En los países árabes el Hammam forma parte importante de la
rutina de hombres y mujeres, y no solo por sus efectos sobre la piel, si no,
sobretodo por sus beneficios para el alma y la mente.
El ritual del baño árabe, también conocido como baño turco,
tiene propiedades detoxificantes y relajantes, además de ayudarnos a activar la
circulación, eliminar células muertas y depurar nuestro organismo.
Ya en Grecia y Roma los baños eran una parte esencial de la vida cotidiana, y
un lugar de reunión social. En el Hammam se mantiene este punto de reunión
añadiéndole además una serie de
rituales.
Para ello se utilizan productos de la cosmética tradicional marroquí con
propiedades extraordinarias para nuestra piel.
En primer lugar se realiza un baño de vapor para abrir los
poros y eliminar toxinas de nuestro organismo.
A continuación se procede a la aplicación de el jabón negro
marroquí o jabón Beldí.
Se deja reposar por unos minutos para que nuestra piel absorba todas las
vitaminas, al estar hecho de olivas, aporta una gran cantidad de vitamina E, la
vitamina antioxidante más potente y efectiva.
Pasado un rato se trabaja esta pasta de olivas marrones con
un guante de exfoliación conocido como guante Kessa, durante el trabajo de
exfoliación se utilizará agua caliente, para mantener el poro dilatado.
A continuación eliminaremos el jabón con agua a presión.
La sensación de suavidad y regeneración de la piel es
inmediata, y el efecto dura durante semanas.
Para terminar nuestro ritual tomaremos un baño frío, este
cambio de temperatura regulado consigue estimular la circulación corporal.
Los productos necesarios para nuestro ritual.
En el Ritual del Hamman se utilizan una serie de productos
de origen natural, productos utilizados desde
antaño por los berebers.
El más importante es el jabón marroquí o Beldí, un jabón fabricado únicamente
con aceite de oliva, aceitunas trituradas marinadas en sal, y utilizando un
método de saponificación en frío.
Sus propiedades son las siguientes:
- Aporta brillo y luminosidad a la piel.
- Elimina toxinas y células muertas.
- Nutre la piel y la suaviza.
- Aporta vitaminas.
- Exfoliante e hidratante natural.
- Elimina acné.
- Ideal para pieles sensibles o atópica.
Acabado el ritual de limpieza y exfoliación, podemos seguir
con una mascarilla de Rhassoul.
El Rhassoul es un tipo de arcilla de origen volcánico que
solo se encuentra en la región de Fez, en Marruecos, esta arcilla elimina
impurezas, refina y aclara la piel.
En muchos países árabes se utiliza este polvo como champú depurativo y regulador, que aporta un brillo increíble a nuestro cabello.
En muchos países árabes se utiliza este polvo como champú depurativo y regulador, que aporta un brillo increíble a nuestro cabello.
Como último paso aplicaremos el Aceite de Argán, también
conocido como el oro líquido de África para nutrir nuestra piel y otorgarle un
halo extra de luminosidad.
Es importante indicar que el Ritual de Hammam sirve tanto
para cuerpo como para cara, en el caso de utilizarlo en el rostro eliminaremos
el uso del guante exfoliante de Kessa y trabajaremos el jabón marroquí
directamente con las manos.
La maravillosa línea Raw de Savon Stories pone a nuestro alcance todo lo
necesario para disfrutar de este baño ancestral en nuestro propio hogar.
¡¡¡No os quedéis sin vuestro momento Hammam!!!
Disponible en Kriim Natural Cosmetics.
C/Boters nº5.
C/Boters nº5.
Redacción: Eva María Valero de El jardín de Belladona
Fotografías: Karina Casquero Ch.