Lucir buena cara frente a la nueva ''normalidad''



Estas semanas estamos experimentando un gran cúmulo de emociones, preocupación e incertidumbre, desconocidos hasta ahora, donde por encima de todo prima la salud. 
Sí gozáis de esta, lo único que no debéis perder es la ¡ilusión!

A medida que avanza la desescalada, poco a poco llega el momento en el que todos nos incorporaremos al trabajo y nos tendremos que adaptar a la nueva "normalidad". Digo nueva porque de esta situación, gran parte de nosotros, salimos renovados, más solidarios, colaborativos y empáticos. A pesar de todo lo malo que ha provocado, en las crisis es cuando la sociedad evoluciona y aprende.

Esta reincorporación laboral supone seguir un protocolo estricto de higiene, medios de protección, que ya empezamos a practicar desde hace dos meses largos, y nuevas directrices en nuestros puestos de trabajo.

Uno de los aspectos más comentados durante este confinamiento, es cómo esta situación está afectando a nuestra piel, dejándola apagada, deshidratada, con nuevos brotes de acné, en incluso patologías como la dermatitis han empeorado. Esto es debido a que nuestra piel refleja nuestro estado emocional.

La piel, sobre todo las más sensibles, han sufrido cambios, y por eso es indispensable cambiar la forma de tratarla y maquillarla. Los expertos perseveran en que es básico garantizar la hidratación para minimizar irritaciones y marcas, provocadas por las mascarillas. Estas alteraciones se producen porque la piel termina asfixiada después de tantas horas cubierta. Incluso en pieles con tendencia grasa, pueden aparecer pequeños brotes de acné por la sudoración.

Por esta razón debemos reforzar nuestro tratamiento con principios activos que satisfagan estas necesidades y os aconsejo poner en práctica el método de skinterapia de Vanessa Troset, con el que equilibramos nuestro interior y el exterior, a la vez.

Skinterapia

A partir de ahora, es de obligado cumplimiento el uso de mascarilla en espacios públicos, con lo que se convierte en un complemento más de nuestro look. Por ello, os quiero dar unos tips para sacaros el mejor partido, aún llevando mascarilla.

Vamos a buscar un look resultón, de buena cara, omitiendo varios pasos y productos que con el uso de mascarilla, no son necesarios.

El punto principal que os aconsejo es prescindir del fondo de maquillaje, esencialmente para evitar manchar la mascarilla. Al llevar medio rostro tapado, no es primordial unificar el tono de todo el rostro, y menos aportarle cobertura, ya que la propia mascarilla nos causa agobio, por ello cuanto menos producto tenga esa zona, nos sentiremos más cómodas, dentro de lo posible.

A falta del uso de la base, para conseguir un acabado luminoso y jugoso, podemos recurrir a una hidratante que nos aporte ese resultado.

Seguidamente, es importantísimo, y nunca dejaré de remarcarlo, la aplicación del protector solar. No os conforméis con una hidratante con factor solar, porque no es su función principal y los spf, normalmente, son bajos.

Dado que vamos a pasar toda la jornada laboral con medio rostro tapado, os recomiendo recurrir al corrector para corregir y unificar la tonalidad de la media cara que tendremos expuesta. Combinando diversos productos con distintos grados de cobertura, podemos conseguir una mirada descansada y aportar cobertura a la zona central del rostro, sin bajar del tabique nasal, e integrándolo del centro hacía fuera, hasta que se funda con la piel.

Una vez corregido el tono, si soléis matizar, los puntos estratégicos en esta nueva rutina serían la zona T, frente y tabique nasal, y el contorno de ojos para prolongar la duración del corrector.

Ya tendremos listo el rostro, no he citado bronceador, rubor ni iluminador, porque la zona del pómulo está cubierta por la mascarilla, pero si no concebís veros sin ellos, siempre podéis dar un toque de bronzer en la frente o en las zonas de la sien y de iluminador en el arco de la ceja y tabique nasal.

Llega el turno de enfocarnos en el protagonista de este nuevo hábito, los ojos. Para ello es fundamental recordar, como ya os hable extendidamente en un post anterior, el maquillaje de cejas.
Si antes eran significativas, ahora mucho más, porque enmarcaran a nuestra protagonista, la mirada.
Empezando por definirlas, rellenarlas y culminando con el fijador para que se mantengan en su sitio toda la jornada.

En cuanto al look de ojos, para gustos colores, nunca mejor dicho, lo que sí os aconsejo que los resaltéis, como por ejemplo, aportando luz en los puntos estratégicos como el párpado móvil, el arco de la ceja o el lagrimal, o todos a la vez para las amantes del brilli brilli, e intensificando y definiendo a ras de pestañas, para conseguir un efecto más rasgado, concluyendo con la máscara de pestañas, conseguiréis el look perfecto para la vuelta a la nueva rutina.

Sin olvidarnos de los labios, aunque no les demos protagonismo, no debemos prescindir del bálsamo de labios para mantenerlos suaves y evitar las indeseadas pielecitas y molestos cortes por la deshidratación.

Os animo a que os dediquéis un ratito cada día a embelleceros, vuestra piel os lo agradecerá.




Redacción: Elisabet Barcelona

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