II Premios Academia de la Moda Española: Moda, Poder y Personalidad sobre la Alfombra Roja

No todas las alfombras rojas hablan el mismo idioma. Algunas gritan, otras posan, muchas repiten. Pero la de los II Premios Academia de la Moda Española fue otra cosa: un espejo. Un reflejo vivo del momento que atraviesa nuestra moda. Un espacio donde el diseño, el talento, la cultura y el poder se cruzaron sin máscaras.

La cita tuvo lugar en Madrid, pero podría haber sido en cualquier metrópoli con ADN creativo. Porque lo que allí se vivió fue más que un desfile de nombres —aunque los hubo, y muchos—: fue una reivindicación. La de una industria que no solo crea ropa, sino relato. Que no solo vende imagen, sino identidad.

La presencia institucional fue sólida y significativa. En primera línea, figuras como Sergio Calderón (TVE), Modesto Lomba (presidente de FAME), Pepa Bueno (vicepresidenta de la Fundación), Carmen Páez (Cultura), Judit González o Manuela Villa. Junto a ellos, altos cargos de RTVE, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento recordaron algo clave: la moda no es frivolidad, es estructura cultural.

Pero el alma de la noche estaba en los tejidos. En las costuras invisibles que unen a creadores como Teresa Helbig, siempre fiel a su elegancia poderosa; Agatha Ruiz de la Prada, que sigue defendiendo el color como antídoto contra la uniformidad; y Juan Vidal, que convierte lo femenino en una declaración.

También destacaron firmas con discurso propio, como Isabel Sanchis, que continúa posicionando la artesanía y el volumen como forma de expresión contemporánea; Tot-Hom, Moisés Nieto, Custo Barcelona, Carlota Barrera, Franx de Cristal, Acromatyx, Juanjo Oliva, Duyos, Pablo Erroz o Tíscar Espadas: todos, voces diversas de una moda española que ya no teme al contraste.

Sobre la alfombra, los cuerpos hablaron. Laura Sánchez, Lorena Durán, Oriol Elcacho, Lucía Rivera, Nora Vara y Paula Willems pusieron cuerpo al diseño. Mientras que actrices como Hiba Abouk, Lydia Bosch, Manuela Velasco o Norma Ruiz recordaron que el estilo no se improvisa, se habita.

Entre ellas, brilló con fuerza Karla Sofía Gascón, icono de autenticidad, actriz valiente que encarna el cambio desde dentro y que, sobre la alfombra, apostó por una moda con mensaje, en clave de libertad. También Mitiku Marcos, joven promesa del cine español, dejó huella con una elección elegante, limpia, que demuestra que los nuevos referentes también vienen con voz propia.

A la moda se sumó el músculo del deporte, con Ana Peleteiro, Mireia Belmonte, María Vicente y Susana Rodríguez Gacio. Y, cómo no, el pulso digital, de la mano de Pelayo Díaz, Alexandra Pereira, Marta Lozano, María García de Jaime y Violeta Mangriñán: influencers que hoy son catalizadores estéticos.

El broche musical lo pusieron artistas que entienden la moda como parte de su puesta en escena: Zahara, Rigoberta Bandini, Nebulossa, Samantha Hudson, Vicco, Agoney, Chanel, Quevedo y La La Love You. Cada uno, una estética. Cada uno, una declaración.

Y como símbolo de conexión con el gran público, rostros de programas como ‘Maestros de la Costura’, ‘MasterChef’, ‘Benidorm Fest’ o ‘El Grand Prix’ dieron el toque de cercanía. La moda ya no es ajena: es televisión, es conversación, es cultura viva.

Los II Premios de la Academia fueron más que una gala. Fueron una escena coral de todo lo que la moda representa hoy en España: diversidad, riesgo, memoria y visión de futuro. Una industria que, por fin, se mira al espejo… y se reconoce.