Estos días en confinamiento hemos tenido tiempo para hacer
de todo, cocinar, manualidades, deporte; hemos limpiado y ordenado mucho.
Seguro que todos en algún momento nos hemos puesto a ordenar
nuestro armario, ese gran desconocido que a veces, parece la entrada a un mundo
perdido y para el que no tienes tiempo en tu día a día.
Las prisas y la rutina te llevan a colocar las prendas en
donde puedes y terminas delante de tu armario, sin ver completamente nada, más
que un caos de prendas, zapatos y complementos y te preguntas, ¿y con todo
esto, que me pongo?
Relajémonos y empecemos por el principio, ordenar el armario
no consiste tan solo en tener la ropa y complementos doblados o en perchas;
buscamos deshacernos de todo eso que ya no nos gusta y no nos va bien, tenerlo
todo localizado para mantener el control de nuestras prendas, poder crear y
reinventar nuestro estilo, pero ¿cómo empiezo?
Empieza por vaciar el armario y limpiarlo. Tanto si tienes
armario como si tienes vestidor, vacía los percheros y cajones, no solo para
limpiarlos, verás toda la ropa que tienes y te dará una idea para seleccionar y
descartar, pero también tendrás una visión del espacio total que tienes en
tu armario para después poder aprovecharlo mejor.
Antes de volver a llenar tu armario o vestidor selecciona y
tira sin miedo.
Deshazte de todo lo que te este pequeño o grande, asúmelo
llevas guardando estas prendas temporada tras temporada y sigue sin
quedarnos bien.
Lo que no te convence, ¡fuera!
Quédate solo con esas prendas que de verdad te hagan feliz,
las que te pongas y las que usas; si no te has puesto la pieza más de cinco
veces en este año, no estáis hechos el uno para el otro. Claro que hay algunas
excepciones como los vestidos de fiesta o esas prendas vintage y recuerdos que
esos sí se merecen un huequito en el fondo.
Observa bien todos los montones que vayas a descartar,
seguro que entre ellos hay muchas cosas que podrás donar, regalar o vender para
que tengan una segunda vida.
Y ahora sí, pasaremos a llenar de nuevo nuestro
armario.
Dale un vistazo a tu armario o vestidor vacío para tener un
control del espacio.
Las chaquetas, blazer y partes de arriba las colocaremos en
la zona superior y las partes de abajo, como pantalones o faldas, vestidos o
vestidos cortos en la inferior, de esta manera al ir colocando puedes ir
creando conjuntos y combinaciones para que vayan tomando forma tus looks.
Si es posible dejaremos vestidos, monos y todas esas prendas
largas que podamos colgar en perchas doblados a la mitad, en la zona inferior
para poder combinarlas también con las de arriba.
Observa tus prendas, los abrigos y algunas piezas necesitan
una funda especial porque son delicadas, por el tejido o para mantenerse
mejor, los paillettes y vestidos de gasa o seda, cuélgalos del revés, para
evitar que se te enganche o te estropeen otras prendas, y los abrigos o prendas
con pelo, es mejor guardarlos en funda para evitar enredos.
Intenta mantener la ropa oscura en un lado y la clara en
otra, porque a veces los colores se pueden transferir.
Mantén a mano los básicos, son esas prendas que te salvan el
outfit en cualquier ocasión imprevista, y son perfectas para combinar con
cualquiera de tus tendencias.
Una blazer o un pantalón de vestir en colores neutros, un
denim recto en tono azul medio, una camisa blanca, dos camisetas sencillas en
blanco y negro o el clásico LBD, (Little black dress) o vestido negro, son
algunos de estas prendas, seguro que tienes alguna en tu armario, aunque
profundizaremos acerca de ellas otro día.
Intenta guardar los zapatos separados de las prendas,
algunos zapatos o zapatillas pueden transmitir olor a nuestras prendas o
traspasar suciedad con la suela. Si no tienes espacio suficiente, un truco es
guardarlos en sus cajas con el nombre o referente escrito fuera.
Si los tienes guardados en sus cajas, también puedes apilar
una con otra y ahorrarte algo de espacio.
Los bolsos y sombreros ponlos en una zona visible a mano y
cerca de donde tengas tus prendas.
Si es posible no los guardes en cajas, (a no ser que el
cuidado del sombrero o bolso lo requiera), ni los apiles, ni guardes demasiado
pegados uno de los otros, no los vas a ver bien, pero si no tienes espacio y no
te queda más remedio, igual que con las prendas de los cajones trata de irlos
moviendo de vez en cuando para tenerlos todos localizados.
Los complementos también necesitan su lugar, puedes usar una
de las baldas cercanas a los bolsos para exponer y colgar tu bisutería o gafas
de sol.
Ten los Fulares, cinturones y accesorios a la vista, hay
unas perchas que tienen ya la forma y el modelo para poder colgarlos ahí y
meterlos entre nuestras perchas para mantenerlos a la vista y sacarle el mayor
partido posible. También puedes colgar alguno del cuello de la percha de la
prenda con la que más te guste y crear diferentes opciones.
No descuides el orden de tu ropa íntima, después de todo son
la base de nuestros looks para empezar a vestirse de dentro a fuera, o son las
prendas que protegen nuestros sueños como los pijamas. Solemos tenerlas
guardadas en cajones o cajoneras, y es lo ideal para mantenerla protegida y
apartada del resto de la ropa de calle. Intenta usar dos cajones o uno grande y
dividirlo en dos zonas, en un lado dobla tus camisetas, camisones y pantalones
de pijama en vertical y en la otra las braguitas, también en vertical y los
sujetadores dentro de sus copas, y si es posible usar separadores, para evitar
transferencias de color o que se estropeen las prendas más delicadas. Si
no tienes separadores mantén las prendas de colores más oscuros en una zona y
los más claros en otras y si tienes algunas prendas que puedan llevar o encajes
guardarlos en bolsitas de tela.
Si rocías o vaporizas unas gotas de tu perfume favorito
sobre las braguitas y sujetadores, mantendrás el olor de tu perfume más tiempo
al vestirte, y si lo haces con un perfume de lavanda en los pijamas te ayudarán
dormir mejor.
Los bañadores o bikinis, dóblalos también en vertical, pero
ponlos en otro módulo o divide el cajón en tres zonas, para que tengan su
propio espacio.
Mantén al máximo posible de tus prendas colgadas en perchas,
las tendrás a la vista y las mantendrás aireadas. A excepción de los puntos
lanas y Mohairs, que en ese caso ten cuidado porque pueden deformarse con el
peso al tenerlas colgadas, ante cualquier duda, observa siempre la etiqueta de
la prenda.
Procura no apilar demasiadas prendas en los cajones y trata
de irlos moviendo con frecuencia, todo lo que dejes debajo es más fácil que lo
olvides, puedes ir moviendo las prendas por ejemplo cada vez que guardes la
ropa limpia.
Si tienes espacio suficiente separa la ropa de temporada en
módulos y tápala con algún tipo de funda o lona que no sea de plástico para que
se mantenga fresca y aireada. Otra opción si no tienes espacio son las cajas,
pero evitando el plástico y a ser posible con algún tipo de producto
especializado que la conserve hasta que la vuelvas a necesitar.
Y recuerda una vez lo tengamos ordenado ahora queda lo más
importante, mantenerlo.
Ordenar nuestro armario no solo nos ayuda a ser más
prácticos, estéticamente o mantener un orden en casa, también nos ayuda a
mantener un equilibrio y orden mental.
Métodos para ordenar nuestros armarios hay muchos, tantos
como necesidades, espacios y situaciones de cada persona, pero estos son
algunos consejos que espero puedan ayudarte a mantener cierto orden en ese
espacio que muchas veces nos hace sentir como la entrada otro mundo.
Reconcíliate con tu armario o vestidor, dale un orden y
recíclate, tú y tus prendas, ¡nunca ha habido un momento mejor que este!