Redacción. Anie Rodríguez.
Pero bueno, hay que tener fe y no perder la esperanza,
que seguro llegarán momentos mejores, mientras tanto vamos a dar un repaso a
estos desfiles a puerta cerrada que no nos han dejado indiferentes.
La semana la abrió Giambattista Valli, que al ritmo del
flamenco nos presenta sus diseños en un espacio blanco, rodeados de bailarines
para demostrar su amor por Sevilla reinventando el traje de faralaes.
Taffeta, plumas, volantes y capas y capas de tul que son el sello de la casa Valli, colores rojos intensos y negros azabache, contrastan con la gama de rosas que van desde el pastel hasta los nudes, y por supuesto blancos y dorados. Falda con extra de volumen y mangas muy abullonadas con volantes sobre exagerados, en contrapunto con cuerpos ceñidos y escotes strapless, con cierto aire de vestido del prom al más puro estilo años 80, porque sí, me repito, pero los ochenta están más de moda que nunca.
Seguimos con Chanel, porque no sería una Paris Fashion Week
sin Chanel, Virginie Viard quien ha inspirado su colección la Rue Cambon,
llenando el espacio de flores para la invitada de boda perfecta.
La invitada o la novia, por qué las novias cada vez son
menos convencionales, su colección es toda una oda a cualquier boda, mezclando
estilos y ritos diferentes.
Trajes de dos piezas, con pantalón y chaleco o chaqueta y
faldas midi en tweed, tejido estrella de la casa. Faldas por los tobillos
llenos de volantes, flores y estructuras combinadas con blusas de lazo de corte
lady o faldas largas de capas y capas rectas de tul con chaquetas cortas de
mangas estructuradas, minifaldas con capa a modo de cola, transparencias e
incluso un vestido de lentejuelas y corte caramelo, nuevamente esos toques
ochenteros que delatan la tendencia.
Colores negro, rosa, rojo y blanco con tonalidades pastel
en verdes, rosas, grises con lurex, flores, plumas y transparencias.
Valentino, icono de feminidad, basa su colección en la moda effortless, buscando la comodidad en cada pieza.
Colores completamente primaverales, rosas ácidos,
amarillos y verdes flúor se mezclan con las tonalidades malvas o salmón de la
gama pastel que resaltan sobre los tonos neutros de los tonos tierra, y los
blancos con algún estampado y brocados en forma de flor.
Líneas rectas de hombro ancho y pantalones fluidos vestidos tubo ceñidos con cortavientos, culottes de extra-volumen y faldas acampanadas sobre plataformas cromadas en plata, cobre y oro extra altas, y como no, las modelos enmascaradas al más puro estilo eyes wide shut.
Armani Privé en su línea, de tejidos brillantes y líneas
sobrias y su corte de mujer helénica, a lo diosa griega que empodera.
Extravagante Viktor & Rolf, todo un despliegue de
fantasía, volantes, cromados tules, mangas con volumen y eclecticismo en estado
puro.
Como versiones de Cindy Lauper que viajan al mudo de "Alicia
en el país de las maravillas", vestidas de cromado, tul y botas de cordón de
colores, como uno más de los party kids de las fiestas de soho neoyorkino de
los ochenta, mientras Andy Warhol es nuestro mad hat y Bowie nuestro gato de Cheshire
o como ellos lo describe, una “couture rave”
Cerramos la semana con Fendi, un desfile lleno celebrities, Kate Moss, Cara Delevigne, Naomi Campbell o una irreconocible Demi Moore llenan el desfile de madurez y glamour, demostrando una vez más que en el mundo de la moda, cada vez hay más inclusión y por supuesto que, la moda no tiene edad.
Redacción. Anie Rodríguez.
Fotografías. Vogue Runway