Redacción. Anie Rodriguez.
Han desfilado muchísimas casas, todas maravillosas y todas con algún tipo de protesta en contra de la guerra, sobre todo en casas como Balenciaga quien ha decidido dedicar todo su desfile a Ucrania montando una performance desgarradora, pues como ha declarado el mismo Demna Gvasalia él es un refugiado y sabe lo que ello conlleva.
Balenciaga nos ha sorprendido con la performance de su desfile,
pero no con sus prendas, son sobrias destacando los colores clásicos de la casa
como el azul eléctrico y el total black. Sus líneas extremadamente grandes
y oversized que personalmente me encantan y sus vestidos vaporosos,
entremezclando lo deportivo con líneas más sobrias y clásicas, pero lleva
varias temporadas en la misma línea, si bien es una apuesta segura en el
mercado, no vendría mal un poco de cambio, ya que hasta ahora siempre han
sorprendido con sus prendas únicas.
Eso sí, quitando la polémica del “mono” hecho de precinto y de si está bien o no cobrar un dineral por un producto de ferretería de coste ínfimo, tan solo por llevar una firma, hay que reconocer que te guste más o menos el concepto es original, y yo le veo muchas posibilidades, por ejemplo, a la hora de customizar prendas o complementos forrándolos del precinto. Definitivamente Balenciaga ha sabido marcar el Paris Fashion Week.
Louis Vuitton ha apostado por una imagen muy tiktoker, en
donde la mayor parte de la audiencia es muy joven, aunque yo ya no estoy de
acuerdo en eso, pues creo que es una plataforma que cada vez usa más gente de
todo tipo, pero bueno, “aceptamos pulpo como animal de compañía”
Han basado su colección en lo que ellos definen como
“Juventud adulta” a mí me parece una regresión al más puro estilo de los 90.
Prendas divertidas y oversized de corte masculino, camisas con corbatas, cazadoras de cuero, ponchos de lana con corte descuared en el bajo, que es ese corte que parece sacado de un dibujo de geometría y suele ser asimétrico. Chaquetas extra grandes y comodidad infinita, colorida con camisetas estampadas con fotografías, dibujos geométricos y mezcla de tejidos, algodones con gasas, lanas con cuero, y el concepto de esa feminidad masculina, que adoro, hacía tiempo que no veía yo una colección de la que decir, ¡me lo pondría todo!
Luego tenemos a Hermes que es especialista en cuero y se nota en su colección mezclada con gasas de líneas sobrias y elegantes y con un punto de aire setentero muy chulo. Otra de las colecciones con aires retro y setenteras es Lanvin, también con sus líneas más rectas y los abrigos de pelos de colores, vestidos con estampados geométricos muy fluidos en colores vivos con una base neutra, vestidos más glam con metalizados de colores como el rosa, ambiente muy disco para llenar las calles de color y diversión.
Loewe es otra de las que me han parecido divertidas y originales, vestidos trabajados para que hagan el efecto de estar en movimiento, pero rígidos, dando forma de agua o volumen en el bajo, caftanes con estampados realistas y fluidos que se ciñen al cuerpo al andar, mezcla de estampados, el tejido de cuadro inglés lo vamos a ver mucho el próximo otoño, pelos con gasas, red con una especie de sub crinolina que me recuerda a los 90 de Vivienne Westwood, y unas botas que parecen como extremadamente arrugadas, que son de lo más original, realmente divertida la colección de Loewe.
Elie Saab también es otra de las colecciones más
elegantes con un punto extremo, apostando por las transparencias, las
insinuaciones, los tops y sujetadores de malla de cadena, vestidos de flores
transparentes con bombers a juego extra grande, jugando con el extremo deportivo,
pero con clase al lado más femenino.
Los vestidos con toques de pluma, los vaporosos de sirena y los colores vivos que resaltan con la seriedad del negro, contrastando tejidos, pero sobre todo estilos marcando elegancia.
A Valentino podríamos definirlo como: “La vie en rose”
Toda la colección o prácticamente toda es fucsia,
convirtiéndonos en Barbies, lo que me encanta, aunque también vemos muchas
líneas deportivas contrastadas con líneas más femeninas.
Plumones extra grandes con vestidos largos, transparencias y mucho corte sastre, si aún no te has decidido a hacerte con tu blazer rosa, o cualquier prenda, no tardes por que viene con paso firme para quedarse como color básico.
Giambattista Valli, también es otra maravilla de París,
en donde en cierto modo lleva la alta costura a las calles. Desde los mini
vestidos rectos con medias de colores, apúntate también este tip porque las medias
son un complemento más del look, hasta los maravillosos vestidos de tul con
flores y animal print, que no es que vuelva, ¡es que nunca se ha ido!
Colores negros y rojos, pero también turquesas y rosas pastel, faldas con corte gladiadora, volantes y volumen, lentejuelas, brillantes y tul, mucho tul, que a mí con eso ya me gana.
Miu miu, que se ha pasado al cut out, o métele la tijera
a todo lo que puedas, bajando la cintura de sus faldas y pantalones a la
cadera, con ese punto del 2000 en el que estábamos entre posh y rebelde way.
Una mezcla un tanto excéntrica entre pija y colegiala que
funciona muy bien, sobre todo si lo mezclas con americanas oversized,
calcetines altos y todo tipo de superposiciones que se te ocurran que siempre quedan
muy bien.
Es divertida con aires upciclyng y ese punto que te lleva de nuevo a los 15 años, con una perspectiva más actual.
Cerramos con Chanel, que, como la semana de la moda de
París, se espera al final y dé hace de rogar.
París es a Chanel como Chanel es a París, estoy segura
que en la Torre Eiffel hay alguna CC de la casa por ahí y todo, pero es que no
puedes decir Chanel sin que ello te evoque un estilo, y ese estilo es el
francés.
Chanel también ha optado por esos looks más preppy y franceses de medias de colores, tweedy trajes de dos piezas de punto con calcetines de lana, botas altas y muy bien abrigadas para el invierno sin perder nada de estilo, es más lo suma. Porque la clave de un look divertido sobre todo en tiempo de frío es la superposición, y ello no conlleva ponerte mil capas que se vean, y Chanel lo sabe.
Apostando por el tweed y líneas más simples, en donde la
protagonista es la prenda y no los complementos como hemos visto otras veces,
sin embargo, los bolsos y gorras son un elemento más del total look.
Cuadros y tartanes, se conjuntan con tonalidades más lisas, el rosa y el vino son dos colores que se echan ver mucho, así como el petróleo, el rojo y el beige, lilas turquesas y verdes y algún que otro marrón, y taupe. Botines de agua, bailarinas pisan más fuerte dejando un poco más de lado la bota alta y el tacón, y si bien los complementos son escuetos, llaman mucho la atención siendo cadenas a modo de corbatas y collares extra largos al más puro estilo Coco Chanel, nunca defrauda.
Así fue la semana de la moda en París, cada pasarela nos
ha dejado estilos y tendencias completamente diferentes para todo tipo de
gustos, dejando en claro que la moda ya no es exclusiva para unos pocos y que
todos los gustos son válidos, aunque exista una línea, todas las tendencias son
aplicables.
En los tiempos difíciles que hemos vivido, que vivimos y
que posiblemente viviremos, quizás la moda sea “frívola” como dirán algunos,
pero nos entretiene, nos da libertad para expresarnos, pero, sobre todo, nos
guste más o menos lo que se lleva, nos une.