Por. Camila Colonel
Nos encontrábamos en el
Me Barcelona Hotel, uno de los
hoteles de lujo más importantes de la ciudad catalana. Eran las 15:30 pm y
estamos a horas de comenzar el evento del diseñador
Anthony Sánchez, quién
presentaría su última colección cápsula, catorce piezas únicas de alta costura,
creadas con alta tecnología en sedas y alta sastrería.
En el estudio 7 de la planta menos 1 del hotel, estamos
comenzando a preparar todo para el estilismo. Como bien sabemos es un desfile
donde se transmitió una emoción que generó un gran impacto en todos los
invitados. No dudamos ni un segundo que la firma Delfy Cosmetics, marca líder
en cosmética y maquillaje a nivel internacional, sería la encargada de llevar a
cabo este trabajo, bajo la dirección de Mary Meskheli directora de la empresa.
Llegó el momento y las profesionales de Solecester, comenzaron a maquillar a treinta
personas entre modelos, diseñador, head-managers y artistas. Todos representaron
lo mismo: La unión entre la vida y la muerte. Pero no la muerte como algo
negativo, sino como una transición, un renacer, REINVIGORATED.
Cinco modelos abrieron la pasarela representando “la muerte” con un maquillaje
oscuro con destellos en oro. ¿Por qué en oro? Porque creemos que en toda
oscuridad hay una luz y es lo que venimos a afirmar en este evento. Plumas
negras nacieron desde la frente hacia arriba para cubrir la parte superior de
la cabeza creando aves que volarán en la terraza de la suite principal 513 del
hotel. Con una actitud fría pero segura cerraron la primera fase del fashion
show para darle paso a la vida.
Para poder reafirmar nuestra filosofía de la
transmutación entre un estado y el otro (muerte-vida) un niño abrió la segunda
fase. Su inocencia y estado puro comenzó a transmitir a todos los presentes en
el evento una sensación de paz, de nuevas posibilidades. Su maquillaje,
cubierto en plumas blancas fue un total White. Cuando nacemos o renacemos,
somos lo más puro que hay y tenemos muchas posibilidades de volver a comenzar.
Vistiendo un traje en blanco y negro dará paso a la vida.
Seis modelos representaron lo que nosotros llamamos "Vida".
Respetamos el mismo cuerpo de maquillaje que la muerte, pero transformamos el
negro por blanco. Sí, también con destellos en oro. El oro representa para la
marca Anthony Sánchez la abundancia, las posibilidades y quisimos respetarlo en
cada momento.
Las plumas oscuras se transformaron en blancas sobre el rostro transmitiendo
una nueva forma de volar: en otra dirección, hacia un nuevo lugar.
Cerramos estas dos fases con un típico carrusel de
pasarela. Un detalle muy importante que los invitados pudieron observar es que
los modelos iban intercalados.
Vida – muerte – Vida- muerte. A Muchos les sorprendió y sí, efectivamente es
era nuestra idea. La idea de crear un final con modelos interpuestos fue para
poder transmitir a todos aquellos que estaban viendo un claro mensaje: Siempre
de una muerte hay una vida. Siempre después de que se cierra una puerta, se
abre otra.
Hasta entonces todos los invitados pensaron que la
pasarela había llegado a su cierre. Pero no, nos quedaba una modelo más por
salir a pasarela. Entre vida y la muerte hay una sola que realmente los une: El
arte.
Representado por la actriz y modelo Maria Elisa Peralta; la pieza final salió
para darle cierre no solo a la pasarela sino también a la vida del diseñador. Con
una historia muy fuerte, la pieza final salió acompañada de un maquillaje que les
daba a todos los elementos que la componían la fuerza y energía para darle fin
a una etapa.
En el make up potenciamos mucho los ojos: las ventanas del alma y, lo hicimos
con un color celeste, el color del mar evoca sentimientos de calma y serenidad.
Desde el comienzo del desfile hasta el final cada pincelada de maquillaje
acompañó y reforzó una única misión: ¡Llevar un corazón roto y convertirlo en
arte!
Redacción.
Camila ColonelFotografías.
ARTÍCULOS RELACIONADOS