13 de abril, día internacional del beso. Quiero besarte,
pero no puedo, o mejor dicho no debo. Que sensación más extraña me recorre por
todo el cuerpo. ¿Te pasa a ti lo mismo?, ¿Es solo cosa mía?
En estos tiempos tan extraños de covid-19 que nos toca
vivir, hoy más que nunca te echo en falta. Necesito más tus besos y tus
abrazos. No necesitamos que nos lo recuerden. Pero hoy nos lo estamos
recordando en este día que conmemora los besos que no podemos darnos.
Hoy casi todo está prohibido. Y duele ese beso que hoy no
podemos dar...
Nos quedan los besos que se dan con la mirada a través de
nuestras pantallas, los besos que se dan con la memoria. Y también los besos de
películas, series, fotografías, arte, lugares… para apaciguar las ganas, o
quizás nos inspira avivarlas.
¿Te cuento algunos besos que me inspiran del séptimo arte?
Una fotografía.
“El beso… frente al ayuntamiento” la fotografía más famosa
de Robert Doisneau. Realizada en 1950 y desapercibida hasta 1986 que se
hicieron cuatrocientas mil copias de una vez. ¿Cuántas veces has soñado con un
beso apasionado como el de la fotografía más reproducida de la historia? Te
cuento un secreto, el beso fue real. Aunque fue el Sr. Doisneau que les pidió a
ese hombre y esa mujer anónimos que lo repitieran otra vez para él y pudiera reproducir
la fotografía. Les quedó un beso mágico, aunque no robado, fue pagado por el
fotógrafo, al menos el segundo.
Una película.
El beso de Drácula de Bram Stoker, la adaptación de Coppola.
Para mí la historia de el Conde Drácula más romántica jamás rodada. “He cruzado
océanos de tiempo para encontrarte…”
Sus vestidos, los escenarios, los maquillajes… me cautivaron. Todo en la
película se hizo a mano, en una época en la que lo digital ya estaba a la orden
del día.
Una pintura.
“El beso” de Klimt. La representación simbólica del momento
en que Apolo besa a la ninfa Dafne que se está convirtiendo en laurel. Y
curiosamente esta obra fue una de las fuentes de inspiración para el filme de Drácula
de Coppola. Para el vestuario de esta, la diseñadora tomó como inspiración el
trabajo de varios pintores. Y la dalmática que luce Drácula al final de la
película está inspirada en esta obra de Gustav Klimt.
Un momento.
El beso en la película de Spiderman. ¡Si! Recuerda el beso
que se dieron Tobey Maguire y Kristen Dunst mientras estaba él colgado boca
abajo, y dime que nunca has soñado con poder reproducirlo.
Un poema.
“Besos” de Gabriela Mistral.
¿Y si hablamos de lugares que nos inspiran besarnos? Lugares
que lo piden a gritos...
Un lugar de Barcelona.
“Mural del beso” de Joan Fontcoberta. Ubicado en Plaza
Isidre Nonell de Barcelona. Se encuentra muy cerca de la catedral, a la obra le
rodea la zona más antigua de la ciudad. Siempre está lleno de gente. La mejor
hora para ir es a primera hora de la mañana. Pero ahora no vayas. Quédate en
casa. Esos besos deben esperar.
Un lugar de Madrid.
“Bésame en esta esquina” En el número 29 de la Calle Huertas
de Madrid se encuentra un emblemático cartel que pide a gritos que te beses con
quien más quieras. Y porqué no inmortalizarlo con un selfie. Y de paso puedes
quedarte a tomar algo en el Bar Miranda ubicado en el mismo número. Ambiente
cálido, acogedora terraza y te contaré un dato, su mayor secreto es su sótano.
Pásate a descubrir su laboratorio de coctelería.
Un lugar de París.
“El muro de los te quiero” situado en el barrio de Montmarte
de París. Un espacio donde el amor se conjuga en todos los idiomas, y por qué
no, los besos. Trescientas once caligrafías aguardan en el muro, para que
puedas localizar la de tu idioma materno y realizar una fotografía con tu amor.
¿Cuál es tu beso favorito? ¿Añadimos alguno más a la lista?
¿Y de tu vida?
Cuando acabe el confinamiento, ¿a quién estás deseando ir a
besar? De esos besos lentos y latidos rápidos. ¡Cuéntamelo!, tienes toda mi
atención.
Y recuerda que hoy no podemos darnos un beso de buenas
noches, para que podamos tener noches enteras de buenos besos. Mientras tanto,
que el viento y la brisa que te acaricia desde tu balcón te bese en mi nombre…
Redactora Aurora Ubiña