Por. Anie Rodríguez.
Como no hay nada más bonito que un otoño en New York, os contamos lo que se vivió en la New York Fashion Week.
Para que no nos quede ese mal sabor de boca que nos deja la despedida del verano, en las pasarelas podemos ver lo que se va a llevar la primavera-verano del año que viene, así que ya sabes, toma nota para entonces y porqué no, algún que otro detalle que podemos añadir al otoño que los colores son para todo el año.
Por las pasarelas de New York han desfilado grandes
diseñadores como Tanya Taylor y sus líneas no enteras o The Academy NY con
cortes sastre en flúor.
Coach también pisa vitaminado de colores con toques mod y
estampados psicodélicos rescatados de los sesenta y reinventados en los 90s
haciendo más
Referencia a los últimos que a los primeros o Batsheva y Jason Wu, muchos más románticos, pero si lo tuyo es el tul y la pluma, eres de las mías, no te pierdas a Christian Siriano, porque es pura Fantasía.
¿Pero qué sería de New York Fashion Week sin Carolina Herrera, Boss,
Michael Kors, Anna Sui o el recién llegado de Milán Moschino?
Vamos a dar un repaso a lo que vimos es sus pasarelas porque no tiene desperdicio, empecemos por Carolina Herrera.
Carolina Herrera nos presenta una colección en la que el
blanco y negro son los reyes, como en una partida de ajedrez sus líneas limpias
y elegantes realzan la elegancia del minimalismo en estampados combinados entre
sí y encajados perfectamente.
Mangas globo contrastando con vestidos midi que realzan la figura, faldas de tul por la rodilla, mini faldas con crop blazers, trajes sastre de pantalón recto al tobillo, topos, maxi cuadro vichy, abotonaduras cruzadas en tonos crema, rojo, rosa y azul con líneas que van desde mediados de los ochenta a principio de los noventa, en donde las prendas cobran el mayor protagonismo, sobre todo en la zona de noche y en donde los pocos complementos destacan por su tamaño que van en sincronía con los volúmenes de las prendas.
Sigamos por Boss, con una colección de líneas rectas inspiradas en los 90, en donde la moda era más lisa y sencilla que no simple.
Anna Sui nos lleva con su colección a el lado más folk y bohemio de la ciudad. Flores, Paisleys, y mix and match entre sus estampados de colores vivos como el rosa, azul o el amarillo.
Crochet, lurex y transparencias complementadas con sombreros de mimbre de colores y sandalias de plataforma con calcetín, micro shorts con maxi chaquetas de punto, vestidos ceñidos midi, kaftanes, blusones, faldas con multi abertura y maxi flecos, superposiciones, dos piezas ligeras, y una premisa color, color y más color en donde la moda cobra silueta en todo tipo de tallas por que la moda nos pertenece a todos así que un diez para Anna Sui por ello.
Rodarte nos trae una colección ligera, de satén, drapeados, blondas y brocados con unos vestidos llenos de transparencias que son dignos de mencionar.
Sarga, flores y flecos de abalorios que son una delicia, blazers de flores brocadas y kaftanes con lentejuela y bolas de colores, Corte cut-out, asimetría, y tejidos muy fluidos en tonos pastel que se entremezclan con azules muy vivos, blancos, cremas y lilas que calzan sandalias de tiras en una colección que es una oda a la naturaleza.
Michael Kors también nos trae una silueta definida en
tonos blanco, negro y camel, en donde las faldas midi, los micro top y las
cinturas muy marcadas nos recuerdan a aquella de mediados del 2000 en donde
hubo un auténtico revival con renew de la moda pin up, pero con el toque
futurista de la época.
Faldas de vuelo, micro shorts, y mucho corte sastre con blazers, blusas y trenchs y abrigos de verano en tonos grises, rosas y celestes con algunas flores y brocados en la tela complementados con bolsos cesta y bolso cubo, que retoma ese auge que ya vimos hace un par de años, para un estilo más lady, fresco y ligero de estilo working girl.
Y por último la joya de la corona, MOSCHINO.
Moschino nos lleva a nuestra más tierna infancia con colores y prints inspirados en dibujos que nos llevan de la pasarela a las calles de Japón, con su estilo Kawaii y divertido del estilo “chanelero” de los 90.
Chaquetas cortas y rectas con mini faldas rectas de tweed y punto de botonadura dorada y ribeteado en cadena de colores, grandes lazos y vestidos camiseros , mini abrigos de verano en tejido acolchado que recuerdan a la bata de guatiné que teníamos de niñas, faldas por la rodilla con vuelo y silueta en hourglass, grandes botones de colores, bolsos de mano, y plataformas altísimas, vestidos que terminan en ribeteados de pelo o pluma, crop jackets de pelo, grandes dibujos que te llevarán a sentirte parte del decorado de mi pequeño pony, y que sin duda sacarán tu lado las Naive, pero es que Moschino es el rey en eso de transformar la pasarela en todo un teatro de fantasía en donde el color, los dibujos y la fantasía son los protagonistas y nuevamente doy los diez puntos a la moda que integra a todo tipo de personas y las normaliza, y ojalá esto en un futuro sea lo habitual, ¡Bravo Moschino!
Hasta ahora en siete días hemos visto colecciones de líneas
rectas, lisas y pulidas que nos llevan de vuelta a los 90, otras más atrevidas
que nos llevan a un aesthetic más de los 2000, todo con reminiscencias más
retro, mucho color y la moda sastre que viene a quedarse como básico una buena
temporada, gustos para todo el mundo, desde la generación Z al baby boom, no te
quedarás indiferente ante todo lo que la NYFW nos trae, yo ya estoy deseando
ver lo que nos deparan las siguientes pasarelas.