Hablar sobre Vanessa Troset, es descubrir a una creativa que no solo transmite belleza, es el sinónimo de elegancia, armonía y mucho conocimiento. Su contenido ha evolucionado como ella y eso hace de Vanessa uno de los referentes que conquista a todos sus seguidores.
Junto a ella rememoramos momentos de su vida que han
forjado su evolución en lo personal y esa trasformación
profesional que se refleja en su marca personal. Detalles que comenzamos a descubrir en su infancia.
En mi niñez viví tantas cosas... en mi familia, éramos:
“los tuyos, los míos y los nuestros”, porque mi papá antes de conocer a mi mamá
tenía tres hijos y mi mamá dos y luego nos juntamos todos y por parte de mamá y papá somos tres. En casa siempre fuimos muchos; éramos un poco desastre,
había mucho ruido, pero teníamos momentos súper alegres, divertidos y también
momentos conflictivos... lo normal al vivir tantas personas en una misma casa.
Aunque tenía una personalidad muy tranquila, nos confiesa que era una niña inquieta, solía sufrir algunos accidentes; como caerse de la litera, tener una rodilla atrapada en la alcantarilla y necesitar de los bomberos; y más situaciones que solían darse al divertirse con sus hermanos pequeños.
Siempre he sido muy curiosa, me gustaba aprender sobre muchas cosas. De pequeña me gustaba bailar, tenía clases de modelaje, algo típico en Venezuela y en mi familia, mis primas fueron grandes influencias para mí, porque todas fueron a la universidad y mis padres querían que yo estudiara, ellos querían lo mejor, lo que no pudieron lograr.
Nos comenta que tenía un déficit de
atención cuando era pequeña y fue una de las razones por la cual lo pasó mal en el colegio, pero al final terminó por decantarse por una carrera que no estaba
relacionado con lo artístico, en Venezuela era necesario estudiar algo que brindará una estabilidad económica.
Recuerdo la etapa en la que teníamos las pruebas de
aptitud académica para el acceso a la universidad, yo elegí tres carreras
totalmente diferentes... claro era una adolescente y no sabia hacía donde ir, en
esa etapa lo quieres estudiar todo.
Lo primero que elegí fue psicología, también quería
estudiar economía, porque tenía una tía economista. A ella le fue muy bien, y
fue de las primeras economistas que se encargó de gestionar acciones
relacionadas con su carrera en África; yo la veía y la admiraba mucho. Había
otra carrera, pero no relacionado con arte y es curioso porque de adulta yo siempre
me he sentido muy artista, pero terminé estudiando algo relacionado con números.
La verdad es que siempre he tenido problemas con los
números y fue un gran reto poder sacar una carrera relacionado con ellos. Además,
soy de las personas que cuando me dan un teléfono, cambio los números, siempre
digo que tengo una “dislexia de números” y no se si es correcto decirlo...
Vanessa nos habla sobre Daniel, es quién la impulsa, es su apoyo. Ella nos cuenta sobre su historia de amor en la cual han compartido experiencias de vida, se han
arriesgado y están creciendo de la mano.
A Daniel lo conocí entrando en la universidad, tenemos 18
años juntos, la mitad de mi vida. Todo se dio sin planearlo. Daniel vivió cuatro años en Estados
Unidos y él ya sabía lo que era vivir fuera, lejos de la familia, en un país más
retador porque no hablaba el mismo idioma.
Recuerdo que en la universidad donde estudiamos juntos, hicimos muy
buena relación con un profesor a quien hicieron embajador de Venezuela en Noruega,
en ese momento hubo una vacante porque una secretaria tenía una baja post parto
y me lo propusieron.
Recuerdo que Daniel no quería ir, porque recién había vuelto y quería estar con su familia, pero era una oportunidad que no podía perder, y no sabía si al hacerlo me cambiaría la vida.
Aunque en ese momento
estábamos muy bien en Venezuela, teníamos un negocio de parrillas a domicilio,
hacíamos barbacoas; era una época muy divertida. Estábamos emprendiendo y nos
iba súper bien, no había motivo para irnos. Pero le dije a Daniel que iba y
volvía y él no se lo pensó dos veces y se fue conmigo, así estuvimos durante un
año en Noruega antes de venir a España.
Para ellos fue un cambio muy radical, pero fue toda una experiencia en la cual no solo vivieron una nueva etapa, también hicieron grandes amistades. Pero luego cuando se terminó el año de permiso de maternidad, ambos sintieron que era muy poco tiempo para estar fuera de su país y decidieron ir a Barcelona a realizar un máster y así comenzaron una nueva vida.
Hemos vivido tantas cosas, cada situación lo hemos superado juntos, hemos tenido momentos malos, pero hemos pasado la mitad de la vida juntos superando muchas cosas y yo soy quien soy gracias a él y él igualmente.
Al llegar a Barcelona hemos seguido siendo emprendedores, nos arriesgamos con un restaurante y luego con una tienda de cosméticos, ambos proyectos nos enseñaron mucho. ¡Hemos crecido juntos!
Al estar solos; era él y yo, yo y él y hasta el sol de hoy. ¡Todo lo bueno y lo malo que nos ha pasado, nos ha
hecho ser quienes somos ahora!
En Barcelona, el primer trabajo de Vanessa fue en el Banco Sabadell, en el Departamento de Investigaciones Macroeconómicas, era un trabajo que disfrutaba mucho, pero no tanto como el crear contenido o realizar fotografías. Cuando concluyó su pasantía comenzó en una empresa de formación para ingenieros donde estuvo relacionada con temas de marketing, pudo aprender sobre campañas y poner en práctica el Máster de Comercio y Marketing Internacional que realizó. Fue en esa época cuando decidió abrir su blog como una aventura personal.
Fui poco a poco, el feedback fue muy positivo, pensé que
tenía que llevar esos conocimientos a las empresas y así comencé a formarme en
redes sociales.
Mis comienzos fueron en moda, compartiendo looks y al tener una tienda de cosméticos me ayudó a saber más sobre la belleza y así logré especializarme en el mundo de la cosmética, implicándome mucho más.
Por eso me gusta crear contenido para que las personas aprendan, y en estos últimos años he pasado por miles de pruebas de ensayo y error, cambié de nicho y no ha sido fácil, porque era comenzar de 0.
Llegué a un punto, en el que quería compartir mis conocimientos, sentía que resultaría más beneficioso que lo que podía transmitir con la moda. Suele ser difícil aceptar que tienes que explotar lo que sabes, no lo que te gusta, si quieres vivir de eso, tienes que explotar lo que sabes, porque si no se convierte en un hobby… el hobby más caro. Es cierto que estás haciendo lo que te gusta, pero estas invirtiendo tiempo y dinero, y no ves los beneficios.
Nos emociona cuando comparte con nosotras, algo muy íntimo, que suele difundir
de una manera muy sutil en las redes sociales y fue una de las razones del
cambio que ha realizado en su contenido y su forma de transmitir en VanessaTroset.
Creo que fue un cambio personal muy importante, un cambio que tenía que hacer en mi vida. Yo sufro de ansiedad, dicen que muchos creativos sufren de ansiedad; sufrir de ansiedad no te deja ser creativa, es un pez que se muerde la cola.
Es una forma de depresión; no es grave, nunca me ha quitado el sueño, el hambre, pero si me ha quitado la parte de conectar y crear. Cuando estoy en mis momentos de ansiedad, me cuesta sociabilizar, pero en mi búsqueda de calmar esos demonios… y es curioso; cómo me estaba preparando para el 2020, ya que a finales del 2019 decidí intentar calmar la ansiedad cambiando mis pensamientos, ahí empecé a leer un poco sobre coaching, hice una transformación en mi vida en ese sentido. Ahora siento que lo domino, ¡sé quién soy! y esa transformación quise plasmarlo en mi perfil.
Si revisas mi Instagram, mis fotos eran oscuras y ahora
me siento totalmente diferente. Eso sí, sigo siendo profunda, ahora
escribo mucho mejor y bonito, aunque a veces la melancolía me inspira. Se nota como realizas una transformación en la vida cuando te comunicas, estoy en esos
momentos en mi vida, que soy agradecida y busco estar bien.
En mis años anteriores mezclaba looks, skincare y todo; pero decidí dar mi valor agregado y el que quisiera seguirme por eso, bien, porque si no le aporto nada, es mejor que no me siga. Este año he sido constante con el skincare, y la constancia con un tema específico te hace referencia. Además, estoy intentando ser más ágil y no tan exigente y valorar que todo depende de las perspectivas de quién lo recibe.
Todas las experiencias, los cambios que ha asumido en su
vida, la han fortalecido, por ello cuando se trata de salir de la zona de
confort, ella menciona:
Suena cliché, pero hay que arriesgarse a dar un paso hoy, no mañana; nunca es “más adelante” o “buscando el momento adecuado”. ¡No debemos postergar, no debemos esperar el mejor momento; el ahora es el momento para dar el primer paso! ¡No se puede mejorar lo que no se ha empezado! Recordar que el éxito lo trabajas cada día.
Yo soy feliz con lo que
tengo, sobre todo este último año cuando sufres de ansiedad y lo más
importante es tu tranquilidad y valoras las cosas desde otra perspectiva.
Entre las personas a quienes admira, ella nos menciona a sus
padres. Para Vanessa representan muchas cosas y se nota la emoción cuando nos
habla de ellos.
¡Ellos hicieron lo que soy ahora, con lo bueno y malo! Ellos han influido mucho, los idolatro con todas sus cosas. Creo que cuando sea madre valoraré mucho más las cosas que han hecho por mí y por mis hermanos, ¡ellos han sido y son mis mayores influencias!
Mi padre es
una persona muy noble, y no he conocido a nadie como él; recuerdo que cuando
se iba a trabajar, me quedaba llorando y cuando me dejaban la camisa de mi papá,
eso me tranquilizaba. He conectado muchísimo con ellos, los amo a los
dos.
Espero que, si algún día tengo un hijo, pueda enseñarle
el valor tan bonito y el amor que te puede dar la familia y que siempre van a
estar para ti.
Cuando hablamos de como desconecta, ella nos comenta que esta trabajando en eso y que es vital porque es la única forma de ser más productivos.
¡Es importante para la tranquilidad mental, y yo lo necesito! Porque yo no solo creo contenido para mi trabajo, también lo hago para mí y
muchas veces suelto el teléfono y lo dejó de lado. Recuerdo que antes me
preocupada; porque las redes te demandan mucho tiempo.
Y lo que yo necesito para relajarme es ir al gimnasio, necesito correr, necesito ese momento para mí, y a veces pensamos que nunca tenemos tiempo; pero el día tiene 24 horas y nosotros decidimos que hacer en esas horas.
En los últimos tres
años he decidido hacer ejercicio, meditación; es el momento en el que mi cabeza se tranquiliza... todo eso me ayuda a desconectar.
Vanessa es una mujer que inspira, tiene una sensibilidad
que atrapa y nos conquista cuando nos comenta como se define.
¡Soy muy artística! Me encanta estar en familia, soy muy
casera, ¡me encanta mi casa! Soy muy fuerte, aunque no soy tan fácil de comprender
y siento que la gente me quiere mucho. ¡Soy muy de las conexiones y de las
emociones!
Entre sus proyectos futuros, ella comparte:
Me gustaría vivir en un
lugar con mucho verde, mucha naturaleza y trabajar por mi cuenta...
Me gusta ir poco a poco, y en estos últimos años lo que
valoro es estar tranquila, vivir rodeada de naturaleza, cerca a la playa... aunque
también pienso en el trabajo.
¿Cuál es la esencia de Vanessa Troset?
¡El amor! El amor es lo que me mueve, el amor es lo que me
hace feliz. Cuando quiero y me quieren estoy tranquila, siento que lo
demás lo puedo conseguir si estoy rodeada de amor y salud.
¡Todo se puede conseguir con amor, si eres una persona
capaz de reconocer el amor!
Sin lugar a duda, Vanessa Troset nos ha vuelto a
conquistar, su forma de ver la vida, cómo transmite esa magia en su
contenido, su calidad humana y su crecimiento profesional; la convierten en una
mujer inspiradora, en una creativa que va marcando la diferencia.