattan de la Toscana o La Manhattan medieval, fama que le precede por sus
torres.
Ahora solo quedan 13 de las 72 torres iniciales que hacen de
esta colina la versión medieval del perfil urbano de Nueva York.
Cada familia construía una para demostrar su riqueza. Aunque
nadie lo sabe con certeza. Quizás solo trataban de quedar por encima del vecino,
para evitar la sombra. ¿Tú de qué equipo eres? ¡Hagan sus apuestas!
Solo una de las torres, la Torre Grossa, está abierta al
público, y desde arriba las vistas sobre el paisaje toscano son difíciles de
superar.
Parada obligatoria en, Galateria Dondoli.
Localizado en el centro de Piazza della Cisterna, esta heladería ha ganado
concursos mundiales con sus deliciosos helados.
Volterra
Tiene un encanto más antiguo que San Gimignano, si cabe.
Esta ciudad te suena, ¡a que sí! Yo te cuento porqué. Fue
famosa por haber sido una de las localizaciones de la saga Crepúsculo. Este
bonito pueblo de origen etrusco permanece imperturbable en su colina, desde
mucho antes de que los vampiros luminiscentes se pusieran de moda.
Tienes que visitar la Piazza dei Priori, la Catedral con el
baptisterio octogonal, el teatro romano y también la Piazza dei Santi Martiri
della Libertà y disfrutar de sus vistas.
Parada obligatoria en, Boutique del Tartufo.
Tienda gourmet, que, si te gusta la trufa, no puedes perderte para deleitarte
con sus productos elaborados con su producto estrella.
Montepulciano
Cada rincón de este precioso lugar es muy pintoresco. Es una
de las ciudades de más altitud de la Toscana. Ciudad que domina el paisaje del
lago Trasimeno y las montañas de Umbría. Aquí tienes que ver la Plaza Grande,
el Palacio Comunal, el Duomo, las Iglesias de San Francesco y la de San
Agostino. Visita también alguna de sus bodegas, y eso me recuerda, que te tengo
que contar un secreto…
Que además es una parada obligatoria, su ciudad subterránea.
La entrada es a través de la cantina Ercolani. Conocerás su
museo medieval y las tumbas etruscas. Durante el recorrido subterráneo, además,
pasarás por 7 construcciones históricas.
La entrada y una degustación de vino y productos locales de
su tienda, es gratuita. ¡No te lo pierdas!
¿Sabías que? La Plaza Grande y otros lugares de esta ciudad,
fueron localizaciones de la película “Luna Nueva” de la Saga Crepúsculo. Con
esta información ya puedes dormir esta noche a pierna suelta.
Montalcino
Este pueblo famoso por su vino, el Brunello, uno de los
tintos más completos de Italia y se vende en todas sus tiendas. Ciudad
fortaleza que evoca las novelas de caballerías. Conserva un fuerte en lo más
alto de la colina. Es menos turístico que Montepulciano.
Tienes que ver la iglesia de Sant’Agostino y el Palazzo dei
Priori.
Parada obligatoria en Fiaschetteria italiana, un encantador
café de finales del siglo XIX que se encuentra en la Piazza del Popolo, y
podrás comprar ese vino tan delicioso que acabábamos de comentar.
Monteriggioni
Esta ciudad completamente amurallada, tiene un encanto
especial y se conoce en prácticamente 30 minutos. Parada obligatoria antes de
ir a Siena. Te cuento esto, porque el papel que tuvo en la Edad Media y por el
cual fue construida, fue precisamente para defender Siena de los conflictos con
Florencia. Tuvo un papel vital en su momento, y merece ser visitado y
recordado.
Siena
Paradigma de la belleza medieval, construida sobre tres
colinas. Posee una de las torres más altas de Italia, la torre de Mangia del
Palazzo Pubblico. Desde sus 100 metros de altura se puede ver la Piazza del
campo en forma de abanico. Siéntate en una de sus terrazas y tómate un espresso
mientras disfrutas de las vistas y los hermosos palacios que la rodean.
El casco antiguo de Siena es una maraña de calles estrechas
y sinuosas y los techos de terracota de las casas un rompecabezas de diferentes
alturas.
Su catedral es uno de los grandes templos de Italia. Mármol
verde, rosa y blanco visten el deslumbrante exterior del Duomo.
Dos veces al año, cada 2 de julio y cada 16 de agosto, se
celebra la carrera de caballos, El Palio, la fiesta más famosa que apasiona a
los toscanos. Compiten los 17 distritos o parroquias de la ciudad, cada una
tiene su bandera con un motivo heráldico, que suele ser un animal. Una carrera
sin reglas en la que gana el caballo que, entre primero, con o sin jinete.
Si tienes curiosidad y no puedes estar presente en Siena
esos días, se emite en televisión la carrera en directo. Carrera que dura solo
unos 90 segundos, aunque las celebraciones se alargan semanas.
Una curiosidad, los jinetes y caballos en la actualidad
provienen de Cerdeña.
El hotel donde me hospedé en mi estancia por la Toscana
estaba ubicado, aquí, en Siena.
Hotel Garden.
De todas mis recomendaciones de hoteles que te he mencionado por mis artículos
hasta ahora. Éste, siendo sincera, no sería uno que repetiría. No por el hotel
en sí, ni por la atención del personal, que fue perfecta. El desayuno, fue de
los mejores de todos los hoteles de estas vacaciones. Todavía lo recuerdo, y
fue espectacular. Solo un dato, tenía varias máquinas que realizaban panqueques.
Maravilla, colapsé la máquina varias veces. Me la hubiera llevado a casa.
La razón por la que no volvería, y recalco, no es que no te
lo recomiende, es que yo escogería otra ciudad donde hospedarme, por la
ubicación, no dentro de Siena, que estaba bien, porque además había
aparcamiento gratuito en el propio hotel. Fue por la ubicación dentro de la
Toscana. Estuvo bien, ya que Siena está situado en el centro de la Toscana.
Repetiría el de Roma, y el que te mencionaré en mi próximo artículo de
Florencia. Pero para Toscana utilizaría otro pueblo, quizás Bagno Vignoni. O
cualquier otro. Me quedó tanto por ver, que quizás hasta sería por capricho de
probar otro pueblo.
Estos quizás son los más pintorescos y conocidos de la
Toscana central. Hay un millón de pueblos más en esta región que te encantarán
como Arezzo, Pienza, Chianti, Pitigliano, Carugio, Radicofani, Castiglione d’Orcia,
las crestas de la Toscana… Todos son hermosos. Escojas la ruta que escojas,
será acierto seguro. Ya que no hay una, sino muchas “Toscanas”. Y la más rural
es la que tiene un encanto, donde el tiempo parece haberse quedado estancado.
En sus calles empedradas, converge lo antiguo con lo
moderno, con un equilibrio muy bonito. Hay pueblos de la Toscana que son una
verdadera joya.
He creado una lista de mis favoritos e imprescindibles de la
Toscana en Google Maps, te paso el enlace aquí para que lo tengas a
mano cuando lo necesites.
Ahora cierra los ojos, e imagínate en la Toscana, en sus
kilómetros y kilómetros de campos verdes salpicados por colinas y esos pueblos
medievales nombrados en este artículo. ¿Lo has hecho? Es una región tan
perfecta, que suaviza hasta un corazón y espíritu, fabricado… ¿lo adivinas?
Del mismísimo material con el que se fabrican estos pueblos de ensueño.
Ahora que estás allí, espérame tomándote un buen vino y pide
una copa para mí, y desde ese punto, vamos juntos hacia Florencia y el resto de
la Toscana que me ha quedado por enseñarte, la Toscana del norte, en el próximo
artículo.