La Asesora de Imagen Personal Silvia Uceda comparte
con nosotros las experiencias que han fortalecido su visión, aquellas que han
forjado su filosofía de vida y la convierten en parte de nuestros referentes.
Su familia materna se dedicaba a la industria del calzado y
su infancia la recuerda en un taller de costura ya que su madre trabajaba ahí,
fueron vivencias que influyeron en ella. Nos comenta que era una niña a quien
le gustaba cantar, bailar y le fascinaba el mundo de la moda…
Mi juego favorito era “La rueda de la Moda”, era una rueda
grande con tres paneles de piezas de vestir, el externo eran las piezas
inferiores, el de enmedio eran partes superiores y el último eran las cabezas.
Tú ibas girando los paneles y creabas estilismos con las
muñecas y pasabas un carboncillo sobre un papel para dibujar las siluetas. Yo
les hacía dibujos o estampados con los lápices de colores a los vestidos y así
se me pasaba el tiempo jugando.
Luego solía coger las telas y le proponía a mi madre coser
vestidos… ¡Eso me encantaba!
Recuerdo que me reencontré con una amiga de la infancia y no
le extrañaba que me dedicara a esto, me dijo: …"Desde pequeña
siempre nos decías que llevar unos buenos zapatos era importante"…
Así que no me desvié tanto de la Silvia de la infancia a
quien le encantaba la ropa, la moda y también hacía de maestra poniendo a los
muñecos sobre la cama y explicándoles cosas.
Fue de las alumnas más aplicadas, era una niña a quien le
gustaba estudiar. Todas las asignaturas se le daban muy bien menos gimnasia
debido a la miopía. Terminó por decantarse por ciencias cuando concluía el
bachillerato, pero cuando se preparaba para la selectividad se dieron algunas
situaciones que la afectaron.
Yo quería hacer lo mismo que hacía mi oftalmóloga,
curar a la gente como ella curaba mis ojos, pero fue cuando mi mamá enfermó y
yo caí en picado en los estudios.
Tenía 18 años y aunque eres adulta, existían cosas que no te
las explican para que no te preocupes, y el hecho de no saber más sobre la
enfermedad de mi madre me afectó mucho…
Después de la Selectividad decidí subir las notas, así que
me presenté de nuevo al año siguiente. No fue posible subir mi puntuación
porque me había dedicado a trabajar, así que de las carreras que podía acceder
me gustaba Pedagogía.
Aunque empecé desmotivada, poco a poco encontré que eran unos estudios muy interesantes. Me especialicé en Pedagogía Laboral y durante la carrera hice un Máster en Marketing y Ventas. ¡Todo me ha servido!
Aunque empecé desmotivada, poco a poco encontré que eran unos estudios muy interesantes. Me especialicé en Pedagogía Laboral y durante la carrera hice un Máster en Marketing y Ventas. ¡Todo me ha servido!
Silvia trabajó en la empresa de eventos de su hermano
en Madrid. Principalmente eran eventos para marcas y estaban especializados en
la parte artística. Fue una etapa intensa, era la primera vez que salía de casa
de sus padres.
Después de unos años retornó a Barcelona y quería dedicarse
a algo que no estuviera relacionado con el mundo de los eventos, ella quería
ser formadora dentro de una empresa y como ya había sido comercial, decidió
presentarse en el RACC.
Comencé como asesora de ventas, al cabo de un tiempo salió
una oferta dentro del RACC y después de pasar unas pruebas logré
entrar al departamento de formación del área comercial. Allí hacíamos todas las
formaciones a las nuevas incorporaciones. Ahí fue cuando desarrollé las
habilidades pedagógicas.
Después de un tiempo solicité un cambio en la empresa y me
pasaron a marketing de producto, en ese departamento viajaba mucho, reunía
equipos, impartía formaciones y eso me dio muchas tablas.
Mientras trabajaba decidió estudiar Publicidad y
Relaciones Públicas en la Universidad Oberta de Catalunya. Ella
tenía la necesidad de acabar en el mundo de la moda, comenzaba a planificar su
camino.
En esa época vino la crisis y se oía que en
el RACC harían un ERE y me apunté voluntaria. Yo veía que era la
manera de comenzar mi proyecto.
Se sorprendieron todos porque yo estaba muy valorada y a
pesar de presentarme de forma voluntaria, no fue posible. A los pocos meses
hubo otro ERE y tampoco pude salir pese a apuntarme de nuevo como voluntaria.
¡Sobreviví a dos ERE sin quererlo! Finalmente, al cabo de un año, abandoné la
empresa.
Durante ese año estudié Asesoría de Imagen.
Tenemos que ser realistas, para lograr algo hace falta la
economía, es necesario tener un respaldo.
Silvia se reinventó a los 35 años y a pesar de que muchas
personas que la rodeaban no comprendían el cambio, no perdió en ningún momento
el camino a pesar de las circunstancias que le tocó afrontar.
Cuando comenzaba con mucha fuerza este proyecto, se dieron
situaciones familiares que generaron un parón profesional y también un
parón en mi vida. Fue un año muy duro, me costó arrancar.
Me fui comiendo los ahorros, ahí empieza lo duro. Yo siempre
digo: ¡El paro es narcoléptico, te crea una sensación de pseudo-confort!
Y cuando eso se acaba comienzan las prisas y me di cuenta de
que costaba trabajar como Asesora de Imagen; era difícil.
Así fue como comencé a combinar diversas actividades para
conseguir recursos pero sin perder el foco.
Comenzó a colaborar como comentarista en un programa de
televisión en una sección de moda, también en radio y todo combinado con
clientes particulares. Pero la inestabilidad de los trabajos provocó en ella la
búsqueda de grandes proyectos, fue responsable de comunicación para algunas
marcas y participó en Los Premios Gaudí, donde junto a la Asesora de
Imagen Marta Pla, se encargaron de de los estilismos de actores como Miki
Esparbé, Laia Marull, Elisabet Casanovas, Adrián Grösser, entre otros.
La experiencia en Los Premios Gaudí ha sido fantástica, es
uno de los proyectos que más he disfrutado. Tener el respaldo de la Academia
del Cinema Cátala nos ha abierto un abanico fabuloso y ha sido una experiencia
única.
Hicimos más estilismos masculinos que femeninos. Estábamos disponibles
para todos los libradores de premios que solicitaban ayuda y ahí comenzaba
nuestro trabajo. Primero analizar al personaje, contactar con marcas
y showrooms, hacer pruebas de estilismos y finalmente, estar ahí el día
de la gala para todos.
Hemos tenido una respuesta buenísima por parte de los
diseñadores y agencias de comunicación. La decisión de llevar a cabo este
proyecto junto a Marta Pla es porque creo que en los proyectos grandes tienes
que ir de la mano con alguien, tienes que saber asociarte.
Silvia menciona que es importante rodearse de personas que
estén en la misma sinergia que uno porque sino el resto no logran entender tu
ritmo de vida. Para ella es importante encontrar una tribu mientras estás
emprendiendo.
Es una mujer con mucha vitalidad que disfruta de momentos
que le permiten desconectar y que tiene una forma de ser que no cambiará.
Mi mayor desconexión es por la noche, cenar con mi
pareja, estar juntos acurrucados en el sofá, ver alguna película que nos guste…
Los fines de semana si los tengo libres me encanta ir al
cine, hacer cenas para amigos, viajo poco soy muy urbanita muy
barcelonesa. ¡Adoro ojear revistas de moda!
Yo no tengo ese desdoblamiento que otras personas pueden
tener, soy exactamente igual en mi vida personal y mi vida profesional. Soy
extrovertida, sociable, optimista, aunque existan momentos en los que no lo
soy, soy una persona que no abandona.
Soy muy cercana, no me rijo por estereotipos.
Hace tres años colabora con la fundación “Quiero
Trabajo” donde se encuentran mujeres que están en riesgo de exclusión, es
voluntaria brindando asesoría en Estilismo junto a una coach que se encarga del
Mentoring, así ambas refuerzan la calidad de imagen y las competencias.
Silvia participa en diversos proyectos que dejan en ella una
huella especial.
Recuerdo que íbamos a realizar una formación, la directora
de Quiero Trabajo y yo, para el programa Reincorpora de La Caixa, cuando
Vanessa me indicó que el perfil de los participantes eran ex presidiarios.
Yo no conocía el programa anteriormente, así que tuve el prejuicio de pensar que no nos harían ni caso. Nada más lejos de mi pensamiento y se convirtió en una experiencia inolvidable; todos tomaban apuntes mostrando un interés real, fueron muy respetuosos y muy amables. Todos tenían una actitud proactiva hacia el cambio.
Yo no conocía el programa anteriormente, así que tuve el prejuicio de pensar que no nos harían ni caso. Nada más lejos de mi pensamiento y se convirtió en una experiencia inolvidable; todos tomaban apuntes mostrando un interés real, fueron muy respetuosos y muy amables. Todos tenían una actitud proactiva hacia el cambio.
Realizamos diversos trabajos, el año pasado formamos a
personas con Síndrome de Down para trabajos de atención al cliente... ¡Todos
son momentos muy gratificantes!
Para la Diputació de Barcelona imparto formación en
VideoBranding junto a Ramón Garrido, que es actor y formador. Formamos a
emprendedores trabajando su imagen como elemento de comunicación.
En un futuro le gustaría escribir material formativo sobre
Asesoría de Imagen, además de ser profesora en escuelas de Imagen y
Comunicación. Son los objetivos a medio plazo que espera cumplir.
Entre las personas que son referentes para ella, menciona a
la Consultora en Imagen y Comunicación Andrea Vilallonga.
Fue la primera Asesora de Imagen que conocí, la conocí en la
inauguración de su primera escuela. Fue quien me aconsejó qué estudiar,
para mí ella es mi mentora.
Andrea es una persona cercana, transparente con sus alumnas,
ha sido muy honesta.
Siempre nos ha explicado la realidad y es de agradecer en
esta profesión. Eso es algo que lo he valorado, lo valoró y lo valoraré
siempre.
¿Cuál es la esencia de Silvia Uceda?
La libertad y la justicia son dos grandes valores que tengo
presente. Yo me siento en plena sintonía conmigo misma y por eso me
siento libre.
Yo soy justa conmigo, con mi forma de ser y si los
demás no lo pueden ser conmigo, sin esperar a que me falten o me hagan daño, me
retiro.
Por eso me gusta equilibrar lo que yo puedo dar a la
sociedad colaborando con entidades sociales.
Es una mujer que ha salido de la zona de confort y con todas
las experiencias que la han marcado, nos deja consejos que le han servido en su
camino.
Desde mi visión, puedo dar dos humildes consejos: el
primero, es pensar y crear en servicios monetizables y si de marketing no
sabes, existen empresas que te pueden asesorar.
Y el segundo basado en mi experiencia, es tener claro que el
camino no es lineal y no pasa nada, todo vale si en tu proceso de
emprendimiento tienes que desviarte un poco. ¡Todo es válido mientras no
pierdas el rumbo y seas fiel a tus principios!
Fotografías cedidas por Silvia Uceda.
Entrevista realizada por Karina Casquero.