Con más de treinta años en el sector de la moda, el
diseñador Juan Carlos Mesa, director creativo de las firmas Maison Mesa y Ángel
Schlesser; comparte sus experiencias, aquellas que han forjado su visión y que
han enriquecido su filosofía creativa.
¡Soñaba con ser diseñador de moda! Eso me viene de casta, mi
madre era modista, mi abuela era modista y yo desde pequeño ya era muy fan de
los desfiles de moda… Imagínate que desde los 7, 8 años, siempre me llamó la
atención la estética, pero la estética muy potente. Por ejemplo; veía “Blanca
Nieves” y me parecía horrenda, veía a la madrastra y me parecía divina porque
llevaba un ‘lookazo’ y siempre he tenido esa tendencia. En los 80s era muy de
ese tipo de imagen exagerada y llevada al extremo.
De pequeño era vaguísimo, mi madre me decía: ¡Sal a la calle
a jugar un poquito! Pero a mí me encantaba estar al lado suyo; hilvanando
agujas, jugando con los retazos de telas, jugaba recostado en el suelo con mis
muñecos y mis coches, era muy tranquilo.
Veía muchas películas en la televisión, y a veces salía a
jugar con los amigos del barrio, de
pequeño vivía en Canillejas y luego nos fuimos a vivir a Torrejón, son barrios
muy populares, muy humildes…
El diseñador Juan Carlos Mesa, proviene de una familia numerosa, una familia del cual se siente muy orgulloso.
…Para mí ha sido maravilloso, estoy infinitamente agradecido
de haber tenido una infancia maravillosa por suerte, de tener una familia fantástica,
tener unos padres increíbles y unos hermanos estupendos todos.
Nos comenta que cuando decidió estudiar moda, que era a lo que se dedicaba su familia, no fue del
agrado de su madre; ella quería protegerlo de todo lo duro que era
trabajar en esa profesión, pero aun así se arriesgó, logrando al final que ella se sintiera feliz con su decisión.
Mi madre decía: ¡Esto es un horror! ¡Dedícate a otra cosa! Aunque
sea descarga camiones, cualquier cosa mejor que hacer esto, ¿no ves lo que se
sufre?, ¿no lo ves en casa? te dejas la piel y no da el beneficio que se
quiere…
La verdad es que ella se llevó un disgusto cuando le dije
que estudiaría moda, no le hizo nada de gracia, pero era algo que yo no lo podía
evitar, me lo pedía el cuerpo… Yo creo que ella se quedó satisfecha y
contenta cuando entré a trabajar en Delpozo, ahí vio que tenía una salida.
Ph. Kristen Wicce |
Mesa indica que todos los trabajos de pasión requieren un
esfuerzo muy grande y una lucha constante y que muchas veces las personas
suelen percibir de una forma muy superficial el trabajo que existe detrás.
…Parece que solo sabes dibujar o vas a estar de fiesta y eso
es un 0,5% del trabajo real, es como la placa de visita, es como en Instagram,
que tú ves un perfil y pareciera que todo fuera maravilloso y lo que estás
viendo son microsegundos de todas las 24 horas del día. Y eso pasa con las profesiones
creativas, que solo ves el microsegundo y parece que la cosa es maravillosa,
cuando realmente no lo es.
Al salir de la escuela de moda, recuerda los tres años en
los que estuvo realizando prácticas, el camino de todo becario que en la
actualidad es algo muy habitual, pero en aquella época, no era comprendida y
era muy complicada.
…Les decía que trabajaba gratis, pero pensaban que era un
estorbo, era difícil conseguir prácticas, además, te pagaban poco o mal o no te
pagaban o te engañaban, y así estuve tres años, pero fue una etapa en la que
estuve aceptando todo lo que se ponía delante, porque lo que yo quería era
aprender. Trabajé en muchísimas empresas haciendo cosas muy distintas, hasta
que me salió mi primera oportunidad en un sitio importante que fue Delpozo.
A partir de ahí, todo fue a nivel alto en cuanto a profesionalidad, lo demás fue muy interesante, muy enriquecedor a nivel de aprendizaje y a nivel de modelaje, pero muy duro porque durante tres años no cobré absolutamente nada.
Fue así como comenzó una nueva etapa de aprendizaje, de experiencias en una de las marcas españolas de lujo prêt-à-couture, una firma de referencia a nivel nacional e internacional nacida en 1974 como es Delpozo.
¡Fue una maravilla! ¡Una maravilla! He tenido la suerte de trabajar para la gente que yo he querido, para las personas que he admirado, de quienes era fans y eso es una suerte. ¿Imagínate que te llamen del sitio que tú adoras? Yo tenía pósters con la ropa de Jesús del Pozo en las paredes de mi habitación y verme ahí trabajando tan jovencito, casi recién salido de la escuela, eso fue … ¡Un subidón! ¡Fue felicidad máxima!
Era la casa más prestigiosa del momento que había en España. Fue increíble trabajar con el mayor maestro de costura, aprendí tanto y disfruté mucho, además he tenido la suerte de que siempre me han dado mucha mano libre para trabajar, supongo que es porque les ha gustado mi trabajo desde el minuto uno.
Entre sus vivencias en Del Pozo, recuerda el primer desfile,
como un sueño: “…Yo flotaba, me sentía como si anduviera sobre nubes, se me
dormían las manos…” Para el diseñador fueron cuatro años de placer absoluto, como el
poder vestir a las modelos que tenía Gaultier o las musas de Yves Saint
Laurent, él no se lo podía creer.
Ph. Ugo Camera |
Mesa se ha caracterizado por realizar muchas cosas al mismo
tiempo, por su hambre creativa, detalle que le viene de familia y forma parte
de su ADN. Por esa razón no nos sorprendió cuando nos habló de otro de sus
fabulosos compromisos creativos llamado ‘Laboratorio’.
Mientras trabaja en Jesús del Pozo, llegue a hacer lo que era en ese momento el servicio social sustitutoria lo que no era la mili, y al mismo tiempo sacaba mis colecciones personales con un grupo independiente de amigos que se llamaba ‘Laboratorio’, esto lo he mantenido desde siempre, a un nivel muy underground porque me divertía hacer esas cosas.
Lo que hacíamos con
mi grupo de artistas, de genios que trabajábamos todos para grandes
empresas, era divertirnos haciendo cosas underground y muy artísticas, de hecho,
en este grupo teníamos prohibido la venta a cambio de dinero, nada de lo que se
hacía se podía cambiar por dinero, solo por otras obras artísticas. Nuestra intención
no era sacar dinero porque eso ya lo sacábamos en nuestros trabajos habituales,
sino era expandir nuestra creación y nuestra ansia interna de crear arte sin
concesiones. Ni pensábamos si se iba a vender o no, lo hacíamos solo por
placer.
Cuando tenía veinte años, Mesa desea conocer más mundo,
disfrutar de experiencias que veía que sus compañeros tenían como ir al Prêt à
porter en París, deseaba ir a ver las tiendas en Londres o viajar a Nueva York.
Él tenía esa necesidad, esa inquietud y a pesar de que trabajaba con su artista
favorito, él quería vivir todo eso, quería aprovechar su juventud, era lo que
necesitaba en ese momento.
Después Delpozo comencé a trabajar en una marca totalmente
distinta llamada Blanco, era todo lo contrario y ahí pude ir a muchas tiendas,
viajar, comprar, hacer de todo y luego me fui a Springfield, que también tenía
tiendas en todo el mundo, aprendía sobre importación, trabajaba con el extranjero,
era otro mundo y entrar en estos grandes monstruos de la producción, me enseño
mucho, me divirtió, me enriqueció.
Me complementé con el buen hacer de la costura que había
vivido y con la parte más industrial, el mundo más real y menos artístico. ¡Fue
una época bastante emocionante!
Ph. Kristen Wicce |
Después decidió vivir en México, donde rediseño la revista Harper's Bazaar y fue responsable de la creación de un departamento de Coordinación de Moda para todas las revistas del grupo Televisa.
El trabajo lo hice con Alfonso Madrigal, que era mi
compañero de piso y que era parte del grupo Laboratorio, él era diseñador gráfico
y se encargaba de toda la parte gráfica de la revista y yo todo el contenido de
moda, la coordinación de moda, y lo hicimos junto al director de moda de
Televisa y fue algo maravilloso. Desde entonces no me he separado de México.
Vivo pegado a México y México vive pegado a mí. Soy muy latinoamericano, adoro Latinoamérica,
lo adoro con pasión, ¡es parte de mi sangre y de mi esencia!
Cuando regresó a España, comenzó a trabajar como director
creativo en Ághata Ruiz de la Prada, durante quince años, otra de sus ídolos.
¡Suerte más grande he tenido! Primero, tengo una gran amistad que dura hasta el día de hoy, es parte de mi familia, es importante para mí. Agatha es quince años de mi vida, de una creatividad explosiva, radical, potente y jamás han existido los límites.
He disfrutado quince años
haciendo todo lo que me daba la gana, recorriendo todo el planeta, haciendo óperas,
ballets, edificios, casas, coches, bodas, todo lo que se nos pueda ocurrir.
Llegábamos a diseñar entre una media de 1000 a 1500 piezas cada seis meses… ¡Era
una diversión absoluta! A parte de los desfiles.
Recuerda con mucho amor y cariño esos momentos junto a otra
explosión creativa como es Ághata Ruiz de la Prada, pero a pesar de vivir una
etapa maravillosa, tuvo que dar el paso y seguir lo que le dictaban las ganas de
comunicar su esencia.
Yo estaba muy bien, muy cómodo y con Agatha tenía conexiones creativas y afectivas, porque yo soy fanático de su trabajo, y coincidimos en muchas cosas; en el arte pop, en el arte abstracto, el uso del color, hay millones de cosas en las que coincidimos, por eso me era muy fácil trabajar con ella, pero había otro mundo mío interior que no podía ponerlo en una marca, y al trabajar para otra marca no podía sacar todo eso.
Mi parte personal no la podía explotar y después de quince años disfrutando, mi necesidad de contar lo que llevaba dentro fue lo que me impulsó a dar ese paso tan duro que fue dejar el mundo de Agatha.
Era una necesidad interna, me lo pedía el alma, me lo pedían
las tripas. Además, yo soy de “la teoría del macetazo”, en cualquier momento al
salir a la calle te puede caer una maceta encima y ahí comienzan las
interrogantes: ¿Por qué no hice eso o por qué no hice aquello? Yo nunca quise que eso me pasará, por eso he hecho de todo, aunque me haya salido bien o mal,
pero lo he hecho y estoy feliz, y si tiene que caerme el macetazo, que me
caiga, me daría igual porque moriría en la gloria, ¡porque he vivido
estupendamente y como quería! ¡Mi medio siglo ha ido maravilloso!
Mesa es un ejemplo de las personas que arriesgan para vivir
nuevas experiencias, es un apasionado por crear nuevos momentos y enriquecerse
a través de estos diferentes caminos; por ello nos fascina el mensaje que
comparte para todas las personas que desean salir de la zona de confort.
Simplemente, ¡hay que echarles huevos a las cosas! es cierto
que da terror, es duro, no es fácil, pero es algo que se puede conseguir. No es
ciencia ficción, es una cosa que lo hacen millones de personas. Lo hago yo y si
lo hago yo, lo puede hacer cualquiera, porque yo no soy una persona
especialmente diferente a los demás.
Realmente las cosas se pueden hacer, sin que sea una fantasía loca, ¡se puede lograr! Claro que salir de la zona de confort da muchísimo miedo, yo que he tenido que salir muchas veces de mi zona de confort y me vuelve a dar miedo, y vuelve a ser difícil, pero... el miedo es un reto y hay que superarlo, el miedo es una alarma que sirve para defendernos, para protegernos de muchas cosas, ¡pero no para ser sus esclavos!
Ph. Marcos Presta |
Después de veinticinco años en el mundo de la moda, con un
bagaje creativo y las ganas inmensas de transmitir lo que le dicta su interior,
decidió arrancar con su marca bajo una visión que adoptó a los inicios de su
vida profesional, siempre siendo consciente de que todo inicio está lleno de
complicaciones.
¡Ha sido maravilloso, sigue siendo maravilloso y sigue
siendo durísimo! Pero arrancamos y he podido contar lo que llevo dentro,
contarlo con la experiencia que uno tiene detrás, que ya te da el poder de saber
qué es lo que realmente quieres hacer, qué es lo que quieres contar, cómo lo
quieres hacer, cómo lo quieres contar, y la verdad, eso no tiene precio
ninguno, eso es realmente pura satisfacción.
Poder poner tus determinaciones, ser tu propio jefe, saber a
lo que dices que sí y saber a lo que dices que no. Puedo trabajar con quién me
apetece, desarrollar las cosas y contarlas como las quiero exactamente. Pero es
verdad que el empezar de cero tiene sus inconvenientes, porque, aunque tu mundo
empresarial te conoce, las demás personas no, porque siempre has trabajado a la
sombra de grandes creadores. Ellos tienen que entender cuál es tu mensaje, cuál
es tu historia, y van reconociendo mi estilo en las otras marcas y ahí
comienzan a ver el hilo conductor; eso es muy bonito y gratificante y por esa
razón decidí comenzar con costura, porque la costura te permite hacer lo que tú realmente quieres, no quería arrancar mi nombre, mi marca y lo que estuviera
relacionado a mí con esa filosofía de los 90, para mí trasnochada, de un
marketing antiguo, desfasado del siglo pasado.
Yo prefería hacerla desde esa parte más creativa, y la
costura, el trabajo a medida, el hacer trabajo para personas, y no para la
industria, me parece que es el camino del futuro no es el camino del pasado,
creo que hasta el siglo IXX, XX, ha sido el siglo de la industrialización, del
comercio a mansalva, que ha sido muy bueno, ha sido muy próspero, que ha estado
muy bien, pero eso murió y hemos descubierto a causa de la pandemia, que las
cosas no se pueden hacer por dinero, que las cosas se hacen para personas, para
que sean felices, y eso es lo más importante.
Mesa con su visión underground, a finales de los 90 comienzos del 2000, mostraba sus ideas pero las personas que veían su
trabajo, no lo entendían, lo juzgaban de una manera poco constructiva; pero él
jamás perdió su pasión y su filosofía creativa a pesar de todo ello.
…Me llegaban a insultar, me decían: ¡Haces ropa para gordas!,
¡eso no es moda!, ¡haces ropa para maricones! En aquella época no se veía igual, pero ahora
no lo veo como reproche, pero sí que era muy complicado que en mis shows
tuviera gente de todas las alturas, de todo tipo de tallas, de diversas edades,
de todo tipo de condición sexual, una cosa que hoy en día se celebra y me
premian. Además, yo no hago ropa para altas o delegada, yo hago ropa para
personas, para todo tipo de personas, lo hago para todo el mundo. Y lo que yo
estoy defendiendo es que las mujeres son todas divinas, aunque sean delgadas o
gordas, yo defiendo a las personas.
Para mí, que premiarán mi colección por diferencia y porque habían mujeres de todas las edades, de todas las tallas, hace que merezca la pena
todos los insultos, pasar por todas las vejaciones, esos reconocimientos que
llegan, ¡me hacen feliz!
La mayoría de mi clientela son mujeres, pero en realidad yo
me baso en las personas y las mujeres son maravillosas todas,
independientemente de cómo sean, el físico es lo de menos, la altura es lo de
menos, las mujeres son divinas en sí mismas, porque es la especie que es así de
maravillosa, y para mí nunca han existido dudas.
Cuando Mesa presentó su marca, deseaba hacerlo fuera de todas
las temporadas, de nada que estuviera cerca de los Fashion Week, en una fecha
que representará sus gustos, sus ideas, sus emociones.
Lo presenté el 31 de octubre del 2017, Halloween será
siempre el aniversario de mi marca, la presentación de mi primer desfile y lo
hice en un lugar muy especial, muy contemporáneo, en el Paracaidista, que era
la Antigua Real Fábrica de Ceras de Madrid. Un espacio que reflejaba esa idea mía
de la sinergia en las diferentes artes, y presenté lo que yo llamo los Fashion
shows porque yo no hago desfiles. Pude realizar una combinación de diferentes
disciplinas artísticas, para proyectar una idea y un concepto, y lo que hice
fue presentar un disco de música, tres películas y un espectáculo de moda, todo
al mismo tiempo en diferentes salas, con diferentes actings, la misma colección
pasaba por tres salas distintas y la gente que había estado en cada una de
ellas, a pesar de haber visto la misma colección, salía con una experiencia
totalmente distinta. Salían con una visión muy vanguardista, o de costura o muy
contemporánea. Y todo ese espectáculo se llamaba de The Fashion Horror Picture
Show.
Ph. Ugo Camera |
Para el diseñador, haber viajado a diversos lugares, haber
conectado con distintas culturas, le ha dado la posibilidad de crear su propio
lenguaje, para él esa es la riqueza personal que se lleva, la misma que te da
la posibilidad de conectar, relacionarte con todos; para el diseñador eso es
cultura, es saber estar.
Hay que estar siempre abiertos a recibir cosas distintas,
siempre va a ser enriquecedor y te dará nuevos puntos de vista, ¡Siempre hay
que sumar nunca restar!
Además, la moda no es más que comunicación, es un reflejo de
nuestra sociedad, igualmente lo que hacemos en todas las condiciones artísticas
y creativas, son un reflejo de la sociedad y de lo que se vive en el momento,
por eso es importante contar lo que está pasando, las experiencias que se
viven, es vital comunicar.
Otra de las grandes experiencias que se encuentra
viviendo, es el llevar la dirección creativa de la firma Ángel Schlesser.
¡Ha sido otro subidón! Porque no es solo que reconozcan tu
trabajo, sino también que reconozcan que es válido para extenderlo a grandes
empresas, ahora ya puedo mostrar mi propia personalidad y que la gente sepa
cómo es y poder transmitir ese mensaje personal, a través de una gran marca
como es Ángel Schlesser ¡Eso es un placer!
Da gusto volver a trabajar para otra marca en donde yo me
encuentro muy cómodo, y esta vez me permite explotar, me permite expandir el
mensaje con mucha más fuerza, porque el siglo XXI es un siglo de sinergia y es
un siglo de complicidades, y cuanto más se trabaje unos con otros y cuanto más
trabajemos todos juntos, y cuando los creativos contemos las historias de
manera global, el mensaje será mucho más potente y mucho más fuerte. Porque un
grito aislado es muy bonito y romántico, como en el siglo IXX, pero sin embargo
entre todos podemos conseguir muchas cosas.
El diseñador nos confiesa que es de las personas a quienes les cuesta
desconectar, le resulta complicado porque desea aprovechar las horas del día
para ser productivo creativamente.
La verdad es que soy de dormir y no levantarme a las 6 de la
mañana, pero no me lo puedo permitir porque si me levanto a esa hora, no tendré
más horas en el día y me acuesto más tarde porque no tengo más horas para
desarrollar todo lo que quiero hacer. No me puedo permitir el lujo de dormir ni
de relajarme demasiado, me encantaría, lo necesito, y por desgracia repercute
en mi salud, pero son los sacrificios que uno hace y lo importante es ser
consciente de ello. Pero creo que me puede más las ansias de crear, de contar y
de hacer, que mi propia salud… bueno cada uno tiene sus vicios y el mío es
crear y contar todo lo que pueda.
La suma de experiencias ha generado un crecimiento muy
valioso en el diseñador a nivel personal y profesional.
Me ha dado mucha libertad, me he sentido muy libre. Mi
terror siempre desde que era pequeño era no poder hacer lo que quería. Y cada
vez siento que puedo contar cosas, que
puedo decir lo que opino, y para otros puede ser una tontería, pero para mí eso
es valioso.
Ph. Miki Guerra |
Otra de las pasiones del diseñador Mesa, es el enseñar, le
encanta compartir sus conocimientos.
… ¡Soy el loco de las sinergias! Me encanta trabajar con
unos y otros, yo trabajaría con todos los diseñadores, yo mezclaría a todos.
Y aunque en el mundo artístico es muy difícil, porque cada artista y me voy a
incluir, tenemos muchos egos. Pero a mí me encantaría hacerlo todo con
todos. ¡Separados hacemos cosas
maravillosas, pero juntos a lo mejor el resultado es increíble!
Para eso, es importante no tener secretos, además, ¿para qué
sirve? No enriqueces a nadie, nadie crece con eso y por eso me encanta dar
clases, para poder compartir, aunque es un poco peligroso, porque me extiendo
demasiado…
Si tuvieras que describirte; ¿qué dirías de Juan Carlos Mesa?
Que es una persona super cotorra, que no se calla ni debajo
del agua, diría: ¡Que alguien lo calle! Porque conmigo acabas loco… Pero también soy un león cuando defiendo lo que me importa.
Ante tanta energía creativa, ante una persona como el diseñador Juan Carlos Mesa,
deseamos saber ¿Cuál es su esencia?
Comunicación creativa o clásico vanguardista, esos dos
combos de palabras me van como un guante.