Lo fantástico de leer las historias que crean diversos
escritores no es solo sumergirnos en esos instantes o sentirnos identificados
con algunos de sus personajes, también es poder descubrir cómo surge esa pasión
que les permite transportarnos a miles de lectores a mundos fabulosos.
La escritora Silvia Coma comparte los detalles y todo cuanto
influyó en ella a realizar aquello que es una de sus grandes
pasiones.
De niña vivía rodeada de libros. Siempre me fijaba en mis padres y en los
libros que leían. Ambos eran muy lectores y me transmitieron su fascinación por
la lectura desde muy pequeña. Mi padre era escritor e historiador de cine
clásico, y aprendía muchísimo con él.
Nos confiesa que le encantan los libros, acariciar sus
cubiertas, pasar las páginas, todo lo que compone un libro de papel. Además Silvia ya escribía cuentos desde pequeña; le
fascina crear historias, pero existían otras actividades que la emocionaba.
Una de mis grandes pasiones es el cine y recuerdo, con
muchísimo cariño, cómo anhelaba que llegaran las tardes del sábado y del
domingo: en casa hacíamos sesiones dobles de cine clásico. Era mi momento
favorito de la semana.
Cuando era pequeña, disfrutábamos viendo westerns juntos y
mi padre me regaló varios playmobil del oeste. Podía pasarme horas creando
historias, pensando qué papel desempeñaría cada personaje, cómo se desarrollaría
el relato… Con mi padre escribimos un guión y decidimos filmar una película.
Lamentablemente, cayó enfermo y no pudimos llevar a cabo ese proyecto. Supongo
que ahí empezó a gestarse Pioneras.
Silvia tenía muy claro que deseaba estudiar algo relacionado
con la escritura y las letras, por ello se decantó por el periodismo de
investigación. Al final, la parte de investigación y documentación pudo
aplicarlo al realizar sus novelas, como se dio en el caso de su obra “Pioneras”.
Viajé a las tierras del Oeste: quería experimentar de primera mano lo que podrían
sentir mis personajes, notar ese calor pegajoso en los meses del verano, el
aire que se respiraba… Me parecía fundamental conocer el terreno y el paisaje
en el que se desarrollaría la historia.
Después de terminar los estudios, comenzó a trabajar como
periodista y, posteriormente, en marketing en una editorial. Silvia escribió y publicó cuentos, pero entre
sus planes estaba el escribir novelas, la primera fue “Aún está oscuro”, aunque
su primer libro fue “Voces de ahora”, un libro de entrevistas.
A parte de la familia, que fueron grandes motivadores, contó
con una persona a quien admiraba y la alentó a seguir.
Además de mis padres, el escritor Juan Marsé –que había
leído algunos de mis relatos– me alentó a escribir mi primera novela. Aquello
fue una bendición.
Nos confiesa que en el proceso creativo existen temores,
algunos miedos y también momentos de frustración, que es normal tener días
mejores y peores; pero existen momentos más intensos para un creativo.
El momento más complicado –al menos, para mí– es cuando debes
entregar la novela. En ese instante sabes que tienes que parar, que dejarla en
manos de tu agente y de tu editor y, posteriormente, de los lectores. Esa
separación es difícil y dolorosa. De repente, te ves obligado a desprenderte de
algo muy querido y te entran los miedos: ¿gustará a los lectores? ¿qué
pensarán? ¿y si se me ha escapado alguna errata? ¡Por mucho que revises una
novela, siempre se acaba escapando alguna!
Para Silvia, lo más emocionante y gratificante es el
contacto con los lectores. Para ella es importante que después de muchas horas
con cada personaje, pensando en cada detalle, el poder conocer lo que piensan
sus lectores e incluso en las redes sociales, la emocionan.
Cuando se publicó mi primera novela, y recibí los primeros
mensajes y reseñas de lectores, fue realmente emocionante. El contacto con el
lector te proporciona una sensación muy gratificante: conversar con otro acerca
de tu obra y de tus personajes es un sueño hecho realidad.
Silvia tiene autores favoritos y nos comenta que según la
época vital en la que nos encontremos leemos más a unos autores que a otros.
Entre sus escritores nos menciona a Ernest Hemingway, John Steinbeck, William
Faulkner. Por ello, no nos extraña saber que desconecta leyendo o disfrutando
del cine y que ahora le llena la vida totalmente su pequeña hija.
Recuerda todo lo relacionado en el proceso creativo de “Pioneras”.
Desde su infancia ya le marcaron momentos para plasmarlo en uno de sus más
bellos proyectos.
Te contaré una anécdota divertida: cuando era un bebé, solían
acunarme con canciones de la frontera. Mi madre no conocía nanas, y se le
ocurrió cantarme las canciones de los westerns de John Ford, Howard Hawks… De
hecho, en Pioneras aparecen varias canciones y todas ellas son muy
significativas dentro de la historia.
Si hablamos de su última novela “Pioneras” la escritora nos comenta
que existen dos etapas que marcaron el nacimiento de su obra y como todo se ha
ido hilvanando para crear una historia que traspasa las fronteras.
Para escribir Pioneras, por un lado, me inspiré en las
leyendas que se contaban de mi bisabuelo: un blandense que emigró a Las
Américas. Mi padre solía contarme esas leyendas. Averiguamos que había estado
en México, Brasil, en el corazón del Amazonas incluso… Sin embargo, nunca
llegué a saber si había cruzado la frontera hacia las tierras de Nuevo México,
Texas… Esa idea de mi bisabuelo se fusionó con mi fascinación por el western.
Con Pioneras, también quería ahondar en el papel de la mujer.
En la época, hubo una serie de mujeres que se convirtieron en iconos feministas
y que cambiaron el curso de la historia: Calamity Jane, Belle Starr, Laura
Bullion, o Pearl Hart, entre otras.
Me gusta recordar, especialmente, la frase que pronunció la
bandida Pearl Hart cuando se disponían a juzgarla: «No dejaré que me juzgue una
ley que ha sido constituida sin la voz de mi sexo». Esta declaración fue toda
una revolución.
De hecho, esta frase resume a la perfección porqué decidí
escribir Pioneras. Creo que es importante conocer a nuestras antepasadas para
entender cómo hemos llegado hasta el día de hoy.
Con “Pioneras” pudo conocer mucho más sobre los testimonios
de las cautivas que vivieron durante años en las tribus indias, desde los
comanches, apaches, fueron documentos interesantes que encontró en ediciones
norteamericanas independientes.
Durante el proceso de documentación, gracias a varias
editoriales norteamericanas, conseguí leer varios testimonios de cautivos que
habían convivido con las tribus nativas americanas. ¡Estas ediciones son un
tesoro para cualquier interesado en el Oeste!
Creo que se habla poco del papel que desempeñamos los
españoles en el Oeste, y eso que fue fundamental. Fuimos nosotros los que
introdujimos la mayoría de razas de caballos en el Oeste, y esto supuso un
cambio revolucionario en las formas de transporte y de negociación entre los
colonizadores y las tribus nativas americanas. En las batallas, el caballo
también lo cambió todo. Por ejemplo, los guerreros comanches elaboraron una
estrategia de guerra que era incomprensible para los europeos: atacaban a
caballo, y lo hacían con unas filas aparentemente desestructuradas, como si
fuera el caos absoluto. Nadie sabía cómo ganarlos.
En estos tiempos en los cuales la tecnología juega un papel
muy importante para la difusión de los diversos trabajos creativos, para ella
tiene un valor especial que convive en armonía con los libros de papel.
Recuerdo que, años atrás, cuando salió el e-book, se temía
que el libro en papel desapareciera. Sin embargo, por suerte, esto no ha
sucedido. Se ha demostrado que el papel convive con el e-book y con otras
formas de lectura como los audiolibros. Contamos con una tecnología que nos
permite acceder a contenidos a los que antes no teníamos acceso y, además,
podemos hacerlo desde distintas partes del mundo. Esto que hemos conseguido es
fabuloso. Se han roto las fronteras: vivimos una experiencia global de lectura.
Lo mejor de todo es que el libro en papel, el digital y el
audiolibro ofrecen experiencias de lectura diferentes y cada lector puede
escoger cuál prefiere.
¿Qué es lo que te llena de la escritura?
Cuando estoy escribiendo una novela, me sumerjo
completamente en la historia: en el proceso de documentación, en los
personajes, en la trama…
Convives años con tus personajes, forman parte de ti y tú de
ellos. Después, viene ese instante en el que tienes que desprenderte de la
novela para entregársela a tu editor y, posteriormente, a tus lectores. Esa es
una de las experiencias más emocionantes y mágicas de todo el proceso.
Desde su perspectiva como creativa, dedicándose a un mundo
tan apasionante, nos brinda su recomendación para todas las personas que
quieren hacer algo que les apasiona.
En mi caso, con la escritura, siempre he seguido el consejo
que me dio mi padre hace años: «lee mucho, y reescribe y reescribe».
Sin lugar a dudas, Silvia Coma es una creativa que inspira, una mujer que nos atrapa con su forma de explicarnos cada detalle que ha marcado su trayectoria y nos motiva a seguir muy atentas a sus próximas historias que estamos seguras, nos sorprenderán.
Entrevista realizada por Karina Casquero Ch.