Por. Anie Rodriguez.
Terminada la Fashion Week masculina, comenzaba la Magia
en París, con el haute couture Fashion Week.
Las pasarelas de la ciudad de la luz, se llenaron de la magia exclusiva de la alta costura, pues para desfilar en ella existen ciertas reglas, tener Maison en París y estar inscrito en la Federación Parisina de la alta costura entre otros, pero eso es lo que la hace aún más especial y única.
Vamos a empezar con el polémico desfile de Schiaparelli,
si, ese que tanto dio que hablar, entiendo que a todo aquel ajeno al mundo de
la moda, le resulte un poco impactante, pero lo cierto es que, tras esos animales
sintéticos, se esconde un significado pues son los tres animales asignados a
los pecados según Dante en la divina comedia.
Te puede gustar más o menos, pero lo cierto es que como performance es realmente sorprendente, y las cabezas de los animales son auténticas obras de arte, artificiales, hechas con espuma y poliéster, eso sí, por artistas que le dieron ese realismo. Lo cierto es que considero que, a día de hoy, ya hemos evolucionado como para diferenciar entre una performance y lo que no, y fuera de polémicas en las que yo ni entro ni salgo, en general la colección me parece divina.
Recordemos que al fin y al cabo Schiaparelli, es una Maison en donde su fundadora, se hizo un nombre fusionado el arte con la moda, una mujer que era gran amiga de Dalí y que Roseberry sigue su estela, ahora más que nunca, volviendo a los orígenes más puros de la casa. Sus formas rígidas en cinturas, su maravilloso corsé o top de joyería que parece como una ostra invertida, los vestidos de algo parecido a pailletes y abalorios, los trajes de rígidos en forma de reloj de arena, en tonos blanco, negro y tierras, toda una delicia, te guste o no, es increíblemente impactante.
La siguiente colección que me parece una delicia es Giambattista Valli, que dejando un poco de lado el tul ha dado paso a formas voluminosas en crepes y muselinas. Jugando con las formas y drapeados, más ceñidos en el cuerpo y volúmenes en forma de globo en mangas, sobre capas, faldas de vuelo, dando el efecto de haber sido creados a modo de moulage en el cuerpo de la modelo.
Todo en tonos suaves como el salmón, amarillo, verdes y azules contrastando con los brillos de la pedrería y los formados, y como no, toques de tul, al fin y al cabo, son el sello de la casa. Flores y algún que otro fleco y efecto pompón que nos transformará en princesas, sólo nos faltarán los zapatos de cristal.
Chanel sigue en su línea con un toque circense, en donde los botones de la casa en pedrería y el tweed se juntan con pajaritas y sombreros de copa. Trajes en dos piezas con chaquetas entalladas y faldas de vuelo, algún que otro cuadro, pero predominando el rosa, azul, negro y crema.
Armani Privé es otra de las que no decepciona, pero también queda en un término medio; chaquetas cortas, pantalones altos en líneas rectas y corte sastrería con algún toque que otro de capas trabajadas a modo origami, faldas largas con volumen, vestidos lenceros, estampados en tres dimensiones sobre la tela, tonos rosa pastel, algún que otro tono petróleo y también negro, que da efecto elegante.
Una de las marcas que más me ha sorprendido es Miss Sohee, por razones obvias, pero que maravilla de vestidos, faldas corte sirena, con crop top, escotes corazón marcados, pedrerías, vestidos rectos y ceñidos con sobre capas de mangas en maxi volumen, corsés, terciopelos y todo en cromados, satinados y tonos neón como el amarillo, púrpura, rosa chicle y verdes esmeraldas, un sueño.
Elie Saab en tonos neutros y brocados de corte oriental que nos transporta, para sentirnos las reinas de las mil y una noches y para Reinas los sueños hechos realidad de Adujéis Murad. También en tonos neutros, vestidos de escándalo en donde las transparencias y los formas que juegan con el cuerpo, las piedras, los brocados….
Fendi también muy delicado con su toque lencero en brocados, con ese efecto camisón, pero con toque retro; en tonos máquina y nude, en donde resaltan sin duda los detalles de las espaldas abiertas, tejidos fluidos, y los detalles, los tacones efecto nácar arcoíris en sandalias de efecto deportivo, mini bolsos caja tubulares, pendientes asimétricos y artísticos, guantes y todo con mucha pedrería y brillo-brilli. Vestidos con faldas de vuelo, con tops muy cortos, seguimos con las capas, este año, van a ser algo a ternera en cuenta, drapeados en corte helénico, cogidos al cuello, en escote cortina, amarillos, fucsias, azules y negros, maravilla.
Viktor & Rolf también mostraron una performance divertida en donde, jugando a las muñecas veíamos los vestidos desmontarse y moverse en forma circular sobre las modelos vestidas en corsetería nude. Vestidos multicapas en tul, rígidos con formas muy prietas simulando drapeados, en incluso agujeros dando formas divertidas y un espectáculo Liu entretenido.
Pero espectáculo el de la colección de Valentino, ¡qué maravilla! Si, vemos pinceladas de su rosa Valentino, pero mezclado con tonos flúor como el verde, sí, amigas; ¡el flúor ha vuelto y para quedarse! Naranjas vitaminados en formas de chaquetas de plumas, shorts y micro faldas de pedrería, en blanco, hueso y cromados. Faldas globos, volantes y topos y más topos, maxi lazos, volúmenes, crepes, muselinas y pipelines con efecto smoking, traje y colores neutros y oscuros mezclados con los vibrantes flúores.
Transparencias y chorreras y hasta lo que parece un
efecto vestido de flamenca en tono cardenal, lila oscuro. Guantes largos,
capas, tonos rojos, y monocolor en donde se cuela alguna que otra flor…. ¡Valentino,
nunca me decepciona!
Y hasta aquí el viaje exprés a París, pero ya haciendo las maletas virtuales porque ¡Nueva York nos llama!
Por. Anie Rodriguez.