Apasionada por el mundo de la moda, por las conexiones que generan. La Asesora y Comunicadora de Moda, Mercè Taús ha transmitido a través de su trabajo toda la esencia de una profesión llena de grandes experiencias.
Cada camino que ha transitado le ha sumado muchos conocimientos, todo ha forjado lo que es ahora, desde pequeña demostró ser ella misma y todo lo vivido ha cambiado sus perspectivas.
Cada camino que ha transitado le ha sumado muchos conocimientos, todo ha forjado lo que es ahora, desde pequeña demostró ser ella misma y todo lo vivido ha cambiado sus perspectivas.
¡Yo quería ser niño! Llevaba mis cartucheras con mis
pistolas, jugaba con la pelota… Es más, el día de reyes, lo recuerdo con mucha
desazón en mi vida. Porque todos los
niños estaban felices y a mí me traían la típica cocinita…
Yo quería los juguetes de mi hermano, entonces con un primo
al que le gustaba jugar con muñecas, nos intercambiamos los juguetes; con el
consecuente enfado de su madre y de la mía, pero lo hacíamos. ¡Porque yo quería
ser un niño!
Nos comenta que ella disfruta mucho visitando una
ferretería, es una apasionada al bricolaje, aunque también reconoce que durante
su infancia consiguió sumergirse en una disciplina que le apasionaba.
Creo que mi parte masculina la tengo mucho más desarrollada
que la femenina; me encanta restaurar mis muebles. Pero creo que hice un cambio
a los nueve años cuando comencé a hacer ballet y me apasiona, es más siempre he
dicho que es mi mayor frustración no haber acabado mi carrera como bailarina de
ballet clásico.
Cuando nos menciona a sus referentes, lo hace con muchísima ilusión
y admiración porque son dos personas que han dejado huellas en su vida y de
ambos ha logrado obtener lo mejor.
Mi abuela, ¡Siempre mi abuela! Ella fue una mujer avanzada a
su época, era una mujer de clase bien, con sus estudios universitarios, fumaba
puros, le gustaba restaurar, le gustaba mucho la moda; yo creo que mis
referentes fueron mi abuela y mi padre, porque mi padre fue un gran gentleman,
era un hombre muy culto.
En la Escuela Superior de Ciencias Sociales estudió
Sociología, aunque diversas situaciones hicieron que tuviera que tomar
decisiones drásticas, que la encaminaron hacía otras facetas, circunstancias
que la motivaron a cambiar en muchos aspectos.
Siempre he trabajado en moda y cosmética, pero llegó un
momento en mi vida, donde tuve que dejarlo todo por una enfermedad. En un
principio cuando te diagnostican una enfermedad grave, te vuelves muy egoísta,
porque te preocupas por ti, por ti y por ti.
Recuerdo que cuando acabé mi tratamiento, la doctora me dijo
que no estaba curada y que teníamos que volver a empezar… Fue ahí cuando tuve
un bajón.
Pero un buen día… ¡Soy creyente, no soy católica, pero soy
creyente! Y creo que alguien puso en mi camino un blog de moda; era Diario de
Estilo de Mariona Planas. Yo no sabía que existían los blogs, y me acuerdo que ella sacaba una falda de la firma Pinko, que yo tenía en mi vestidor...
Desde ese momento comenzó a investigar y se dio cuenta de que,
si quería curarse, tenía que buscar objetivos en su vida. En ese momento su
primer objetivo fue abrir un blog.
Me decía: Cuando este bien, quiero tener un blog de moda,
porque creo que sirvo para hacer esto.
Y cuando me dieron permiso para ponerme un poco más mona. Me hice
mi primera foto cuando venía de lacarme las uñas, llevaba un jean y una camisa
blanca, me hice la foto descalza para que se vieran mis uñas y ahí empezó todo,
con esa foto así de simple.
Mi hijo pequeño me hizo el blog y a los tres meses me
dijeron que necesitaba las redes sociales, yo no tenía y comencé a hacérmelas. Instagram
llegó cuando mi blog tenía ya ocho meses. Así empezó todo y me di cuenta de que me encantaba.
Mercè Taús decidió formarse y estudió en el Instituto de
Piluka de Echegaray y desde ahí comenzó a reciclarse, realizando diversos
cursos y especializándose en temas asociados a su nuevo proyecto. En la
actualidad es Asesora de imagen y comunicadora de moda.
Tienes que estar continuamente reciclándote, me he dado
cuenta de que:
¡No existe edad para estudiar, no existe edad para conseguir
los sueños!
Se puede alcanzar todo cuanto quieras, pero eso sí, tienes
que estar constantemente reciclándote porque esto va muy rápido.
Cuando se dedicaba al cuidado de sus dos hijos, se planteó
trabajar y lo hizo en el colegio donde empezaron con tres añitos. Luego Abrió su
Boutique de moda en Calella. Estas vivencias le llevaron a vivir experiencias
positivas.
Hacía suplencia hasta que me quede fija y llevaba también la
escuela de verano. Mientras mis hijos eran pequeñitos, tenía el mismo horario
que ellos, venían a trabajar conmigo, se quedaban y se iban conmigo, con lo
cual me iba muy bien.
Luego abrí mi primera boutique con marcas como Mango, cuando
era una marca que se vendía en cualquier boutique multimarca, mi boutique se llamaba
“Pastel” pero la tuve que dejar porque con todo no me daba la vida, no podía
gestionarla bien. Yo la abrí con 21 años y aún no había acabado la carrera. Tuve
una serie de condicionantes por lo que no pude seguir adelante, pero me
enorgullece que sigue abierta por las personas a las que traspasé.
Nos confiesa que le gusta mucho hablar y cuando sus
hijos ya eran mas grandes, estuvo trabajando en cosmética, viajando por
toda Europa dando formaciones. En la actualidad siente que su vida tiene un
sentido diferente gracias a todo lo vivido.
Con la edad que tengo, que estoy a la antesala de los 60;
con esta edad en mi vida, mi prioridad soy yo, mi salud, mi pareja y luego viene
el resto. Con los años te das cuenta de que tú eres tu prioridad.
El blog de Mercè hubiera cumplido seis años en septiembre,
pero decidió cerrarlo porque ella ya le había puesto una fecha de caducidad y
lo hizo porque tiene un proyecto personal que reclama más de su tiempo.
Cuando lo abrí, me apasionaba escribir pequeñas
historias. Entonces era un blog atípico en el que yo explicaba historias sobre
un color o sobre algo que me había pasado y ahí incluía a la marca para la que
estaba trabajando.
Pero siempre en base a una historia, podría ser real o
ficticia, ahí estaba el juego. Y la verdad me sorprendió como las personas
conectaban conmigo y como en la actualidad me siguen escribiendo, como
comparten cosas conmigo, me escriben contándome sus vivencias... Es algo insólito, porque no soy consciente de lo que pueda
influenciar en una persona y eso me sigue asombrando.
En sus comienzos como Blogger de moda, tuvo el apoyo de
firmas que hicieron posible que ella pudiera ser conocida y conectar con
diversas personalidades.
La verdad es que tuve suerte, siempre digo que tengo un
ángel, yo empecé trabajando con dos marcas, para mí, muy potentes; Pilar Oporto,
recuerdo que la encargada que tenía en su boutique de Mataró apostó por mí y la
segunda fue Nina López de Lipupu que también apostó por mí y de ahí comencé a
trabajar y la verdad es que siempre estaré agradecida a las dos. Me ayudaron mucho, me ayudaron a
introducirme a este mundo. Conocí a Jordi del Toro, a una serie de personas que
me abrieron las puertas.
Como comunicadora, siente que la palabra Influencers ha
perdido el sentido.
Es una palabra que no me gusta, pero tampoco me molesta,
porque creo que todos somos influencers; una madre, un profesor, cualquiera
es influencers en mayor o menor medida, porque todos influenciamos en alguien.
Es una palabra que se ha sacado fuera de contexto, es verdad
que la manera de comunicar ha cambiado con las redes sociales. Lo que pasa es
que creo que la palabra se está utilizando mal, yo creo que todos comunicamos,
que todos somos creadores de contenido. Y damos visibilidad a las marcas, para mí
la palabra influencers está sobrevalorada.
Para Mercè las vivencias de todos estos años han tenido un gran
valor, todo ha sumado para lograr sus diversos proyectos de vida, en especial uno que le hace muy especial ilusión.
Yo me quedo con las experiencias que me ha dado para mi libro;
me faltaba ese punto que con el blog lo he conseguido. Luego me quedo con todas
las personas que he llegado a conocer, que jamás imaginaria conocer. Me acuerdo
el día que conocí a Roser Marcé, yo solo lloraba porque recordaba que, a los 18 años,
le pedía a mi padre un esmoquin de Roser Marcé y cuando la vi, vinieron a mi
cabeza una serie de recuerdos.
Me quedo con muchas cosas y sé que también mis redes
sociales tendrán una fecha de caducidad porque así lo he decidido, pero me han
dado mucho, me han dado la vida, le debo la vida a mi blog.
Entre las diversas actividades que tiene Mercè, se encuentra
su participación en dos programas de radio. Es colaboradora en Metro Fm en el
programa “Sin Filtros” y en Cooltura Fm en el programa “Sense Control”. Es
otro mundo que le apasiona, para ella es como haber encontrado su habitad natural y entre sus próximos proyectos le gustaría incursionar en la
televisión.
Es una mujer dinámica y extrovertida y su familia ha sido una base importante, el cimiento para todo cuanto ha deseado lograr.
Es una mujer dinámica y extrovertida y su familia ha sido una base importante, el cimiento para todo cuanto ha deseado lograr.
La verdad es que tengo mucha suerte, la familia me ha seguido,
sobre todo mi marido, que es… ¡Mi compañero, mi todo, mi mitad!
Porque en un momento muy crítico, cuando estaba enferma, le
dije que quería enfocarme en otras cosas, y aunque le causó asombro siempre
me ánimo. Ellos siempre me animaron, Mi hijo Marc me hizo el blog, mi marido me
hacía las fotos, mi hijo mayor que es ingeniero informático me explicaba como
iba todo. Si no hubiera sido por ellos,
no hubiera conseguido llegar a donde he llegado, la verdad es que les debo
mucho. Además, me siguen continuamente, ahora mi nuera. Están al día de todo lo
que hago y a veces me riñen y me animan. ¡Son mis mejores críticos!
Para la comunicadora, su mayor refugio es su hogar…
Mi casa es mi paz y es ahí donde me encierro, es mi mundo,
donde está mi música, mis libros y muchas veces mi soledad. Me gusta la soledad
compartida, porque a veces estoy con mi marido y le pido mi espacio, ese momento
para mí y a veces necesito estar en silencio porque eso me relaja, estoy en el
jardín, estoy con mis plantas. En el mar también, siempre digo que no me gusta la playa,
pero si el mar.
Mercè nos confiesa que muchas veces se ha malinterpretado
algunas acciones y nos explica lo que ha generado conceptos erróneos sobre su
persona.
¡Soy muy empanada! Voy siempre en mi mundo y me sabe mal,
incluso donde vivo, me saludan y yo me doy cuenta cuando han pasado y a veces
tengo fama de soberbia, de ser antipática y la verdad es que no soy así, es más
tengo mucho pudor.
Tengo esta fama porque yo estoy acostumbra a Barcelona y vas
por la calle a tu aire, en cambio en el pueblo tienes que estar pendiente de
quien pasa y a quien vas a saludar, es más mi marido me avisa cuando vamos
juntos y a parte es que no veo sin gafas. En la radio se ríen de mí, porque mis
chuletas son con letras inmensas.
Sobre todo, piensan que soy inaccesible, pero es por eso,
porque quien me conoce sabe que no soy nada de eso.
Para Mercè taus, todas las personas de una manera u otra han
influenciado y todas han marcado su camino.
Mucha gente ha influenciado en mí, desde mis hijos, mi
abuela; tenía una admiración por ella total, porque era inteligente, por mi padre que era una enciclopedia, mis amigas, diseñadores, hay mucha gente que ha
influenciado. Mi mejor amiga Bea, que llegó a Cataluña, a Calella al ver el
faro de Calella y cuando le preguntaron: ¿dónde quería trabajar? dijo que se
quedaba en la zona donde estaba ese faro y con ella he reído, he llorado...
¿Cuál es tu esencia?
Soy muy natural, creo que siempre he sido igual, no he cambiado
ni mi estilo, ni mi forma de pensar, creo que soy muy coherente ¡Soy yo!
Sin dudarlo es una mujer con mucha energía, agradecida por todas las personas que han sumado en su vida. Es una mujer perseverante quien disfruta del placer de comunicar y conectar.