Desde pequeña he sido una persona muy comunicativa y aunque no existía todo esto de las redes sociales, siempre me gusto escribir. Deseaba ser médico, ser cirujana reconstructiva y recuerdo que traté sobre el labio leporino en el trabajo que hice al final de curso.
Quería viajar a otros países y ayudar con la cirugía
reconstructiva. Durante una etapa de mi vida me lo estuve planteando, pero era muy joven y no
sabía hacía donde ir, aunque finalmente me decanté por la psicología.
Irina siempre contó con el apoyo de sus padres, le dieron la libertad para decidir pero teniendo en cuenta la premisa de ser feliz hiciera lo que hiciera y que no dejara de estudiar.
Entre sus experiencias, ella decidió dar sus primeros pasos en el mundo del modelaje, una etapa de mucho aprendizaje y que surgió de una manera muy espontánea.
Mi madre en una época tenía un centro de estética y yo le ayudaba en verano en la recepción, un día vino una chica de una agencia y me preguntó si me apetecía ser modelo. Yo tenía 15 años y le dije que estaba estudiando, pero que podía realizar algunas acciones en Barcelona.
Así comencé con trabajos pequeños, viajaba para realizar campañas o
cosas concretas, no viajaba por mucho tiempo. Pero cuando acabé la carrera a
los 21, pude vivir en otros lugares, estuve por Londres, Estados Unidos... viaje mucho en una etapa de mi vida.
Para Irina todo ha evolucionado y mucho más en el mundo del
modelaje; para ella esa etapa es una experiencia que es mejor vivir con plena madurez por todo lo que implica.
Ahora el modelo es el instagramer, la figura de la modelo
es cierto que es necesario para campañas, editoriales, e-commerce, pero el target
de venta está en los influencers. Parece que sale más a cuenta invertir por la
cantidad de seguidores que por la imagen, eso antes era muy distinto, no había
este “intrusismo laboral”.
Cuando me preguntan; ¿si quiero que mi hija sea modelo?, digo que no, porque debes tener la cabeza muy amoblada, yo siempre he tenido a mi familia detrás y tenía muy claro que tenía que acabar de estudiar primero. Pude aprovechar esta etapa de mi vida desde una estabilidad, creo que es importante empezar cuando eres madura, porque pasas muchas horas sola, tienes muchas influencias.
Yo recuerdo con cariño esa etapa porque era más centrada; lo veía como un hobbie y no como el trabajo de mi vida. Pude conocer a muchas personas, madurar muchísimo porque al vivir sola te tienes que apañar, tu familia esta lejos y tienes que valerte por ti misma, ¡es una experiencia enriquecedora!
Su comienzo en el blog fue por su pasión a la
escritura y al ser psicóloga, pudo plasmar esa necesidad de ayudar y compartir
en las redes; aunque el gran cambio sucedió cuando fue madre.
Cuando empecé en Instagram no mostraba mi rostro, lo tenía privado, pero al comenzar como modelo, tenía que difundir mis trabajos. El cambio vino cuando me embaracé, siempre quise ser mamá muy joven y mi marido también; estaba en un momento en mi vida que me hacía mucha ilusión, aunque nadie de mi entorno tenía hijos.
Además, yo no quería convertirme en una madre que sintiera que se le acababa la vida, que todo era un aburrimiento y que todo se le hacía un mundo. Quería mostrar una maternidad donde no se acaba la vida, si no empieza una nueva, comienza una nueva versión de ti...
Gran parte de los blogs en esos momentos transmitían lo complicado
de la maternidad, la parte difícil, una maternidad muchas veces aburrida y algo
dramática, esa fue la razón por la cual Irina crea JUERGAMAMÁ.
Es evidente que en la maternidad hay momentos duros en los cuales te sientes sola y se nos hace un mundo; pero quería expresar mi manera de ver la vida. Creo que las madres podemos seguir teniendo vida con nuestros hijos; siempre dije que soy como una madre más juerguista.
Yo me los
llevo a todos los lados, intento que vivan la vida intensamente, me gusta
adaptarlos a mi vida, evidentemente tienes que hacer cambios, no puedes irte de
fiesta y salir hasta las tantas con los niños, pero me gusta que vivan la vida
como yo y es cierto que tienes que ir con muchos trastos encima, pero es una
etapa ¡No es terrible!
Con mi hija salía con las amigas, hago manualidades, me
voy de compras con ella, es una prolongación de mí, he intentado integrarla en
todo lo que hago y es una buena manera de que los niños se sientan participes
de todo y vean que la vida con ellos no es un peso, es un plus.
Comprende que hay mucho por cambiar, que aún existe la
mentalidad de que dejamos de ser nosotros cuando tenemos hijos, pero ella lo
toma desde su filosofía.
Cuando te dicen; ¿no sabes cómo te cambiara la vida? ¡Nada
volverá a ser igual!.. pienso que eso es bueno, me alegra que cambie la vida y creo que es positivo.
Evidentemente a veces estoy cansada, hay días que no puedo con mi alma, y ellos quieren jugar, pero luego pienso que es una etapa, y por eso intento vivirlo todo con intensidad y humor. Recuerdo que en el blog hice un post, que trataba sobre el sexo en el embarazo, fue muy bueno, explicaba como lo había vivido, todo desde el respeto, pero como algo gracioso y aunque yo me encontraba mal en esos instantes, pensaba que hay que sacar la parte graciosa de las situaciones.
¡Al final la actitud ante la vida cuenta, la actitud cambia la manera
de cómo lo estemos viviendo!
A veces nos presionamos y soy la primera que me presiono y esa presión que nos ponemos encima no nos deja disfrutar del momento. Recordemos que el futuro está por venir, el pasado no lo puedes cambiar y el presente es lo que pasa mientras pensamos en otras cosas, y no podemos estar obsesionamos por lo que pasará; por eso mi trabajo es vivir el presente que es lo que nos queda.
Comparte como involucra a su familia en el contenido
que difunde, sus aventuras y el mundo fotografía que la rodea.
A Cristian lo tengo agotado con el tema de las
fotografías, siempre le digo que tendría que a haberme casado con un fotógrafo - lo comenta entre risas - me cuesta tanto que me saque una foto, la mitad de las veces me
las saca alguien que esté cerca ese día o yo misma. Cuando Cristian me hace las
fotos las hace muy bien, aunque le cuesta una barbaridad porque soy muy pesada
con el tema de las fotos.
Al final voy logrando involucrarlo mucho más, él no se queja, he tenido mucha suerte porque él sabe que me hace feliz. No le gusta nada todo esto, aunque al final nos divertimos, ¡me encanta crear todo en familia!
Para Irina las redes sociales tenían como principal objetivo el compartir sus vivencias y reconoce que gracias a ellas la
repercusión que ha tenido en su vida profesional y personal ha sido muy importante.
Comencé compartiendo mi experiencia, lo hice para sentirme
acompañada por las personas que vivían lo mismo y por dar una visión distinta de
la maternidad; nunca lo visualicé como un negocio o como una manera de ganarme
la vida, lo abrí como hobbie porque me encantaba escribir y me sigue
encantando.
A medida que fue pasando el tiempo, se puso de moda lo de
los micro influencers, y es verdad que yo nunca me he esforzado por tener seguidores
porque yo nunca lo había visto como una herramienta para ganar dinero y nunca
le había dado el impulso que mucha gente le ha dado. Pero me sorprendió cuando comenzaron a existir marcas que les interesaba trabajar conmigo a pesar
de no tener tantos seguidores, y porque lo de los micro influencers tiene más
engagement, ya que tiene una comunidad más consolidada.
Entre las cosas positivas que le ha dado el poder formar
parte de las redes sociales, sin lugar a duda son las relaciones humanas que ha
entablado, esa conexión con su comunidad le ha permitido realizar
iniciativas con un objetivo muy especial y resultados que la emocionan.
Es cierto que te encuentras con cosas desastrosas en las redes sociales, pero yo he vivido buenas experiencias, he creado contactos super bonitos, he podido ayudar y compartir y me llena el llegar a la gente. Además, no es una foto banal o un copy banal al cual le das un like y ya está. Al final haces reflexionar, ayudas con tus experiencias...
Para mí ayudar en redes es importante, hace poco realicé una iniciativa solidaria para recoger dinero para comprar regalos a los niños y si no hubiera tenido seguidores, una comunidad sólida, sería imposible llegar a tantas personas.
Al final las redes sociales son una ventana para muchas cosas
malas, porque puede influenciar de forma negativa en muchos jóvenes, pero
también es una ventana para muchas cosas buenas, porque puedes ayudar a mucha gente
si lo haces bien. ¡Es gratificante ver como todo el esfuerzo que has realizado
previamente con toda tu comunidad, al consolidarla sirve para cosas reales!
Las máximas influencias en su vida son sus padres, ambos
la apoyaron y potenciaron en distintas facetas.
Mis padres me han ayudado a ser quien soy actualmente, me
han enseñado valores que yo ahora trabajo, siempre me han mostrado mucho
cariño, han sido muy positivos, me han ayudado en todo, y tener hijos me ha
demostrado como una parte de mí, que ni conocía, una parte de paciencia, de
amor al otro, de sacrificio que no pensaba que pudiese llegar a tener.
¡Creo que todos los inputs que tenemos a lo largo de
nuestra vida, todo lo que nos va pasando, nos ayuda a evolucionar!
¡Somos lo que somos por todo lo que nos pasa! yo pensaba que era de una manera, pero
al tener hijos he visto que he ido evolucionando y cada día a mejor.
Entre sus proyectos se encuentra seguir con la acción
solidaria que comenzó y desarrollarla cada año, es uno de los objetivos que se
ha marcado. También nos comenta que tiene como sueño el poder escribir un
libro, desde pequeña lo ha deseado porque solía escribir poesías y
novelas, y ese es el sueño que desea cumplir.
Para Irina es importante la vida privada y es vital tener claro lo que se pueda compartir en las redes sociales, que todo tiene límites y
que ella a equilibrado ambos aspectos.
Cuando enseñas tu vida por las redes sociales, es importante
marcar unos límites, es respetable como cada cual gestiona su vida, pero yo
tengo unos límites que valoro, porque una parte es mi vida privada y otra es mi
vida pública. Cada quien sabe cómo hacerlo, pero yo intento enseñar lo bueno y
lo malo porque lo malo con humor no están malo.
Para mi hay momentos del día con los niños, cuando los
baño, o los recojo del cole, que son momentos nuestros y no tengo que
compartirlo porque no aporta nada, yo quiero compartir cosas que aporten, y que
tampoco atenten contra la intimidad de mis hijos.
Es importante tener un poquito de cabeza, sobre todo porque
tratas con niños, al final no sabes quién está mirando por esa ventana que has abierto.
Nos confiesa que tiene muy mal despertar, que suele tener mal humor por las mañanas, pero que a pesar de ello es muy fácil de tratar; indica que es muy cabezota, pero que es una persona muy familiar que le dedica mucho tiempo a sus hijos.
Reconozco que lo que me cuesta es desconectar de ellos para dedicarme un poco más a mí, estoy en ese proceso, pero mientras sean pequeños, se que es una etapa.
Por otro lado, soy muy fiel a mis amistades y a mi familia, soy de las personas que si algo no
aporta no estará en mi vida, también soy poco caótica, a veces se me olvidan
las cosas, la gente que me conoce; sabe que soy un poco drama.
Bajo la visión de Irina, sobre vivir las experiencias que nos da la vida, ella recomienda que no esperemos, que
lo intentemos.
Al final cada momento de la vida es una etapa y cada etapa tiene sus momentos y si creen que es el momento que lo hagan. Pero es necesario tener claro que el momento ideal no existe, tienes que crear el momento tú.
Tenemos tantas cosas que nos impiden hacer lo que queremos hacer y yo
recomendaría crear ese momento para hacerlo.
¿Cuál es la esencia de Irina Soldevila?
¡La Felicidad!
Entrevista realizada por Karina Casquero Ch.
Imágenes cedidas por Irina Soldevila.