Issey Miyake, nos dejó a los 82 años de edad, hace pocos días,
genio indiscutible que nos dejó todo un legado de cambios, formas y Magia
revolucionaria en su concepto y su firma, uniendo cultura, arte y moda en
uno.
Nacido en Hiroshima el 22 de abril de 1938, se graduó en
la universidad y empezó a trabajar con gente como Guy Laroche o Givenchy.
Pronto abrió su propia marca buscando adaptar las prendas al cuerpo de las personas como si fueran una segunda piel, jugando con volúmenes y texturas que sin perder su originalidad y su extravagancia favorecían las formas del cuerpo.
El éxito le llegó en los años 90 sin duda del arte de
fusionar la cultura japonesa con la moda contemporánea, fusionando el Japón más
tradicional con lo más moderno, dando como resultado un estilo único.
Envolvió el cuerpo humano de formas geométricas que ya no eran solo estampados en los tejidos, eran formas en tres dimensiones, que mantenían su forma rígida y eran flexibles a la vez, gracias a su invención, la técnica nunca revolucionaria de un solo hilo.
Consiste en girar el patrón a partir de una tela
cilíndrica con lo que conseguimos el famoso “sin costuras” que adoramos a día
de hoy.
Doro al poliéster, que era un tejido considerado “de prendas baratas o mala calidad” un aspecto renovado, chic y demostrando que no todo es lo que aparenta ser, creando su técnica secreta “plie plie” que revolucionó el mundo de la moda.
Otra de las genialidades que caracterizan al diseñador Nipón, son sus prendas origamis, que al igual que con el papel, con una serie de pliegues crea formas con volumen, de manera que desplegando un “cuadrado” de tejido salía la forma de un vestido maravilloso, y no consiste en eso la Magia, ¿en generar ilusión?
Miyake San, fue, es y será un mago a través de sus
prendas, sus diseños y su legado, gracias a la magia de sus colecciones, sus
prendas y hasta sus perfumes en donde experimento y mostró que los olores más
puros son los que nos brinda la naturaleza.
Precursor y “embajador” de la cultura japonesa, nos acercó a través de la moda a su cultura Zen, el equilibrio entre las formas, la vanguardia y la tradición, mostrándonos el perfecto equilibrio entre moda, arquitectura, cultura y arte.
Arigatō gozamaishita Miyake San, ¡Hasta Siempre!
Portada. Masahiro Sugimoto